Barcelona. Plaza de Cataluña, 3 enero 2023. Foto JPQ.
Según el último informe del World Happiness Report (WHR), los españoles solo se consideran moderadamente felices.
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WHR establece anualmente un «ranking» de la felicidad (happiness), comparando los índices de satisfacción íntima, social, cultural, económica, incluso política, en 146 Estados, de Finlandia, el país donde los ciudadanos se consideran más felices, a Afganistán, el país donde los ciudadanos son víctimas de un mal vivir trágico.
España ocupa el puesto número 29, en la edición 2023 / 2022 del WHR. Un puesto razonablemente positivo en el océano planetario de la adversidad y el mal vivir.
Por el contrario, entre nuestros vecinos, franceses (puesto número 20), ingleses (puesto número 17), alemanes (puesto número 14), los españoles se consideran más infelices. Finlandeses, daneses, suizos, holandeses, suecos, noruegos, austríacos, irlandeses, checos, belgas… también se consideran más felices que los españoles. Solo los italianos creen ser más infelices que los españoles, en el puesto número 31 del «ranking» del WHR.
Los índices de fertilidad / natalidad más bajos de Europa, tras Italia…
Las relaciones íntimas / amorosas menos felices de lo que pudiera parecer…
El paro juvenil más alto de Europa…
El incremento espectacular del consumo de tranquilizantes…
El estrés familiar y social (costo de la vivienda, salarios, etcétera)… el duelo a garrotazos político, permanente, son algunos de los indicadores bien conocidos de una infelicidad colectiva que tiene raíces muy profundas…
Pobreza, paro, incertidumbre, urbanismo, agravan el invierno demográfico de España.
En España, los escándalos y la corrupción política agravan la crisis social y sanitaria.
Amor, eros y sexo siguen siendo el primer problema de España: actualidad y orígenes de la crisis 2.
José says
Las ondas electromagnéticas nucleares cargadas de virus y bacterias inundan rodean el planeta Tierra. La economía no es global pero si los problemas. Estas listas de felicidad para distraer al populacho son como si se hubieran hecho cuando existían existen los campos de concentración o las cárceles y preguntasen que presos eran más felices . La felicidad como el buen vivir es algo propio de épocas pasadas aunque en algunas constituciones se presente como un derecho en la actualidad. Hoy el planeta está cableado y todo lo que ocurre en cualquier lugar tiene repercusión en todas partes. No solo el macrocosmos determina nuestros estados psíquicos de nuestro microcosmos. Son las ondas partículas expandidas por todas partes las que nos alegran o entristecen en cada momento. Hemos desmenuzado al ser humano de tal manera que todos nuestras emociones pasiones se pueden reproducir controlar yendo a las farmacias llenas de venenos drogas de todo tipo. Estamos lejos de esta felicidad que proponían los antiguos de la autonomía contemplativa del individuo fundido con el medio que le rodeaba hoy imposible. No se puede ser feliz rodeado de basura de todo tipo a no ser que seas peor que una rata.
JP Quiñonero says
José,
«No se puede ser feliz rodeado de basura de todo tipo a no ser que seas peor que una rata…»
Bueno … creo que hay que intentarlo. Y conseguirlo, vaya.
Que la basura de cada día nos amarga la vida es una evidencia. Pero, pero … hay que tirar palante, claro que sí,
Q.-
Fina says
Josep,
Todavía tengo la fortuna de poder «contemplar» el mar y bellas puestas de sol desde mi casa. Es mi hora sagrada. Lo que más echo de menos cuando no estoy en Grecia.
Son instantes felices que me aportan serenidad y plenitud en un mundo lleno de cables y ondas que nos inundan y bombardean por todas partes, como muy bien dices…
En un mundo tan infeliz…cuentan que el hombre feliz no tenía camisa…