Philippe Martinez. Boulevard Montparnasse, 27 octubre 2022. Foto JPQ.
Emmanuel Macron ha conseguido unir y fortalecer a sus dos enemigos más peligrosos: Philippe Martinez (Suresnes, 1961), sindicalista de origen comunista duro, secretario general de la CGT, y Laurent Berger (Guérande, 1968), sindicalista de origen católico militante, secretario general de la CFDT, unidos en una petición que puede desestabilizar al jefe del Estado.
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Al comienzo de una de las grandes manifestaciones parisinas de protesta contra el proyecto de reforma de las pensiones de Emmanuel Macron, Martinez nos explicó al pequeño grupo de periodistas que lo seguíamos el origen último de su determinación, de este modo, con cierta ironía lacónica: «Hace años, en muchas ocasiones, la gente de derechas que no estaba contenta con mi condición de militante comprometido, me gritaba: «¡Sucio español, vuélvete a tu país…!». Eran unos mensajes de odio racista e ignorante. Yo nací en Francia, en la «banlieue» de París, los suburbios. Mis abuelos y mi madre eran españoles, mi padre, francés, estuvo luchando contra Franco, en las Brigadas Internacionales…».
«Aquellos mensajes de odio racista me enseñaron muchas cosas», continuó Martinez cuando la manifa de su sindicato se puso en marcha, agregando: «Cuando tus abuelos eran emigrantes pobres, comprendes mejor a los inmigrantes de ahora, que tiene problemas similares. Cuando creces en la «banlieue» y vienes de donde vienes es totalmente normal afiliarte a un sindicato y apoyar a la gente que más lo necesita».
Obrero metalúrgico, Martinez comenzó a trabajar en Renault en 1982, afiliado a la CGT, en un momento político importante. Su sindicato, por aquellos años, estaba íntimamente asociado a un PCF que seguía siendo fiel a la difunta URSS y formaba parte de un gobierno de unión de las izquierdas, presidido por François Mitterrand, que había prometido «la ruptura con el capitalismo».
El puesto sindical en Renault lo convirtió en un personaje clave en las grandes negociaciones que culminaron con la desarticulación de la siderurgia francesa y el inicio de la deslocalización de la industria automovilística. Militancia dura que no le impedía ser un temible futbolista aficionado, en el equipo de Renault, con unas simpatías nunca desmentidas por el Barça.
Hijo de padre comunista, educado en un comunismo francés financiado por la difunta URSS, Martinez terminó separándose del PCF, para consagrarse a la lucha sindical, que culmina pidiendo la retirada total de la reforma de las pensiones aprobada con un decretazo que ha atizado la fronda social.
Su lenguaje reivindicativo muy duro, unos bigotes espectaculares y sus sólidos orígenes comunistas, dan de Martinez una imagen que no siempre coincide con la otra cara de su vida: vive en pareja muy tranquila con otra sindicalista con los mismos antecedentes políticos; está preparando su jubilación, ya mismo; es un «colega» con el que apetece tomar una copa o una cerveza en un «bistró».
Ante Macron, la reforma de las pensiones, el decretazo, Martinez comparte con su gran rival sindical, Laurent Berger, una petición capital para el futuro de Francia: «Macron debe retirar su reforma, por completo».
En el terreno personal, Berger está en los antípodas de Martinez, pero comparte esa petición incendiaria, por estas razones: «El decretazo ha sido una decisión muy peligrosa. El gobierno y el presidente deben comprender lo que está pasando en el país y retirar ese proyecto, que puede provocar problemas más graves».
Berger nació en el seno de una familia de clase media, modesta, católica prácticante, con fibra social. El secretario general de la CFDT hizo estudios de historia, doctorándose con una tesis sobre un obispo de Nantes, monseñor Villepelet, que ganó cierta celebridad colaborando con la resistencia anti nazi durante la Segunda guerra mundial.
Berger comenzó a militar muy joven en la Juventud Obrera Católica (JOC), donde conoció a su futura esposa y madre de sus cuatro hijos. De talante negociador, tímidamente socialdemócrata, muy alejado de cualquier tentación socialista o comunista, terminó abandonando la JOC para afiliarse a la CFDT (sindicato de origen cristiano, históricamente reformista), donde ha hecho carrera y ha terminado «radicalizándose».
Durante los últimos diez años, Berger se consagró como la gran figura negociadora del sindicalismo francés. Padre de familia tranquilo, aficionado a la lectura, nada estridente. Durante los últimos doce meses, ha participado en numerosas reuniones de trabajo con la patronal y el gobierno de Macron. Reuniones que culminaron con un fracaso y el decretazo.
Históricamente enfrentados y rivales, con personalidades muy distintas, Martinez y Berges están enfrentados en el terreno sindical. La CGT y la CFDT llevan años perdiendo militantes. La CGT se ha radicalizado, en busca de nuevos militantes. La CFDT ha girado hacia el «radicalismo», aspirando al liderazgo sindical. Con su decretazo, Macron ha conseguido la unión táctica de la CGT y la CFDT, en la calle, consiguiendo que dos rivales personales hagan frente común contra el decretazo, contra el gobierno, contra Macron.
El resultado final de la guerra en curso, contra el decretazo macroniano tendrá una influencia capital en el futuro presidencial de Macron y el futuro de Francia, consolidada o debilitada dentro de la UE. ABC, El comunista de origen español y el historiador católico: los sindicalistas que han puesto a Macron contra las cuerdas + PDF.
Retrato improvisado de Philippe Martinez.
Macron, sindicatos, pensiones…
José says
El ave Fénix renace de sus cenizas. Los sindicatos prácticamente desaparecidos y comprados desde los años ochenta . La dama de hierro saco al ejército para acabar con los sindicatos de mineros en otros países los compraron o con leyes los fueron desmontando. El capital como en el diecinueve se acumuló en pocas manos a nivel global explotando a parte de sus propias poblaciones. Lo social lo público se privatizó sindicalistas y políticos avispados pasaron a ser elite económica. Antiguos maoístas trotskistas católicos incluso algún inmigrante se relacionaron y disfrutaron de los beneficios de la nueva política del estado mínimo inspirándose en los padres del social darwinismo inglés. El karma no perdona. Los hijos nietos biznietos descubren sus orígenes de indios esclavos inmigrantes colonos y pasan de escupir sobre las tumbas de aquellos que explotaron o acabaron con sus antepasados .Vuelven a organizarse y pedir lo que según ellos les pertenece. El último intento fueron los años veinte treinta del siglo pasado el poder paso a manos de descamisados Mussolini Hitler Stalin Mao …casi dos tercios del planeta estuvo en manos de los descamisados. Era una época de ideologías y propaganda . La propaganda era ideológica pero la finalidad era industrializar se como las potencias controladas por plutócratas empresariales sin ideología solo con pezuñas y caninos ensangrentados con sus nuevas armas que hacían inútiles los adjetivos y las flechas de los que se oponían . Y de pronto en un planeta casi industrializado se quiere continuar como si estuviesemos en el diecinueve pero los de los adjetivos y flechas tienen drones bombas de uranios sucio kalasnikof y todo lo que se pueda comprar en el mercado global. La soga que venden los mercados puede que sea esta vez para acabar con todos ahorcados si el tren no se para.
PS. Muy bueno tu artículo . He disfrutado leyendo el encuentro de los dirigentes sindicales comunista y cristiano. Como antes con las teologías de la liberación.
JP Quiñonero says
José.
Gracias, gracias.
Bueno. Son temas que me tengo muy currados y me salen solos.
A ver en qué queda todo esto…
Q.-