Avenue Marc Sangnier, 7 mayo 2023. Foto JPQ.

A finales de abril, la Francia fue víctima de un severo aldabonazo económico, político y diplomático:

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«…el callejón sin salida política y los movimientos sociales de protesta son una amenaza para la credibilidad financiera internacional del gobierno de Emmanuel Macron” → Fitch degrada la cota / nota internacional de la Francia de Macron.

Semanas más tarde, otra agencia de notación internacional, Standard & Poor’s, lanza otra advertencia, menos grave, quizá, pero igualmente severa: «L’agence américaine a conservé la note de la dette française au niveau AA. L’exécutif y voit la validation de sa politique, même si S&P, comme sa consœur Fitch, s’inquiète de l’absence de majorité du camp présidentiel pour faire passer ses réformes…» → Le maintien par Standard & Poor’s de la note de la France, un satisfecit à la portée limitée pour le gouvernement.

Dicho de otro modo: Francia sigue viviendo a crédito, con más deuda y déficit, firmando cheques por pagar… mañana.

Soberanía y prosperidad pagadas a crédito, en incómodos plazos por pagar, mañana, siempre.

Macron coquetea con el inmovilismo, pagado con déficit y deuda pública, para anunciar reformas muy modestas del sistema nacional de pensiones.

Los franceses temen que Francia esté en decadencia.

Francia.

Macron.

Fotografía.