
París. Boulevard Richard-Lenoir, 29 octubre 2022. Foto JPQ.
Mujeres malienses protestando en París contra la Junta militar cuya «estabilidad» está «asegurada» por las milicias de Wagner, perpetrando contra las mujeres todo tipo de atropellos, violencias y violaciones…
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Las «relaciones» entre Vladimir Putin y el líder del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, también agravan los riesgos de guerras civiles y amenazas desestabilizantes en una decena de Estados africanos, donde la presencia neo colonial de Rusia es una amenaza inflamable para los intereses estratégicos de Europa y los EE. UU.
La reciente visita a Rusia de Abdelmadjid Tebboune, presidente de Argelia, iluminó la tragedia en curso. Tebboune presentó a Putin como «un amigo de la humanidad», por las mismas fechas que el mismo presidente «restauraba» la letra histórica del himno nacional argelino, denunciando el «imperialismo colonial» de Francia, sesenta y un año después de ser un Estado independiente.
El caso de la Argelia de Tebboune, hundida en la pobreza, es bastante semejante al de Malí, Libia, Sudán, República Centro africana, Tchad, Mozambique y Burkina Faso, entre otros Estados africanos, con quienes Putin sostiene relaciones neo coloniales, desde hace años: Moscú ofrece «seguridad» a cambio de materias primas.
Sergueï Lavrov, ministros putiniano de Asuntos Exteriores, ha realizado varias giras por el continente africano, consolidando la implantación económica y militar de Moscú en una docena de Estados, siguiendo el mismo modelo: denunciar el «colonialismo» occidental (desaparecido hace varias décadas), en beneficio mafioso y estratégico de Rusia.
Históricamente, el brazo armado de esa diplomacia neo colonial ha sido el grupo Wagner, organización paramilitar entre mafiosa y neo nazi, creada con el dinero de un banquero amigo de Putin, dirigida, desde sus orígenes, por Yevgueni Prigozhin.
Ese brazo armado de la «diplomacia» putiniana tuvo una importancia capital al expansionismo ruso en Siria y Libia, tomando posiciones amenazantes para los intereses occidentales. En Malí y la República Centro africana, dos de los antiguos bastiones de la presencia histórica de Francia en África, el comportamiento de Wagner ha sido el de una mafia criminal: robando, matando, violando, persiguiendo, aterrorizando a las poblaciones civiles, por «cuenta» de Putin, enriqueciendo a las bandas de asesinos armados que las integran.
Yevgueni Prigozhin y sus hombres llevan años comerciando con diamantes centro africanos, traficando con metales, oro, cobre, aluminio, platino, cromo, tomando posiciones en regiones ricas en hidrocarburos, petróleo y gas natural, uranio.
Durante los primeros años de la llegada de Wagner al corazón de África, las relaciones mafiosas entre Putin y Prigozhin fueron positivas para ambas partes. La milicia al servicio del Estado aportaba mucha riqueza a Moscú. Las ambiciones crecientes del líder de Wagner terminaron agriando esa relación, desatando un rosario de matanzas en Malí y la República Centro africana.
La acumulación de riqueza de los hombres de Wagner y su líder «carismático» atizaron sucias ambiciones. Obedeciendo órdenes de Putin, Prigozhin y muchos de sus milicias, se trasladaron a Ucrania, con el fin de aportar al ejército de ocupación ruso, precipitando la crisis larvada que se arrastraba desde muchos meses.
En Malí y la República Centro africana, Prigozhin y sus hombres se enriquecieron de manera espectacular, matando poblaciones civiles hostiles a la ocupación, violando mujeres y niñas por capricho, intentando exterminar a minúsculos grupos yihadistas islámicos. Muchos especialistas estiman que Prigozhin pudo sentirse decepcionado y traicionado en Ucrania, donde las matanzas sin enriquecimiento han sido mucho menos atractivas que en África.
En paradero provisionalmente desconocido, Prigozhin ha dejado un cierto «vacío de poder» en África, donde los intereses de Putin siguen teniendo una importancia excepcional. Los jefes locales de Wagner, en una docena de países, oscilan entre la tentación de convertirse en bandas criminales «independientes» o volver a vender sus servicios a Moscú.
El riesgo de caos en la Rusia de Putin, víctima de su debilidad de Estado mafioso, las luchas entre mafias disputándose el poder, y los riesgos de guerra civil o fragmentación, son una amenaza directa para Europa y el orden mundial.
El caos en el corazón de África, atizado por Wagner y la diplomacia neo colonial de Putin, corre el riesgo de precipitar ensangrentados incendios sociales y políticos de consecuencias «indirectas» para Europa, a través de los aldabonazos de la inmigración convirtiendo el Mediterráneo en un mar ensangrentado. ABC, La revuelta de las milicias Wagner abre interrogantes sobre la presencia rusa en África. PDF.
Wagner y las milicias privadas de Putin están desestabilizando África.
Alguien tiene que contar este lado del tablero, sí.
Gracias.
Armando,
Bueno … también es una cuestión de lenguaje y claridad de lenguaje …
Vamosssssss …
Q..
Gracias por contarlo, Q
Gracias, Irene, sí,
Q.-
Chapoteando en aguas negras y de fondo una música romántica de mediados finales del siglo diecinueve. Una vez se ha de regularizado todo todos como arañas con nuestros venenos armados. No queda nadie inerme. Empieza el Juicio final que acaba con la lucha final de todos contra todos. Mucha competitividad y poca competencia en el momento actual.
Muy bueno tu artículo.
José,
Te agradezco un montonazo …
Vamosssss
Q.-