
Rue d’Aubervilliers, 11 enero 2019. Foto JPQ.
«¡Piense en pegar fuego a toda la ciudad..!».
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La geografía Francesa de los disturbios, violencias, vandalismo, incendios y criminalidad coincide con la geografía de la pobreza, la miseria y la fragmentación social, religiosa y cultural más absolutas.
El 2005, cuando estallaron los legendarios disturbios que obligaron a Jacques Chirac a declarar el «estado de excepción», recurriendo al ejército para pacificar el incendio nacional de los suburbios, la «banlieue», en Francia existían unas 740 zonas sensibles, según la terminología oficial.
Dieciocho años más tardes, cuando Francia vuelve a sufrir una nueva ola de vandalismo y violencias suburbanas, están repertoriadas más de 800 zonas sensibles, bien clasificadas por el Instituto Nacional de Estadísticas Económicas (INEE), bien estudiadas por los sociólogos.
El INSEE califica de zonas sensibles a las barriadas o aglomeraciones urbanas donde pobreza, miseria y violencia se codean a diario.
Esas zonas sensibles se encuentran, esencialmente, entre las veinte ciudades más peligrosas de Francia, comenzando por París y su región, Lille, Lyon, Burdeos, Toulouse, Marsella, entre otras. El vandalismo y violencias de los últimos días han sido particularmente graves en los suburbios y «banlieue» de esas ciudades, que destacan por una criminalidad excepcional.
En París y su región (12 millones de habitantes) se cometieron el año pasado más de 200.000 crímenes de diversa naturaleza. En Lyon se cometieron 51.000 crímenes. En Marsella, más de 70.000. En Toulouse, unos 37.000… Esa geografía nacional de la violencia criminal (del robo a mano armada al asesinato, pasando por el incendio crapuloso o los ajustes de cuentas entre bandas) coincide perfectamente con la geografía de la violencia más reciente, durante los últimos doce meses.
Según las estadísticas oficiales, esa geografía del vandalismo y la criminalidad crónica también coincide con la geografía de la miseria y la descomposición social.
La pobreza crónica afecta al 60,4 % de la población de los barrios pobres de Carcassone, que deben vivir con menos de 600 euros mensuales. En Perpignan, feudo de la extrema derecha, la pobreza crónica afecta al 69,4 % de la población de las zonas sensibles. En Malakoff, periferia de París, el paro afecta al 40 % de la población activa. En el distrito 18 de París, la pobreza extrema afecta al 38,4 % de la población. En muchas de las ciudades de la «banlieue» parisina, pobreza y miseria afectan del 36 al 38 % de la población.
Jacqueline Lorthhiois, socióloga especializada en zonas sensibles, analiza esos procesos de este modo: «A esa relación entre violencia miseria suburbana, es necesario añadir otra componente. Vivir con 600 o 700 euros al mes en una ciudad de provincias es muy duro. Pero puede ser todavía más duro en la periferia de París, donde las familias descompuestas, las madres solteras, las familias pluriculturales, se amontonan en pisos pequeños que han envejecido muy mal, creando graves problemas de convivencia que solo pueden atizar la angustia social y los riesgos de vandalismo». ABC, Las barriadas de Francia, una combinación de pobreza, criminalidad y violencia.
Macron despliega 40.000 policías para contener los disturbios en Francia.
Francia pese al despliegue de 40.000 policías: hay 667 detenidos.
La banlieue / los suburbios, campo de minas incendiarias de París y las grandes ciudades de Francia.
Que ambas geografías coincidan no es sorprendente.
Lo que es más sorprendente es que no salgan de esa espiral destructiva a pesar del paso del tiempo.
También pienso que es pertinente preguntarse si la miseria cronifica la violencia, o la violencia cronifica la miseria. Porque el camino a tomar para intentar salir sería muy distinto en uno y otro caso.
Armando,
Todo lo que dices es de una sensatez absoluta.
Mientras te leo y respondo, Macron estudia la declaración del estado de urgencia nacional…
¿Lo hará?
Veremos,
La evidencia es que ese cáncer social, suburbano, está ahí y curarlo y tratarlo requiere medidas sociales, económicas, culturales, etcétera … a corto, medio y largo plazo…
Veremos…
Q.-
¿Cómo curar y tratar la violencia?
¿Cómo salir de esta espiral destructiva?
¿Quién sale beneficiado de todos estos desórdenes?
Es muy difícil sobrevivir ante tantas amenazas e inseguridades…No es posible levantar cabeza.
Veremos…o no…
Fina,
De momento, la familia política que más se beneficia es la extrema derecha de Le Pen… hay otras extremas derechas, más duras.
Las izquierdas tradicionales, out.
La extrema izquierda, sube un poco.
Macron… mírame no me toques…
La sociedad… inquieta, inquieta…
Q.-