Ronda de Sant Pere, 2 de agosto 2023. Foto JPQ.
Historia entre vergonzosa y humillante.
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Josep Pla publicó en 1956 un artículo titulado “Noticies d’aquella época: els llibres catalans”, recogido en el volumen XXXI de sus OC, “Articles ama cua” (1976).
Pla recuerda que Josep Maria Cruzet i Sanfeliu le dio cita aquel año en la Llibreria Catalònia (Casa del Libro, durante una época, por razones franquistas), para estudiar la posibilidad de editar libros escritos en catalán, aspirando a “intentar salir de las catacumbas” donde se encontraba la cultura catalana.
Catalònia había sido fundada en 1924 por el gran asociado de Cruzet, Antoni López i Llausàs, editor de Pla, desterrado voluntario en Buenos Aires, y tuvo su primera sede en el número 17 de la Plaza de Cataluña, para trasladarse al número 3 de la Ronda de Sant Pere en 1931, donde Pla se entrevistó con Cruzet, uno de los protagonistas del renacimiento de la edición en lengua catalana.
Años atrás, Josep Carner había publicado “Nabí”, en Buenos Aires, en 1941, y en Barcelona, clandestinamente, en 1947, fechada esa edición en 1938, para “despistar” a la policía franquista. Carles Riba, por su parte, publicó clandestinamente las “Elegies de Bierville”, en Barcelona / Sabadell, fechada la primera edición en Buenos Aires, en 1942 / 43.
La “normalización” de la edición de libros catalanes, en catalán, comenzó, no es un secreto, en la Llibreria Catalònia. Desde los años 20 y 30 del siglo pasado, también fue pionera en la publicación de traducciones al catalán de grandes clásicos internacionales (Tolstoi, Chesterton), al mismo tiempo que publicaba clásicos catalanes.
Se trata de una tarea esencial, entre la Plaza de Cataluña y el número 3 de la Ronda de Sant Pere de Barcelona.
Catalònia desapareció el 2013, víctima de un incendio y la dejadez culpable de los poderes públicos catalanes, la Generalitat, presidida por Artur Mas, y la Alcaldía de Barcelona, siendo alcalde Xavier Trias.
En el edificio / local donde estuvo la Llibreria Catalònia se instaló hace años la cadena norteamericana de comida rápida McDonald’s, cuyas especialidades de mayor éxito son el Spicy McCrispy, el Big Mac y los Chicken McNuggets. Indicar, con una placa, que en ese lugar se encontraba una de las grandes librerías / editoriales de la historia de Barcelona y Cataluña quizá sea algo tan indispensable como humillante.
José says
Ya Nerón incendio Roma para hacer una ciudad nueva. Lo único que cambia es que se ha perfeccionado en cuatro o cinco o más años podemos cambiar las ciudades de un continente. Hacer ciudades nuevas sobre las ascuas aún ardiendo es juego de niños. La biblioteca más antigua los museos con los restos de miles de años las fábricas…todo puede desaparecer y aparecer cosas nuevas y distintas. La gente vivía la mayoría en el campo hoy en las ciudades de la miseria. El día que se colapsen las entradas por donde llega todo lo que se necesita para mantener viva la ciudad todo entrará en los agujeros negros abiertos durante estos últimos cincuenta años. Normal que las librerías se conviertan en centros de comida rápida y barata las farmacias en bares de copas como las iglesias en bailes…es lo que hay. Lo hacemos y no sabemos que lo hacemos . Nadie se libra en este tren en marcha y menos bajarse.
JP Quiñonero says
José,
Pues vaya usted a saber…
En este caso, olvidar lo que significó la La Llibreria Catalònia me parece una falta de memoria y respeto por la cultura… Detalle que no interesó a nadie, en su día, ni interesa a nadie tantos años más tarde,
Q.