“El dret es guanya per les armes” (1937). Cartel encargo del partido Estat Català a Carles Bécquer i Domínguez (Barcelona, 1889-1968), pintor y dibujante, colaborador habitual de En Patufet.
La Guerra y la Técnica hipotecan nuestro destino.
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El futuro de Ucrania, en el corazón de la Europa secuestrada (Milan Kundera), influirá de manera determinante en el futuro de Europa, su empantanada e hipotecada construcción.
La Rusia de Putin y el posible caos de una Rusia posterior a Putin seguirán hipotecando, cómo dudarlo, el futuro del corazón de Europa.
El “control” de la Técnica, por su parte, hipoteca el destino mismo de las civilizaciones. Algunos especialistas, como Laurent Alexandre, estiman que “con la Inteligencia Artificial, la marginalización de la especie humana es un riesgo inevitable”.
En ambos terrenos, el futuro de la Guerra y el futuro de la Técnica, los hermanos Jünger y Martin Heidegger estuvieron entre los muy primeros en pensar los riesgos saturnales que se cernían sobre nuestra civilización.
Ernst Jünger, por su parte, creó unos legendarios Arquetipos, el Emboscando, el Trabajador, el Anarca, el Soldado, desbrozando los “senderos en el bosque” (Heidegger) de los “últimos hombres” resistiendo emboscados al imperio saturnal de los Titanes y la Técnica:
“… sus grandes figuras, el Trabajador, el Anarca, el Emboscado, son mitos y arquetipos espirituales [ .. ] creaciones del espíritu, destinadas a repoblar espiritualmente la vida del hombre, ante las amenazas de destrucción total que pesan sobre aquello que, en otro tiempo, se llamó “alma” o “persona” [ .. ]
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“… el Trabajador explica el nuevo puesto del hombre en un mundo colonizado por la técnica. El Anarca habla de la identidad de los nuevos proscritos, intentando defender el estatuto de los antiguos hombres, amenazados de exterminio definitivo. El Emboscado evoca la figura de quienes prefieren buscar refugio en el bosque, amenazados de muerte por los Titanes y la Técnica…” [ .. ]
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“… a su juicio, nuestra civilización solo podría salvarse a través de las creaciones del espíritu, construyendo una casa común para todos los pueblos europeos, afirmando la supremacía de las fuerzas del espíritu contra las fuerzas y la tiranía de la técnica…” Una aventura faústica.
Tras esos antecedentes, Fernando Castillo ha compilando una antología de textos de Ernst Jünger, Benito Mussolini, Ernst von Salomon y Rafael García Serrano, “Fervor del acero. Cuatro testimonios de la guerra en Europa, 1914 – 1939” (Editorial Renacimiento. Biblioteca de historia), que evocan, en escorzo o directamente, la cuestión esencial de la Guerra y sus “tormentas de acero” (Jünger).
Jünger, uno de los más grandes escritores del siglo XX, Mussolini, profeta armado del fascismo, Salomon, gran maestro de obras significativas, García Serrano, un “falangista castizo”, totalitario del esperpento franquista, novelista mal estudiado: autores muy distintos, “desiguales”, de imposible “comparación”, tan alejada está la naturaleza de sus obras. Con un punto en común, sin embargo muy actual: pensar el puesto del soldado en la sociedad de ayer, la que ellos vivieron, y en la sociedad de hoy, la nuestra, cuando la Guerra y la Técnica, con su fuerza endemoniada, la fuerza de los Titanes, en la Teogonía de Hesíodo, sigue amenazando la supervivencia de los Inmortales, las fuerzas del espíritu que defienden los últimos hombres libres.
Jünger y nuestra lucha (¿?) contra la Tiranía de las Cosas Dominantes.
Jünger, Titanes, Inmortales, Circe y el destino de nuestra civilización.
José says
Todo empezó creo en el siglo XVII lo más probable. El gran proyecto que no ha acabado era crear una segunda naturaleza artificial. Arrasaron con todo lo anterior de una manera sibilina que solo trescientos años más tarde se empieza a manifestar. En Italia se acabó de una manera inteligente con la física cualitativa todo se podía reducir a mecanismos matematizados diseñados en planos con una gran precisión. Apareció los mismos objetos duplicados triplicados…todo producto de la nueva física matematizada. En Francia fueron más lejos convirtieron el infinito matemático en Dios . El individuo quedó reducido a algoritmos. Y la materia a pura extensión geométrica. De un plumazo desapareció la naturaleza cualitativa con nada igual a si mismo todo diferente en movimientos que no se podían cuantificar. Una vez se acabó con lo natural los artificios con todo tipo de materias fueron adquiriendo vida y se independizaron de la primera naturaleza. Todo ha ocurrido sin que nos diésemos cuenta. La ciencia se convirtió en pura tecnología. Y en esta estamos. Poco a poco lo finito infinito natural se convirtió en pura materia en movimientos alimentados por las fuerzas telúricas originales y hoy hay guerras de maquinas dirigidas automáticamente. Los creadores de tales artefactos cada vez más inútiles desprovistos de todo tipo de espíritu solo la precisión y el funcionamiento es lo que verdaderamente importa. Es una guerra que continúa donde los que menos importan son los diseñadores de ese monstruo no fue creado de la nada sino de lo que había y hoy tiene autonomía propia. Una guerra en la que los solados solo son piezas de las máquinas militares que se destruyen entre ellas y de paso con los restos que quedan de la primera naturaleza de la verdadera fisis original.
JP Quiñonero says
José,
La Guerra … menuda historia trágica… la lucha de los Titanes y los Inmortales … que comenzó a contar Hesíodo…
Q.-