Rue du Faubourg-Saint-Antoine, 16 julio 2023. Foto JPQ.
Francia teme un rosario de atentados terroristas islámicos, antes o durante los Juegos Olímpicos que deben celebrarse el año que viene, «anunciados» el sábado, con derramamiento de sangre, cuando Armand Rajabpour-Miyandoab, francés de padres refugiados iraníes, mató a un turista alemán e hirió gravemente a otras dos personas gritando: «¡Alá u-Akbar». «Alá es el más grande!».
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Varios especialistas que prefieren guardar el anonimato, hacen el mismo análisis: «No nos engañemos. Quizá se trate de una primera advertencia de lo que pudiera ocurrir las próximas semanas, los próximos meses, cuando se vayan aproximando los JO del año que viene».
Francia es el primer blanco yihadista de Europa, desde hace años. Desde el 2012, el yihadismo se ha cobrado en Francia 274 muertes. Entre 24 y 25 muertos por año, más de un muerto cada quince días.
Jean-François Ricard, fiscal nacional antiterrorista, confirmó la noche del domingo que Rajabpour-Miyandoab, había grabado un vídeo anunciando y confirmando su proyecto terrorista. Ese vídeo demuestra que el terrorista había jurado fidelidad al Estado islámico, una de las organizaciones yihadistas más trágicamente célebres de la historia, que sigue teniendo lazos profundos con el islamismo de Afganistán.
Según Ricard, el asesino ha tenido relaciones personales con otros terroristas autores de varios crímenes yihadistas.
Desde hace años, Rajabpour-Miyandoab estuvo en contacto con Abdoullakh Anzorov (el hombre que mató a un profesor de historia, Samuel Paty, el 2020), Larossi Abballa (el asesino de dos policías Jean-Baptiste Salvaing y su compañera, Vanessa Schneider, el 2016), Adel Kermiche (el islamista que mató al padre Jacques Hamel, párroco de la iglesia de Saint-Étienne de Saint-Étienne-du-Rouvray, el 2016) y Maximilien Thibaut, un yihadista francés huido a Siria, que formaba parte de una célula que proyectaba «instaurar un califato islámico en Francia y otros países europeos».
El fiscal nacional antiterrorista también confirmó la detención y posible inculpación de complicidad en delitos terroristas de varios miembros de la familia franco-iraní de Rajabpour-Miyandoab
Fichado, siguiendo «cuidados» médicos y psiquiátricos, que abandonó voluntariamente, Rajabpour-Miyandoab ya fue condenado el 2018 a cuatro años de cárcel, firme, y otro año de prisión, con remisión de pena, por participar en un proyecto de acción violenta en el barrio de negocios de la Défensa (Hauts-de-Seine), al oeste de París. Tras cumplir esa pena, el yihadista volvió a matar, el sábado.
Las primeras declaraciones del yihadista vocacional confirmaron una personalidad delirante y ultra peligrosa. Rajabpour-Miyandoab reconoció ser el autor del crimen, «justificándolo» con afirmaciones de este tipo: «Estoy harto de ver morir a los musulmanes, en Gaza y en otros lugares. Francia es cómplice de Israel. Hay que actuar».
Mientras la policía judicial continúa investigando, fuentes próximas a la instrucción han revelado que, en verdad, Rajabpour-Miyandoab cambió una o varias veces de nombre. Oficialmente, estaba reconocido como Armand, nacido en Francia el mes de marzo de 1997, en Neuilly-sur-Seine (Hauts-de-Seine), hijo de padres iraníes que huyeron del Irán de los ayatolás. Sin embargo, varios testimonios parecen demostrar que Rajabpour-Miyandoab también se hizo llamar Imán en muchas ocasiones, en privado, en público y en las redes sociales
Desde Berlín, el canciller Olaf Scholz, ha subrayado la dimensión europea de la amenaza yihadista, declarando: «Este crimen atroz nos recuerda e ilumina las imperiosas razones que nos obligan a luchar juntos contra el odio y el terror».
En el terreno político, el centro derecha próximo a Macron, la derecha tradicional, la extrema derecha, el PS, el PCF y los ecologistas denuncian con energía muy semejante el crimen yihadista. La extrema izquierda de La Francia Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon, por el contrario, ha preferido insistir en el «tratamiento psiquiátrico» que había seguido el asesino, pidiendo que no se hagan «hamalgamas políticas», evitando la denuncia clara del yihadismo islamista. ABC, Francia teme que el atentado de París sea la primera advertencia yihadista antes de los Juegos Olímpicos + PDF.
Yihad en París … “¡Alá es el más grande…!”.
En Francia, el yihadismo se aprende y propaga en la escuela.
José says
….el difícil oficio de la autoridad. Cuando a los individuos pierden sus raíces y los mezclan la violencia de todo tipo marca quién manda y más cuando las sanciones de las normas no son posibles de aplicar. Los grupos mafiosos terroristas políticos tienen o pueden llegar a tener tanto poder como lo que antes y no ahora era el monopolio legal de la autoridad armada en el estado nación. Una vez desaparecido el estado el enfrentamiento entre los bípedos sin raíces será la norma. Nadie tendrá la seguridad de vivir en un estado de derecho. Tal vez uno puede creer que está en un estado de matones donde una vez mandan unos y otras veces los otros. El individuo abandonado que no está en ningún grupo que lo proteja está inmerso en el miedo el pánico en el terror y más sino no tiene armas ni conocimientos para defenderse. Y por encima de todos unos hiper objetos militares capaces de acabar con el hormiguero desmontado lo o con la posibilidad de acabar con todos. Pobres alcaldes pobres políticos pobres militares sin autoridad y tan impotentes como aquellos a los que tienen que proteger. Y tan cerca de grandes acontecimientos deportivos culturales político…o sea acontecimientos de masas y multitudes.
JP Quiñonero says
José,
Bueno… en este terreno, hay otro problema de fondo: hay individuos que piensan que la Autoridad Suprema es la Autoridad de Alá, que ellos interpretan a su manera y son capaces de matar por esa sinrazón criminal, ay,
Q.-