Rue de Rennes, 4 diciembre 2023. Foto JPQ.
Me tiro a la calle, esta tarde de aguacero, sin rumbo muy preciso, y me asalta el recuerdo de una reflexión de El Hombre Enmascarado (The Phantom), el héroe de Lee Falk, que descubrí en mi primera adolescencia:
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«Llueve, no solo en mi corazón».
César Vallejo “Me moriré en París con aguacero…”.
Del hombre invisible al hombre nuevo emancipado al superhombre al enmascarado al araña al capitán global …quizá el único que sobreviva sea el pequeño hombrecito de los psicoanalistas. Hemos vivido de fantasías y de creadores de utopías y distopías. No queremos quedarnos solos como pequeños hombrecitos. Necesitamos héroes y malvados que nos acompañen por este valle de lágrimas hasta conseguir el paraíso infierno aquí en la tierra y otros en el más allá invisible necesitamos metafísicas para olvidarnos de la física real y prosaica. Soñar con super hiper sobre humanos que puedan distraer a los que son conscientes de pertenecer a los homínidos descendientes de simios con mutaciones patológicas. Mutaciones que continúan en el programa escrito en los genes de estos pequeños hombrecitos. Vuelan por los cielos van bajo las aguas de los mares suben montañas como cabras viven entre cosas que tienen las propiedades que buscaban para su cuerpo como tienen las otras especies. Alas venenos garras caninos …y sobre todo poderse enmascarar como los camaleones. Tal vez sea de las pocas cosas que hemos conseguido cambiar de careta disfraz para cazar a otros hombres. Será la única metafísica que prevalece y que hemos y vamos perfeccionando en nuestra aventura de disfraces.
José,
Creo que llevas bastante razón y das a la cosa la profundidad que merece.
También se trata de realidades paralelas que iluminan otros mundos, que también son nuestro mundo…
Q.-
Josep,
Es que sin superhéroes parece que no hay emoción ni salvación…
Preciso soñar con héroes buenos, valientes, guapos e inmortales que nos alegren la vida y las tardes de frío y aguacero…😃