
Place d’Aligre, 7 octubre 2023. Foto JPQ.
Quizá no fue el azar.
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Pudo tratarse del azar objetivo de los surrealistas, que André Breton comenzó por explorar en Nadja (1928), Les Vases communicants (1932) y L’Amour fou (1938).
Azar objetivo. El día de mi aniversario… recordar la caracola que teníamos en casa, en mi infancia. Mi padre creía y me transmitió su creencia: se escuchaba, se escucha, el rumor de las olas del mar, cerrando los ojos con la caracola muy próxima al oído izquierdo. ¿O era el oído derecho..?
2024… el año del Surrealismo, André Breton.
Quiño,
Fuera el derecho o el izquierdo, lo que cuenta es sentir con los ojos cerrados el rumor de las olas del mar…
Bellas creencias!!!!!!!!!
Fina,
Si, claro que si … Creer, creer … las olas del mar, qué maravilla…
Biennnnnnn
Q.-
Que ocurre cuando los hippies de los sesenta los maoístas de los setenta los yupis de los noventa los descreídos del dos mil llegan a los años veinte del siglo XXI y se dedican a ir a los mercadillos a vender la buena nueva de las conchas de los mares secos y otros restos. El único sonido del mar a no ser que enchufes las pantallas o pongas música de autoayuda. Ya no predican el amor y no la guerra con sus florecitas y sus hierbas sus hongos sus ácidos lisérgicos y todo lo que consiga hacer olvidar las guerras frías y calientes. Ellos solo querían vivir en el amor aunque fuese loco. Los pelos largos y las barbas blancas y largas solo les permite vender los restos de una naturaleza en manos de grandes corporaciones que vacían mares y solo dejan conchas para los mercadillos para que los jubilados puedan oír vender la música del mar siempre que los acufenos lo permitan. Vivir para ver. Los surrealistas se hacen viejos y apenas les prestan atención. Casi nadie cree en la lucha de clases ni en el inconsciente ni en el superhombre o hombre nuevo. Solo el ruido de la concha nos recuerda que hubo un mundo en el que las olas siempre estaban empezando el relato de la belleza artística. Solo nos queda conservar aquello que nos hacía felices de niños aunque fuese una piedra un palo una concha … para recordar que tuvimos unos momentos de felicidad antes de probar en el nuevo mercado las flores la hierba los ácidos las setas las líneas el crack …la mar la mar siempre empezando…
José,
Bien… que bien, recordar el Cementerio marino… el mar, sin cesar comenzando, ah…
Q.-
Josep,
Qué belleza soñar, agradecidos y en paz, con instantes felices contemplando el mar…!!!