«Dora y el Minotauro» (1936). Museo Picasso.
El Museo Picasso ha reorganizado su colección, la más importante del mundo, desde un punto de vista muy ecuménico, presentada con un homenaje al más turbulento e insumiso de los amores del genio malagueño, Françoise Gilot.
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Con la excepción del «Guernica» y «Las señoritas de Avignon», las dos obras capitales que se encuentra en el Reina Sofía madrileño y el MoMa neoyorquino, los fondos del Museo Picasso parisino tienen una importancia única y excepcional, por una razón muy simple: buena parte de la fiscalidad de la herencia de Picasso se pagó con obra… El Estado francés se «cobró» con pinturas, esculturas, documentos, cerámicas, collages, manuscritos, documentos, cuyo precio no ha dejado de crecer y multiplicarse. España no supo retener al creador, que intentó trabajar en Madrid y Barcelona, con poco éxito, convirtiendo París y Francia en su patria de adopción.
De ahí la importancia de la reorganización de las colecciones del Museo Picasso de París. Desde hacía varios años, el Museo había prestado mucha obra para celebrar acontecimientos, como el aniversario de la muerte el año pasado.
Recuperada la obra, el Museo ha decidido proceder a una reorganización, presentar el conjunto del legado picassiano desde una óptica quizá más «generalista». París puede presentar prácticamente todas las grandes etapas de la creación picassiana: periodos azul y rosa, cubismo, surrealismo, figuraciones varias, «descubrimiento y gloria» del Mediterráneo, sin olvidar varias décadas de collages y esculturas, con un «olvido» relativo: la importancia de Julio González y Pablo Gargallo en la «formación escultórica» de Picasso.
Se han presentado decenas, centenas, quizá millares de «perspectivas» de Picasso. La perspectiva global del Museo Picasso de París quizá sea única, gracias a un legado igualmente único. Reorganizando su colección es posible volver a «descubrir» los orígenes y metamorfosis del arte contemporáneo, a través de uno de sus más grandes genios.
El descubrimiento del Mediterráneo Picasso puede realizarse con una «guinda» que tiene interés propio. Una de las veintidós salas donde se presentan más de 400 obras, está consagrada a la vida y la obra personal de Françoise Gilot, compañera de Picasso entre 1943 y 1953, madre de dos hijos, Claude y Paloma, que han tenido una gran importancia en la gestión del legado picassiano.
Françoise Gilot decidió «romper» con Picasso en 1965, publicando un libro escandaloso, «Vivir con Picasso». Una mujer de gran trapío, artista, creadora, de gran valía, «ponía a parir» al padre de sus dos hijos en unos términos que causaron estupor. Picasso presentado como un personaje cínico, egoísta, machista, «traidor»… entre una larga retahíla de «maldades» que solo podía contar una mujer muy libre e independiente.
Madame Gilot terminó marchándose a los EE. UU. donde tuvo otras vidas y pudo culminar su obra artística, finalmente reconocida.
Picasso se benefició del trato de incontables aduladores y admiradores incondicionales. ¿Cómo atreverse a denunciar los comportamientos personales más ingratos y detestables, que no eran desconocidos, ni mucho menos? Aquí y allá algunas personalidades osaron «matizar» la «humanidad» y el comportamiento «inhumano» del creador. Otros, como Dora Maar, intentaron «resistir». En vano. La protagonista de una obra legendaria, «Dora y el Minotauro» (propiedad del Estado francés, por razones fiscales, siempre), murió sola y abandonada, quizá todavía necesitada de un gran homenaje indispensable.
Reordenando su colección expuesta, el Museo Picasso nos invita, a su manera, a revisar y «repensar» una obra descomunal. Las 200.000 piezas propiedad del Estado francés, las 2.000 pinturas y más de 11.000 dibujos seguirán ofreciéndonos siempre nuevas perspectivas, en el futuro. Cómo olvidarlo. ABC, El Museo Picasso de París se renueva y homenajea a Françoise Gilot, su amor más insumiso + PDF.
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Arte.
Las tres caras de Picasso. Sus mujeres hijos sus telas y sus dineros. Cuantas caras tienen los que van de genios los camaleones . Muchas. Hay un tres un cuatro un cinco… por ciento que nacen sin conciencia individual para saber dónde está el bien y el mal sin empatía para los que los acompañan y se dan se sufren en todos los ámbitos de la vida. Hay individuos tóxicos pero seductores inteligente y a veces admirados que van construyendo la red del mundo que nos debería proteger con sus negocios sus armas y sus artes pero los hay que dejan agujeros para que se rompan nos rompamos todos la crisma. Son individuos que han encontrado su lugar para llevar a cabo sus perversidades. Patología que no tienen cura. Y más en este mundo que aparecen unas élites con una cultura que promociona este tipo de individuos tóxicos criados con cicuta que te besan y tienes que contar los dientes por si te falta alguno y algunos son tan letales que no tienes tiempo de contarlos. Una época con un espíritu destructor en la mayoría de las actividades humanas que lo colectivo ha dejado de existir y hay unas élites de individuos que llenan las pantallas y muchos de ellos están en museos laboratorios ejércitos partidos políticos o como vecinos y parientes que no tienen cura y como diría Sartre creadores de infiernos con éxito. Menos mal que la mayoría aunque no sean famosos y algunos famosos intentan ser son buena gente. Pero no creo que las mafias de camaleones narcisos desaparezcan por qué todos sean honrados en un mundo hecho por élites mafiosas. Me llaman ladrón por robar una gallina y emperador por robar pueblos enteros. Diógenes y Alejandro hoy en manos de los psiquiatras sin encontrar solución posible. Los cínicos perros sin amos forman jaurías cabreadas que sacan a sus emperadores a pasear.
José,
Me atrevería a añadir algo sencillo … el genio, monstruo o no monstruo, también debe ser un currante del copón… trabajando a toda hora, todos los días y noches… currando en sus cosas, claro, pero currando, que la genialidad también debe ganarse en ese terreno…
Q.-