Boulevard Saint-Germain, 13 marzo 2024. Foto JPQ.
«¿Porqué quiere usted fotografiarme..?
[ .. ]
«Porque está leyendo Le Canard enchaîné«.
«¡¡!!..»
«Usted tiene una personalidad muy atractiva, sin duda. Pero, justamente, que una señora como usted lea Le Canard enchaîné me ha parecido un detalle digno de ..».
«Pero qué dice… yo leo el Canard desde antes de casarme. Los periódicos no siempre son de fiar. Ni mucho menos».
«Lleva razón. Yo escribo en un periódico. Nobody’s perfect».
«¡Espero que sea usted de fiar…».
Gratitudes mil, Madame.
París en color … parisina leyendo su periódico, rue de Buci.
Cuidado con la pata, Quiño.
Claro, claro, Pablo, soy Libra… es decir: charlatán que siempre pide permiso, claro,
Q.-
Se puede desconfiar de los periódicos pero nunca jamás de las mujeres. Todos por ahora somos hijos de una mujer. Y madre solo tenemos una mujeres hay tantas como hombres. Y un mundo que ningunea las aptitudes intelectuales del sexo femenino que está al mismo nivel que el masculino y lo supera en el mundo de los cuidados de los indefensos sean recién nacidos o viejos. La mentira es algo que siempre existirá . Las paradojas lo invaden todo no hay discurso que no las tenga. El paso de lo singular a lo universal es tan común que sin esta mentira apenas podríamos hablar. Ahora cuando decimos todas las mujeres todos los hombres son …lo que sea lo más probable que mintamos pero seguro que podemos decir sin miedo a equivocarnos todos los hombres y mujeres somos hijos de una mujer madre. Aunque intentemos cambiarlo con las biotecnologías maléficas que lo intentan todo y pronto podremos decir soy hijo de una plataforma por la que se pagó cierta cantidad para que naciera. Bueno a esperar toca mientras tanto a distraerse con un periódico o un Smart.
José.
Hombre… desconfiar de los periódicos y salvar a las mujeres… no llego a tanto. Hay mujeres encantadoras y mujeres muy canallescas, dicho sea finamente. Pero, bueno, ellas te agradecerán el detalle, claro, faltaba más,
Q.-
Josep,
Gracias por confiar en las mujeres y en las madres…
Siempre habrá alguna oveja negra, pero por lo general no hay amor comparable y más desinteresado que el de las madres y padres por sus hijos…
¿Cómo serán los hijos del futuro?
Más perfectos, más sanos, más guapos, más inteligentes, más felices, inmortales quizás…???
¡Quién sabe!
Esperemos que sepan elegir para sus gobiernos a los mejores y se logre vivir en armonía y justicia.
En fin, lo mío es soñar, imaginando un mundo mejor…