«La pell de Barcelona», Francesc Català-Roca
Francesc Català-Roca… «…si hubiese nacido en París o Nueva York, hoy sería un genio reconocido universalmente…».
[ .. ]
Sin duda, Català-Roca, Català para los íntimos, tuvo mucho éxito en Madrid y Barcelona. Fue galardonado, publicó grandes libros como tal reconocidos. Los catálogos de sus exposiciones son documentos importantes.
En la cúspide, el maestro dejó escrito este deseo íntimo: “Entre algunas de las cosas que todavía tengo ganas de hacer, está un libro de fotografías que me gustaría titular La piel de Barcelona y que mostraría el paso del tiempo a través de las fachadas de la ciudad”.
Ese deseo ha tardado treinta años en realizarse. Ese libro que Català-Roca deseaba publicar se llama «La pell de Barcelona», y la Alcaldía de Barcelona lo presenta de este modo:
«El primer volumen es una reproducción fiel de la maqueta física que preparó Francesc Català-Roca. El segundo volumen recoge textos de Lluís Permanyer, amigo y colaborador del fotógrafo; Andreu Català Pedersen, hijo del artista; Laura Terré, experta en Català-Roca y comisaria del centenario de su nacimiento, y Guim Costa, decano del Colegio de Arquitectos de Cataluña. También se reproduce el fragmento de las memorias de Francesc Català-Roca en el que habla de su relación con Barcelona y menciona su deseo de editar algún día este libro».
Queda por editar otro libro inédito, sobre Nueva York. Ahí es nada.
«La pell de Barcelona» es un libro misterioso y único, muy alejado del resto sobre su obra, bien conocida y admirada.
De entrada, el fotógrafo se sirve del color para vagabundear por su Barcelona íntima y escribe: «Hablando de hacer libros, tengo otro pendiente que podría llamarse «Barcelo-Nines», ya que solo es necesario ir con la cabeza levantada para darse cuenta de la cantidad de mujeres, de figuras de mujeres, que hay en las fachadas de la ciudad. ¡Está llena de ellas! Conozco muchísimas ciudades del mundo, pero no he encontrado otra con tantas mujeres en sus fachadas como Barcelona».
En las fachadas, monumentos, calles, callejas de Barcelona, Català-Roca no solo descubre mujeres. También descubre monstruos, genios, gnomos, misterios, y misteriosas geometrías, cuya geografía celeste tiene infinitas correspondencias.
En su obra, el maestro compone dobles páginas… la imagen de cada página «dialoga», «ilustra» e «ilumina» su «vecina» para revelarnos la continuidad, ruptura, paralelismos… entre la cristalera de una iglesia gótica y una caja de sardinas, entre la Barcelona pop de los años 60 / 70 del año pasado y la iconografía medieval que también está presente en la topografía urbana. Entre otros muchos «diálogos» y paralelismos.
Una obra maestra que ha tardado varias décadas en ser rescatada. ¿Cuántos años será necesario esperar para conocer el libro inédito sobre Nueva York?
La piel de la ciudad, la piel de Barcelona … «C’est par la peau qu’on fera rentrer la métaphysique dans les esprits», decía Antonin Artaud. Ese es el sentido último de la obra póstuma de Català-Roca.
«… si hubiese nacido en París o Nueva York, hoy sería un genio reconocido universalmente…»→ Català-Roca, Forever.
Deja una respuesta