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Rue de Rivoli, 22 abril 2024. Foto JPQ.
Historia muy mayor del comercio, el urbanismo, las metamorfosis de la gran ciudad.
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Como Le Bon Marché (1838), el Bazar de l’Hôtel de Ville (1850), Printemps Haussmann (1865), Galeries Lafayette (1893), «catedrales del mundo moderno» (Émile Zola dixit), La Samaritaine (1870), ha sobrevivido a una o dos revoluciones industriales, dos guerras civiles entre los pueblos europeos, dos ocupaciones de ejércitos extranjeros (alemanes) y está viviendo otra gran metamorfosis.
En 1976, comenzó una crisis comercial profunda que culminó con la transformación de buena parte de sus edificios en despachos y oficinas, hasta que la familia propietaria vendió La Samaritaine al grupo LVMH – Moët Hennessy Louis Vuitton, que lanzó grandes y ambiciosos proyectos… demolición de uno de los edificios, creación de un gran hotel de lujo, alquiler de parte de los edificios a grandes empresas internacionales (Zara), creación de nuevos comercios en edificios de nuevo cuño, construidos con vidrio y acero…
Cuando termine un rosario de procesos judiciales y nuevas reformas, La Samaritaine, quizá siga siendo una estrella con nombre propio en la bóveda celeste de la gran ciudad, iluminada con luces fluorescentes.
La reapertura de La Samaritaine y las metamorfosis de París.
Sèvres – Babylone, Raspail… un país parisino iluminado por Baudelaire y Zola 2.
Sèvres – Babylone, Raspail… un país parisino iluminado por Baudelaire y Zola.
BHV.
Zola lo vio los grandes centros comerciales como catedrales del hombre moderno. Revoluciones guerras hambrunas explotaciones de todo tipo y todo para que el mercado no pare. Comprar y vender. Una vez se ha producido o mejor han producido o mejor dentro de poco se han producido con tecnologías de todo tipo con la economía dronica automatizada que toma sus propias decisiones sustituta de la participación de los trabajadores que practicamente han dejado de existir y son otra cosa. El trabajo humano ha dejado de ser esencia de nada. El nuevo Zola debería encontrar un nombre para el nuevo Olimpo de la nube que con sus porteadores nos traen todo tipo de productos a nuestras cuevas chozas cubículos de todo tipo. Las ciudades con sus catedrales centros comerciales palacios han sucumbido a la nube. Los nuevos dioses lo ven lo hacen lo saben todo de sus siervos y con sus ayudantes mecánicos los tienen a todos contentos. Las nuevas Gazas como hongos se reconstruyen y se someten al nuevo mercado oculto que reparte lo imprescindible para no aburrirse desde las alturas viendo como sufren y disfrutan comprando y vendiendo. La ciudad funciona con los que compran y los que venden. Volvemos con menos gusto a la calle ciudad derruida como Efeso postmoderno donde da igual bajar que subir nunca se sale de la misma calle. Después del mercado de la nube viene el trueque originario.
José,
Qué quieres… a título personal, me encanta deambular sin rumbo muy preciso por el corazón de las ciudades, con sus ruidos, sus perfumes, sus desastres, sus colores…
Q.-