De la familia Pujol a la familia Sánchez.
Miriam González Durántez lo cuenta con pedagógica precisión:
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«… in Spain there is no effective system to deal with conflicts of interest of politicians’ families and spouses. Thus, it is unavoidable that this issue ends up being played out in the political arena and the courts, rather than by way of a more low-key process, where it belongs.
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Families and spouses of Spanish politicians have traditionally played little direct role in the country’s politics. In the UK, wives (husbands, rather less so) of politicians are subjected to the constant scrutiny — and harassment — of the carnivorous British media and only survive if they have the skins of rhinos. But in Spain, the political and media attacks on Sánchez’s wife are very much a first.
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If Gómez were the wife of a British premier, the allegations would have been easily sorted out by the Office of Propriety and Ethics under the UK ministerial code of ethics.
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In Spain, we do not even have a ministerial code of ethics. Our ministers have no obligation not to knowingly lie in parliament. We have no system to check that ministers do not flood the administration with political advisers.
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This lack of comprehensive rules on ethics is a perpetual problem in Spanish politics. But politicians have made no attempt to sort it out…». Miriam González Durántez, Financial Times, 28 abril 2024. Sánchez case shows Spain’s ethics code vacuum leaves everyone exposed.
Las negritas son mías.
Muy groseramente:
-En España no existe un código ético, jurídico y policial que «regule» los «conflictos de intereses» de políticos y familiares de políticos.
-Ausencia que tiene un costo devastador para la vida pública: no es fácil conocer y perseguir judicialmente los negocios que hacen y pudieran hacer políticos y familiares de políticos.
-Ningún partido ni político ha deseado establecer unas normas éticas, jurídicas y policiales que permitan perseguir con rapidez y eficacia a los reptiles que viven y prosperan pozo sin fondo de aguas sucias y pestilentes.
Caso canónico, el de la familia de Jordi Pujol…
En su día, un director de La Vanguardia se tomó la libertad de comentar a Pujol «en privado» los «rumores» que corrían en Barcelona sobre el comportamiento de su esposa e hijos, utilizando la «influencia» de la Generalitat para hacer saneados negocios privados. «Todos hacen lo mismo», respondió Pujol, sin que el director de La Vanguardia de la época se atreviese a «replicar» ni a publicar ningún «rumor» que pudiese afectar a la «honorabilidad» del presidente en funciones.
Los rumores y sospechas que pesan sobre Koldo, Ábalos y la esposa de Pedro Sánchez pudieron evitarse con un código ético, jurídico y policial que impidiera cualquier «tráfico de influencias». Ausente ese código, hay una «solución» muy «rápida»: que la justicia actúe con celeridad.
En España, los escándalos y la corrupción política agravan la crisis social y sanitaria.
Pablo Eugenio Fernández says
«Todos hacen lo mismo»
Esto, estimado Quiño, es pandemia en España a nivel institucional.
El «no sabe usted con quién está hablando»
Una justicia distinta, o ninguna, laissez faire no como autorregulación económica sino como casta política.
En esto soy muy pesimista. El plomo o plata de México, o entras por el aro, y eres ya nuestro, estás en nuestras manos, o algo peor.
Qué nos queda.
El ejemplo.
Tienes el deber, qué fuerte suena jejeje, tenemos el deber, los que de alguna forma no nos tienen «cogidos por los huevos» de denunciar públicamente estas prácticas.
El periodismo está para el arrastre, pero la sanidad es también un erial, todo sigue el dictado de la cadena de mandos, los jefes clínicos son interinos, jóvenes, y fieles, no les cabe otra para conservar sus contratos, sus empleos.
Y eso también es lo que ocurre en política con cargos y diputados, y en el periodismo con la publicidad institucional.
Pedro se queda, o alguien dudaba lo contrario.
Más régimen, más dictadura, más muro, menos distinto, más persecución, más miedo, menos libertad.
JP Quiñonero says
Ay, Pablo,
Calmaaaaaa… «toda crisis puede empeorar», te decía que escribió Clausewitz… en esas estamos…
¿Qué hacer?
NO lo se.
Que cada palo aguante su vela…
Q.-
Pablo Eugenio Fernández says
Tenemos que hacer algo más, Quiño, desde la calma y la templanza, pero con firmeza en la defensa de la diversidad y la libertad.
Lo de la limpieza a la que apela hoy Sánchez es no aceptar la discrepancia, ser más presidente y nosotros tener menos democracia.
Quiero para mis hijas algo más, tenemos que hacer más.
JP Quiñonero says
Ay, Pablo,
Me siento incapaz de dar consejos a nadie.
A título personal, intento hacer mi trabajo con dignidad. Pero tampoco pretendo ser ejemplo ni nada.
Para los hijos… la mejor enseñanza quizá sea comportarse con dignidad…
Q.-