
Boulevard Saint-Germain, 28 febrero 2011. Foto JPQ.
Historia muy bella y trágica…
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Elias Sanbar nació en Haifa, en 1947, de padre palestino y madre libanesa, cristianos, ambos. Recibió su primera educación en un colegio de jesuitas, en el Líbano.
Su padre, Wadih Sanbar, militante antisionista, perseguido por otomanos e ingleses, le inculcó muy pronto su pasión por la justicia, la cultura. Educado entre Beirut y París, es uno de los más grandes intelectuales árabes – palestinos de nuestro tiempo. Ensayista, traductor, poeta, historiador, profesor universitario, en París, en Princeton, Sanbar participó en varias de las históricas negociaciones de paz, de Washington a Madrid, siempre fallidas. Ha sido embajador de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la Unesco.
Autor de una docena de ensayos de referencia, Sanbar acaba de publicar una obra de urgencia, «La dernière guerre? Palestine, 7 Octobre 2023 – 2 Avril 2024» (Gallimard), que comienza con una revelación íntima, trágica, muy bella y pedagógica.
Una mañana del mes de abril de 1948, cuando tenía catorce meses, el niño Elías y su madre fueron «embarcados» en un camión de refugiados que el ejército inglés condujo desde su ciudad natal hasta el sur del Líbano.
A los pocos días de «instalarse» en su nuevo domicilio provisional, con el padre perseguido por los ingleses, Sanbar cerró los ojos y la boca. Podía comer, pero no podía expresarse de ninguna manera. Aterrada ante un niño ciego, repentinamente, su madre lo llevó a un oftalmólogo alemán, que, tras un rápido estudio le explicó el origen la situación:
«Señora, su hijo ha cerrado los ojos como reacción al dolor de su madre…».
El oftalmólogo alemán le recetó unas gotas. Y Sanbar recobró la vista muy pronto. Setenta y seis años más tarde, recuerda aquel «agujero negro», intentando comprender el «sentido» y el «futuro» de la guerra, en su tierra natal, preguntándose por la suerte de millares y millares de niños, vivos y muertos, contemplando con espanto la trágica suerte de quienes los rodean, comenzando por sus seres más queridos.
Retrato improvisado de Elias Sanbar.
Mujeres palestinas, mujeres, mujeres…
Sin palabras, Q.
Una historia bella y atroz.
Irene,
Un testimonio muy puro y «pedagógico», si me apuras.
Q.-