Place de l’Opéra, 8 junio 2024. Foto JPQ.
Ah, la Ópera Garnier…
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La Ópera de Napoleón III y Eugenia de Montijo, de Sarah Bernhardt y María Callas, de Oscar Wilde y Marcel Proust, de los Ballets Rusos, Degas y Chagall, etcétera, etcétera.
Templo laico del gran arte. Tras historia tan gloriosa, el Estado debe recurrir a la publicidad patriótica para pagar las facturas de su mantenimiento y restauración. Y la publicidad patriótica debe recurrir a las grandes estrellas multiculturales de la publicidad de nuestro tiempo para intentar nombrar lo sublime que la Callas y Sarah Bernhardt encarnaron a su manera, muy otra → La Ópera Garnier y las metamorfosis de París.
El turismo de masas agrava un proceso histórico que tiene muchos rostros esperpénticos.
La Ópera Garnier y la vuelta del turismo de masas a París.
París, Venecia, Barcelona… crisis, amenazas, destrucción y metamorfosis de las grandes ciudades.
La destrucción de Barcelona contada por Vázquez Montalbán, Porcel y Quiñonero.
Barcelona, metamorfosis histórica … ante el futuro del turismo, plaga o maná.
¡Ay, Quiño!
La Ópera Garnier… ¡Qué maravilla!
Déjame soñar…
Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!
Fina,
Ah … una vez dentro, la Ópera Garnier es una maravilla, claro, si.
Para llegar dentro hay que atravesar unos mundos que ya, ya…
Palanteeee
Q.-