Residencia familiar de Montretout (Saint-Cloud, al oeste de París. JML y sus hijas, Marine, Yann y Marie Caroline, ca. 2000. Foto JLPPA-Bestimage-Gala
«¡Hemos ganado..!» gritó Jean-Marie Le Pen (95 años) la noche del 9 de este mismo mes de junio, cuando dos hijas, dos nietas y el «novio» de una nieta, se habían convertido en el clan familiar más influyente de Europa, tras las elecciones europeas y la convocatoria de elecciones anticipadas.
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Ese triunfo, personal y familiar, confirmaba de manera espectacular el crecimiento del partido político (AN, extrema derecha) que nació en la casa familiar, matriz de un arco iris de sensibilidades que van de la derecha radical a la ultra derecha más «enérgica», pasando por el populismo conservador y la nostalgia de las fuentes bautismales del clan.
Jordan Bardella (29 años) es la gran y más joven esperanza del clan Le Pen, formando pareja de hecho con Nolwenn Olivier (27 años), hija de Marie-Caroline Le Pen (64 años) y Philippe Olivier (63 años), que comenzó a militar en el Frente Nacional cuando lo dirigía el patriarca, Jean-Marie, condenado en bastantes ocasiones, por aquellos años, por delitos de «incitación al odio racial» y «negación del genocidio nazi».
Bardella no tiene estudios, no tiene ningún diploma, no ha trabajado nunca. Y es un político profesional desde los veintes años, a la sombra de Marine Le Pen. Sin embargo, buena parte del crecimiento de AN se debe a su personalidad y carisma: tiene mucho éxito entre las mujeres, cuyo voto ha sido decisivo en el crecimiento electoral del partido lepenista.
Si AN consigue la mayoría absoluta o relativa, como pronostican los sondeos, Bardella pudiera ser jefe de Gobierno, primer ministro de Macron, en una etapa de cohabitación institucional forzosa.
En un ataque de sinceridad, Bardella ha llegado a reconocer que el abuelo de su pareja, Jean-Marie, tuvo comportamientos racistas y antisemitas «hace años». Ese reconocimiento le valió una reprimenda familiar. Durante la campaña electoral, en marcha, Bardella ha dado otras muestras de «independencia», matizando posiciones radicales, poniendo un poco de agua mineral o sifón en el vino tinto tradicional de los Le Pen.
Marine Le Pen (57 años) es la heredera, refundadora y presidenta del grupo parlamentario de su partido en la Asamblea Nacional (AN): tiene más diputados que todas las izquierdas juntas. Ella encarna los grandes triunfos electorales de la familia y se cotiza como candidata victoriosa en las próximas elecciones presidenciales (2027), estatuto confirmado por el mismo Emmanuel Macron.
Marine expulsó a su padre de su propio partido, para demostrar su proyecto de recentraje político, sin conseguirlo completamente. En la historia política de Francia, el apellido Le Pen está íntimamente asociado a los grupúsculos neonazis con los que trabajó el patriarca. Varios historiadores estiman que ella encarna en Francia el populismo conservador del Brexit y Donald Trump. Las simpatías de Marine por el ex presidente y candidato a la presidencia norteamericana son bien conocidas. Marine también tiene otro handicap grave: los banqueros de Vladimir Putin financiaron varias de sus campañas, y el dirigente ruso la recibió con honores en el Kremlin.
Tras varias idas y venidas, Marie-Caroline Le Pen (64 años), la madre de la compañera de Jordan Bardella, ha vuelto al redil del partido familiar y aspira a ser elegida diputada en las elecciones anticipadas. Se ha casado en dos ocasiones, con una vida sentimental «intensa», y tiene un handicap político: su padrino fue Jean-Louis Tixier-Vignancour, uno de los patriarcas del neonazismo francés de los años 50 y 60 del siglo pasado.
A título personal, Marie-Caroline no destaca por la genialidad política, pero tiene una influencia importante: está muy cerca de su padre; como hermana mayor, puede «echar broncas» a su hermana Marine; y como madre de la compañera de Bardella puede hacer valer criterios políticos y familiares muy alejados de las presuntas tentaciones «modernas» que pudiera tener el posible primer ministro de Macron.
En ese clan familiar, Marion Maréchal-Le Pen (34 años) destaca por su imprevisible radicalismo ultramontano. Durante bastantes años, ella fue la nieta preferida de su abuelo, que intentó convertirla en heredera política directa. Esas pretensiones del abuelo y la nieta irritaron a Marine, abriendo una guerra a primera sangre política entre dos mujeres del clan, aspirando a liderarlo.
Finalmente, Marion rompió con Marine y se convirtió en cabeza de lista de «Reconquista», el partido ultra conservador de Éric Zemmour, en las elecciones europeas. Elegida eurodiputada, Marion rompió con Zemmour, entregó a sus amigos personales buena parte de la caja económica del partido donde militó un par de años, y vuelve a pedir la «unión de las derechas», para irritación de su tía, que vuelve a temer la rivalidad con su sobrina.
Quizá no haya un apellido, clan y familia política con tanta influencia como los Le Pen, en Francia, sin duda, y en Europa, quizá.
Influencia evidente, con un punto débil: las divisiones y tensiones familiares.
Jean-Marie, el patriarca, todavía celebra reuniones familiares, intentando «llevar la batuta». En vano. En su presencia, es de obligado rigor el respeto. Terminada las reuniones, «cada mochuelo a su olivo».
Jordan Bardella hace carrera política personal, a la chita callando, a su aire. Incluso se ha atrevido a «recordar» la saga/fuga de sus condenas por incitación al odio. Independencia que tiene buena prensa fuera de la familia, pero cae muy mal entre los íntimos
Marine sigue aspirando a la presidencia de la República, pero esa aspiración está hipotecada el triunfo o fracaso de la cohabitación de Bardella con Macron. Con lo cual, corre el riesgo de ser sustituida por su protegido, llegado el momento.
Marie-Caroline tiene dos aspiraciones, la felicidad de su hija y el respeto a las «tradiciones» de su familia política, muy extrema derecha de toda la vida. No tiene peso político. Pero puede complicar y envenenar muchas cosas.
Marion Marechal Le Pen está dentro y fuera del clan, al mismo tiempo. Su lenguaje ultra cae bien al patriarca, pero hace daño a su tía y al novio de su prima.
«Ana Karenina», la legendaria novela de León Tolstoi, comienza así: «Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz lo es a su manera». Desde esa óptica, el clan Le Pen quizá sea una familia infeliz. ABC, El clan de los Le Pen, el más influyente de la política europea + PDF.
Marion y Marine Le Pen, a navajazos, con las intimidades al aire.
Marine y Marion Le Pen, dos rubias extremistas peligrosas.
La variopinta vida amorosa de Marine Le Pen, sus hermanas y sobrina.
Gala, L’été où… Marine Le Pen a vu sa mère Pierrette nue dans Playboy : “Elle montre tout !”.
Playboy, Madame Le Pen nue fait le menage.
Jose says
La democracia cuando se quita el traje de lujo solo quedan social darwinistas y familias mafiosas. Siempre podremos elegir entre un dictador o un padre padrones eso sí todos con uniforme se acabará el vestir como a uno le de la gana. El que manda manda a no ser que aparezca un nuevo poder lejos de sernos familiar. Un poder abstracto que hemos controlado más o menos hasta hace poco pero si se materializa hasta el dictador y el padre padrones no les quedará más remedio que obedecer. Todo empezó cuando se empezó a destruir las familias más o menos autónomas que formaban pequeñas comunidades tribus y se las obligó a dejar sus tierras sus culturas y conectarse con los smartphone esparcidos por el mundo global mirando constantemente el mapa mundi para saber donde estaban sus parientes y sus amigos. En la guerra no hay ni parientes ni amigos. Solo el Uno abstracto tiene la palabra. Hemos dejado atrás la edad de oro de las familias. Solo vemos por todas partes destructores de mundos sociales igual tenía razón la señora inglesa que solo hay individuos y podríamos añadir eso si con sus juguetes. Hasta las familias del macho alfa animales y las del padre padrones mafiosas tienen los días contados frente al Uno abstracto materializado.
Un buen equinoccio de verano un buen verano para todos los del blog. Feliz día de San Juan para los Juanes. Y felicitar por los artículos y fotos que nos acompañan día tras día a Quiño con su saber y maestría.
JP Quiñonero says
José,
Graciasssssssss
Tus comentarios son un Estímulo permanente, aportando sabiduríassssss
Palanteeee
Q.-