The Economist, 29 junio 2024.
La portada del Economist resume de manera muy gráfica la crisis nacional.
Antiguo líder anarquista, vicecanciller y ministro de Asuntos Exteiores, alemán, ecologista, Joschka Fischer subraya la importancia histórica y continental para Europa: «L’avenir de l’Europe dépend maintenant de la France».
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Francia inicia el domingo el gran cambio histórico del modelo político que ha funcionado desde hace cincuenta años. Dentro de quince días, los equilibrios tradicionales habrán cambiado radicalmente, incluso el modelo nacional e institucional podrá sufrir cambios imprevisibles.
Este domingo, se vota en la primera vuelta electoral. Los resultados, a las ocho de la tarde, serán un primer retrato robot de la nueva Francia política.
Estimaciones y sondeos anuncian una mayoría relativa o absoluta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen.
Como segunda fuerza se cotiza el Nuevo Frente Popular (NFP) que agrupa a todas las izquierdas, La Francia Insumisa (extrema izquierda), el PS, el PCF y los Verdes. Por separado, las izquierdas correrían al riesgo de relativa desaparición parlamentaria. Unidas, están divididas, con programas no siempre compatibles; pero pueden ser el segundo grupo político francés.
Varios pequeños partidos de centro derecha, fieles a Emmanuel Macron, se cotizan como tercera fuerza política nacional. Separados, no existirían. Unidos son víctimas de la impopularidad devastadora del presidente de la República.
Los Republicanos (LR, derecha tradicional) corren el riesgo de unos resultados devastadores para la familia política que fundó el Régimen y fue mayoritaria durante varias décadas. Los herederos del general Charles de Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy están literalmente hundidos. Los más optimistas aspiran a la «refundación».
Quedan, todavía, una ultra derecha muy minoritaria y varios grupúsculos que no llegan más allá del 1 al 4 % de las intenciones de voto en la primera vuelta.
En la primera vuelta se han presentado 4.000 candidatos, aspirando a conquistar algunas de las 577 circunscripciones. A la segunda y decisiva vuelta, el domingo día 7 de julio, con el resultado definitivo, Francia habrá consumado un cambio histórico.
En la primera vuelta, los franceses indican sus grandes preferencias. En la segunda vuelta se elige a las familias que gobernarán la Nación durante cinco años. Entre la primera y la segunda vuelta se consuma un «recentraje» o «matización».
En esta ocasión, la «matización» es muy simple: los franceses decidirán si dan al partido de Marine Le Pen la mayoría simple o absoluta para gobernar, cohabitando institucionalmente con Emmanuel Macron.
Se trata de una novedad histórica y capital.
Entre 1986 y 1988, François Mitternd, presidente socialista, se vio forzado a cohabitar con Jacques Chirac, primer ministro conservador, que tenía la mayoría parlamentaria.
Entre 1993 y 1995, Mitterrand, presidente socialista, se vio forzado a cohabitar con Edouard Balladur, primer ministro conservador, que tenía la mayoría parlamentaria.
Entre 1997 y 2002, Jacques Chirac, presidente conservador, se vio forzado a cohabitar con Lionel Jospin, primer ministro socialista, que tenía la mayoría parlamentaria.
A partir del 8 de julio próximo, todo parece indicar que Emmanuel Macron, presidente centrista, se verá forzado a cohabitar con Jordan Bardella, primer ministro anunciado si se confirma el triunfo de la extrema derecha de la familia Le Pen.
Se trata de un cambio histórico y radical. Entre Mitterrand, Chirac, Balladur, Jospin, había grandes diferencias entre izquierdas socialistas y derechas tradicionales. La cohabitación prevista entre Macron y el partido de Le Pen enfrenta dos visiones antagónicas que rozan lo incompatible sobre el futuro de Francia, el futuro de Europa, y el futuro de la Alianza Atlántica. La UE y la OTAN sufrirán directamente el cambio francés. ABC, Claves de las elecciones legislativas anticipadas: Francia inicia este domingo un cambio histórico.
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Donde esta el nuevo Napoleón. Puede que esté en oriente o puede que nunca más en la situación actual pueda aparecer un nuevo Napoleón a no ser que sea virtual de pantalla bidimensional. Francia política de revoluciones y contrarrevolución vuelve a estar en el candelero de la prensa internacional y en los escritos de las cabezas pensantes actuales muy bien a un no sabemos lo que opinan los programas cuánticos . El ritual de las elecciones de cada cuatro o cinco años dura unas horas que hasta la actualidad buscaba la garantía de los que ganaban y de esto los franceses saben mucho. Incluso en la actualidad la res infinita sirve como garantía en política. Está garantía continúa como una inercia para justificar a los elegidos. Los actuales elegidos no tienen el poder solo son personajes de la sociedad del espectáculo el verdadero poder es un proceso que funciona por encima de la materia orgánica aún invisible dentro de la caja negra no creo que tengamos la posibilidad de hacerla traslucida su mente es incomprensible a las mentes individuales ya sin garantías de las múltiples realidades que pululan en la actualidad. Las inercias electorales como las no electorales con resultados del nihilismo actual ya no explican la fe que puedan tener las masas actuales con sus mentes llenas de artistas deportistas millonarios asesinos en una palabra de triunfadores que llenan nuestras pantallas en la soledad de los espectadores. Hoy a las ocho a las veinte horas sabremos los inicios de un nuevo relato del gran espectáculo de masas que compartirán su programación con el futbol y todo tipo de distracciones de las masas solitarias de solitarios. Francia abre un nuevo relato.
José,
Oséase, que Le Pen está a la vuelta de la esquina… y Francia entre el caos y Le Pen; o ambas cosas a la vez,
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