Place de la République, 3 julio 2024. Foto JPQ.
A veinticuatro horas de la histórica segunda vuelta electoral que puede cambiar el rumbo político de Francia, con gran influencia para el futuro del euro, la UE, la seguridad de Europa y la OTAN, Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, sigue siendo la primera fuerza nacional, pero continúa alejándose de la mayoría absoluta, cuando los últimos debates han incrementado todas las incertidumbres.
[ .. ]
Según las últimas estimaciones del matutino conservador Le Figaro, AN puede conseguir entre 170 y 210 diputados, cuando la mayoría absoluta es de 289, en una Asamblea Nacional de 577 escaños.
Jordan Bardella, posible primer ministro, si el partido de Le Pen ganase las elecciones, ha repetido en muchas ocasiones que desea una mayoría absoluta para poder poner en práctica el programa gubernamental de su partido. Sin mayoría absoluta, Bardella podría enfrentarse a una doble resistencia y oposición del jefe del Estado y de las oposiciones de izquierda, centro y derecha tradicional.
Según el mismo sondeo de Le Figaro, el Nuevo Frente Popular (NFP), que reúne a todas las izquierdas, La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el PS, el PCF y los Verdes, podría tener entre 155 y 185 escaños. Una subida importante, e insuficiente. Las izquierdas están muy divididas, con proyectos políticos enfrentados.
Horizontes y Juntos, el partido y aliados de Emmanuel Macron, también han crecido en la recta final de la campaña, pudiendo contar, según Le Figaro, con 120 a 150 escaños. Tercera fuerza política, los amigos del presidente son víctimas del rechazo popular contra el jefe del Estado, y de su falta de aliados.
Los Republicanos (LR, derecha tradicional), el partido de Nicolas Sarkozy, siguen estancados entre los 50 y 65 diputados. Humillación histórica. Aliándose con Macron, no irían a ninguna parte. Aliándose con Le Pen, traicionarían la memoria de los patriarcas fundadores de la V República, comenzando por el general Charles de Gaulle.
Varios grupúsculos de centro izquierda y centro derecha oscilan entre los 6 y los 16 diputados. Fuerzas liliputienses que solo ponen en evidencia la fragmentación política nacional.
Ese reequilibrio relativo anuncia una Francia caótica, muy difícil de gobernar. Nadie tiene mayoría suficiente para «imponer» sus criterios y programas.
Marine Le Pen, gran admiradora de Donald Trump, apoyada hoy por Vladimir Putin, oficialmente, desde la embajada de Moscú en París, declaró la tarde del viernes: «Confío en la mayoría absoluta. Los franceses deben saber que en esta elección está en juego la mayoría de mi partido o el cenagal de las fuerzas que nos rechazan».
Jordan Bardella, posible primer ministro, en caso de victoria del partido de Le Pen, resume de este modo la encrucijada nacional: «Yo no quiero ver a mi país en una situación de bloqueo. Soy el único en poder conseguir la mayoría absoluta, con una alternancia respetable ante el caos del ejecutivo actual».
Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, es partidario de una solución radical: «En caso de ausencia de mayoría clara, de ningún bando, la solución es que Macron dimita».
«Solución» que, a juicio Raphaël Glucksmann, figura emergente de la izquierda socialista, subraya la tragedia de la división de las izquierdas, con esta declaración: «Mélenchon, es un inmenso problema, para las izquierdas y para Francia».
Gabriel Attal, primer ministro saliente, líder de los amigos electorales de Macron, ha crecido políticamente durante la campaña de las elecciones anticipadas, pero se encuentra cogido en una pinza trágica: es víctima de las declaraciones del presidente, y no tiene aliados a la izquierda ni a la derecha.
Ante ese panorama, muy semejante a un campo de minas inflamables, numerosos analistas repiten la misma frase: «Francia oscila entre el caos o Le Pen; o ambas cosas». Frase que se ha convertido en «gracieta» con la que terminan las cenas familiares o amistosas en los barrios acomodados. ABC, Le Pen advierte a sus votantes del peligro de ganar sin mayoría absoluta + PDF.
Deja una respuesta