
Paseo / Passeig de Lluís Companys, 8 agosto 2024. Foto JPQ.
De “catástrofe cósmica” a “error descomunal”, la aparición y fuga de Carles Puigdemont suscita una tormenta de interpretaciones, anunciando oceánicas incertidumbres y crisis.
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Paseo / Passeig de Lluís Companys, 8 agosto 2024. Foto JPQ.
¿El Estado, España y su gobierno..?
El futuro del gobierno de Pedro Sánchez está parcialmente hipotecado al voto de los diputados próximos a Puigdemont.
¿Cómo reaccionarán jueces, instituciones judiciales, etcétera..?
¿Las fuerzas de seguridad del Estado? Sospecho que corroídas por la cólera considerable.
¿Como reaccionarán los electores andaluces, castellano-manchegos, murcianos, gallegos, etcétera ante las componendas pasadas y por venir, víctimas previsibles de nuevas tormentas tóxico-interpretativas?
¿Cuántas crisis pueden atizar ese arco iris de crisis paralelas..?
¿Cataluña y su Govern..?
¿Podrá Salvador Illa cumplir sus promesas? ¿De qué manera? ¿Con qué costo para Cataluña y España?
¿Las fuerzas de seguridad catalanas? Divididas y amargadas, víctimas de un ridículo sin precedentes, con muchos flecos ocultos y podridos.
¿Como reaccionarán las familias andaluzas y castellanas del PSOE a las promesas de la pareja Sánchez / Illa?
¿Las familias indepes? Divididas y enfrentadas a cara de perro, disputándose un patrimonio político y cultural malversado.
Dicho todo eso… ¿hay alguien capaz de tender la mano para hablar con alguien de algo constructivo? Tampoco. El diálogo PSC / ERC / Comunes está hipotecado a un rosario de incertidumbres.
Siempre nos quedará la gente de cultura. La noche de la fuga, Lluís Llach hizo pública esta información:
“El President Puigdemont m’ha demanat que us notifiqui que està sa, estalvi i, sobretot, LLIURE…”.
¿Qué piensan escritores, poetas, ensayistas, etcétera? Sospecho que no quieren perder subvenciones, ayudas, premios, puestos, cargos, etcétera.
Puigdemont tira bombas fétidas desde el Arco del Triunfo.
Puigdemont, super Saiyan / Saiyajin patriótico, vuelve a la carga.
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