
Carrer dels Tiradors, 13 agosto 2024. Foto JPQ.
«¡Tenga cuidado donde se mete, que está usted muy atractivo..!» me gritaron con mucha sorna dos amigas chilenas.
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Más allá de la gracieta, me sorprendió, este verano, el crecimiento espectacular de la tendencia de los tatuajes, que viene de lejos. La canícula quizá dio un chute importante a la decisión de tirarse a la calle con poca o muy poca ropa, en los barrios menos sensibles al orden o desorden establecido, lejos de la Barcelona alta y acomodada.
Techno Parade, 4. Chico & chica, músculos y coca.
Cuando la ciudad se convierte en una selva la gente se despelota y se tatúa. El tatuarse es antiguo cuando se avecina una guerra los jóvenes y no tan jóvenes se tatúan lo mismo con animales y hombres para marcar la propiedad. A los animales dibujos simbolos lo mismo a los esclavos prisioneros y también números y diferentes marcas eso sí siempre obligados sobre todo en cárceles campos de concentracion.La situación actual es diferente se tatúan en los centros de tatuajes y se despelotan para que la funda de vestir se reduzca al mínimo. Como siempre buscando precedentes podemos encontrar la selva de la polis griega y al admirado por Alejandro Magno que le ofrecía lo que pidiese y desde su tonel solo le pidió que se apartase que le quitaba la luz del sol. Nosotros hace tiempo que la luz del sol nos la han robado y a cambio nos han dado la luz artificial. Cómo Diógenes enseñamos nuestra desnudez aunque nuestros perros lleven la última moda en vestir. El imperio de Alejandro llega hasta los limites del mundo conocido y los griegos hablan la koiné lengua multi a cultural. No hay ciudadanos solo cosmopolitas apátridas del mundo que buscan su salvación personal. Desnudos y tatuados para vivir en las nuevas selvas urbanas en una nueva libertad el nuevo libertinaje.
José,
En Barcelona, la ligerez (sic) de ropa quizá tenga poco de «selva»… hombres y mujeres de muy distinto origen parecen tan contentos luciendo lo que cada cual puede lucir, a su aire,
Q.-