Place de l’Odéon, 30 agosto 2024. Foto JPQ.
«¡Que lo zurzan..!».
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Emmanuel Macron recibirá este lunes, en el Elíseo, a Nicolas Sarkozy y François Hollande, ex presidentes de la República, antes de recibir a Bernard Cazeneuve, ex primer ministro rosa palidísima, que se cotiza como el candidato con más posibilidades de ser nombrado primer ministro, tras cincuenta y cinco días de crisis.
Sarkozy, Hollande y Cazeneuve tienen hoy algo muy profundo en común: son enemigos jurados de la extrema izquierda y siempre han combatido a Marine Le Pen.
Presidente conservador, entre 2007 y 2012, Sarkozy defiende el nombramiento de un primer ministro representante de la derecha tradicional. Macron espera que apoye la formación de un gobierno donde puedan cohabitar conservadores, centristas y socialistas hostiles a la extrema izquierda.
Como antiguo presidente socialista, entre 2012 y 2017, Hollande sigue siendo miembro de un PS integrado en la coalición electoral Nuevo Frente Popular (NFP), de la que también forman parte La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el PC y los Verdes. Macron fue consejero financiero y ministro de economía y finanzas de Hollande, entre 2012 y 2015, y espera su apoyo para la formación de un gobierno en el que pudieran participar socialistas moderados.
Cazeneuve, por su parte, fue ministro de Asuntos Europeos, de Interior, y de los presupuestos del Estado de Hollande, entre el 2012 y el 2016, cuando fue nombrado primer ministro, meses después que Macron abandonase el gobierno del que ambos habían formado parte durante cuatro años cortos.
Tras las elecciones anticipadas de finales de junio y primeros de julio, que dieron la victoria a la extrema derecha y a la coalición Nuevo Frente Popular (NFP), Macron ha consultado a personalidades de centro, derecha, izquierda socialista y extrema izquierda, sin éxito. Francia vive una crisis sin precedentes en la historia de la V República.
Se espera que las conversaciones con Sarkozy, Hollande y Cazeneuve, terminen dando los frutos esperados: la elección de un primer ministro (Cazeneuve), martes o miércoles, que debiera presentar un proyecto de gobierno en el que pudieran participar los amigos políticos de Macron (centristas), los amigos de Sarkozy (conservadores) y algunos amigos de Hollande, socialistas disidentes del PS integrado en el NFP.
No hay experiencias de este tipo en la historia de la V República. Y la formación de un posible gobierno, si llega a formarse, los próximos días, deberá afrontar inmediatamente temibles desafíos.
La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), liderada por Jean-Luc Mélenchon, líder populista, anunció días pasados una moción de censura contra los presupuestos del Estado que deben presentarse, ante la Asamblea Nacional, a mediados de octubre. Marine Le Pen afirmó, días pasados, que su partido (AN, extrema derecha), el más numeroso, hoy, en Francia, apoyará esa moción de censura… Tormenta anunciada con mucha antelación.
En vísperas de los encuentros del lunes, en el Elíseo, la candidatura de Cazeneuve al cargo de jefe de gobierno fue saludada con salvas de metralla amenazadoras por parte de LFI y la izquierda socialista.
Manuel Bompard, coordinador de LFI, anuncia una guerra política sin cuartel: «El NFP nació contra el socialismo de Hollande y de Cazeneuve, que abandonó el PS cuando otros socialistas, más o menos de izquierdas, se integraron en el NFP. Nosotros estuvimos en contra de las políticas de Hollande, cuando Cazeneuve fue ministro de Economía y jefe de gobierno. No vamos a aceptarlo ahora como primer ministro de Macron». ABC, Macron recibirá a Hollande y Sarkozy para acordar que Bernard Cazeneuve sea el candidato a primer ministro.
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Los Juegos Olímpicos, espejo cóncavo de todas las crisis de Francia.
Las grandes corporaciones están perdiendo sus apoyos. Europa hace aguas . Los alumnos de Popper y Hayek ven como su ingeniería social entra en crisis estructural más propia de un moribundo que de un enfermo con posibilidades de curarse. Una sociedad global basada en la ciencia en la anomia en el conflicto permanente y en la ley del más fuerte del más oportunista no encuentra ninguna solución a no ser que sea una solución final de la lucha final. El complejo industrial militar no necesita ayuda ni de la religión ni de la política tiene armas suficientes para controlar la parte del mundo que le toca después de llegar a acuerdos con el resto de complejos militares industriales. Entramos en una época diferente que en los parlamentos los parlamentarios se sientan donde quieren ni derechas ni izquierdas ni arriba ni abajo. Lo mismo que pasó con lo sagrado ahora pasa con lo político entran a formar parte del espectáculo. No forman parte del contracto . No aseguran la vida de nadie y solo un poder destructor global está por encima de todos. El otro poder cada vez más cerca del todos contra todos en manos de las otras corporaciones. Cuando desaparecen las fronteras los muros las vallas las murallas y todos están o pueden estar en todas partes podemos decir que empieza otra época en Francia en España y en todas partes.
José.
«Virgencita, Virgencita…»
En realidad, el euro y la zona euro solo son medianamente liberales; por el contrario…
-Muchas obras públicas españolas, estatales y autonómicas, se han pagado con dinero de los contribuyentes alemanes…
-Y nuestra seguridad social y pensiones de jubilación quizá sean las más solidarias en nuestro planeta tierra…
Q.-