Rue de Rennes, 4 septiembre 2024. Foto JPQ.
«¿Macron? ¿Barnier? Solo pienso en mi hijo. La polución política puede hacernos daño…».
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Una mayoría de franceses tienen una opinión pesimista de la nueva página de la historia nacional que se abre con la cohabitación entre Emmanuel Macron, su primer ministro, Michel Barnier, y una Asamblea Nacional (AN) donde nadie sabe cuanto podrá durar un futuro gobierno que tardará días o semanas para poder formarse y afrontar el riesgo de una censura.
Barnier se dirigió a la opinión pública a primera hora de la noche de viernes, a través de TF1, primera cadena de tv, haciendo guiños políticos a las izquierdas y la extrema derecha.
Las izquierdas piden la retirada de la reforma de las pensiones negociada por Macron. Barnier declaró: «No la vamos a retirar. Por el contrario, vamos a negociar reformas positivas y consensuadas».
Marine Le Pen había pedido «respeto» y «combatir la inmigración ilegal». Barnier le respondió con claridad: «Vamos a controlar los flujos migratorios con medidas concretas. Los once millones de franceses que votaron al partido de Madame Le Pen merecen un respeto».
«En mi gobierno, concluyó Barnier, habrá gente de mi partido, de derechas, pero también habrá centristas y ministros de izquierdas».
Barnier no ha tenido tiempo para convencer a los sindicatos, los partidos de izquierdas y organizaciones de estudiantes, que han convocado, este sábado, unas 130 / 150 manifestaciones de protesta contra Macron, contra Barnier, contra el futuro gobierno todavía desconocido.
La opinión pública comparte en bastante medida las reservas contra Macron y Barnier.
Según un sondeo de BFMTV (primera cadena de información permanente), un 74 % de los franceses piensan que Macron «no respetó el resultado de las elecciones», celebradas a finales de junio y primeros de julio pasados. Nombrando primer ministro a un político de un partido minoritario, Los Republicanos (LR, derecha tradicional), Macron «ha negado y robado la elección a partidos ganadores», Agrupación Nacional (AN), el partido de Marine Le Pen, y el Nuevo Frente Popular (NFP), que agrupa a todas las izquierdas. A partir de ahí, el sondeo de BFMTV concluye con una «sentencia»: el 50 % de los franceses estiman que el gobierno que pueda formar Barnier «no podrá evitar una moción de censura».
Ningún sondeo es una «sentencia sumarísima». Pero, en Francia, los sondeos suelen ser un indicador de tendencia muy serio. Todos los indicadores del sondeo de BFMTV parecen reflejar un pesimismo negro de la opinión pública.
Según otro sondeo, que debe publicar el domingo el Journal du Dimanche (JDD), semanario de referencia, un 57 % de los franceses «no confían» en Michel Barnier.
Los sondeos de BFMTV y JDD coinciden en varios puntos: Barnier es una personalidad respetada, su nombramiento se considera «positivo», pero… la cohabitación a varias bandas no parece anunciar nada bueno ni durable. El presidente está literalmente solo, refugiado en su búnker del Elíseo. Y su primer ministro comenzó a trabajar recibiendo a los líderes de su partido, LR, que solo tiene 47 diputados, en una Asamblea Nacional (AN) con 577 escaños, donde es necesario contar con 289 para tener mayoría.
La primera comida de trabajo, en el Elíseo, entre Macron y Barnier, el viernes, confirmó una cohabitación «sin amor ni sexo». Se presta a Macron esta sentencia: «He sido un presidente que gobernaba. A partir de ahora, seré un presidente que preside». Barnier, por su parte, reconoce muchas diferencias de fondo con Macron, pero dice respetar al hombre. Veremos.
La nueva cohabitación podrá ser respetuosa o dura, cuando se aborden cuestiones conflictivas. Todo está en el aire, con muchos nubarrones en el horizonte. Barnier piensa que Hollande y Macron son los dos últimos responsables de la degradación inquietante de las finanzas públicas, deuda y déficits del Estado. Durante su comida de trabajo, de hora y media de duración, presidente y primer ministro discutieron de la formación del nuevo gobierno: sin llegar a ninguna conclusión… Macron ha conseguido la continuidad de algún ministro, pero Barnier tiene que formar un equipo que no precipite un voto de censura de Le Pen y las izquierdas. Una mayoría de franceses se preguntan cuánto podrán durar los equilibrios de la primera cohabitación / coexistencia de la nueva página de la historia de Francia que comienza a escribirse con mucha incertidumbre. ABC, Michel Barnier entre Macron Le Pen y las izquierdas + PDF.
La cohabitación Macron y Barnier abre una nueva página en la historia de la V República.
Jose says
Será interesante seguir que hacen los militares franceses que estaban en el Sahel y fueron a Ucrania y tal vez vayan al Líbano o las islas del Pacífico pero si reciben la orden de ir a París puede que Francia deje de ser una potencia y quiera envolverse en una burbuja y no salir de casa. Un país que se queda sin rey sin estrategas militares sin banqueros puede que los pequeños agricultores y ganaderos en sus pequeñas comunidades hagan fiesta con unas viandas como las de antes y unas carnes acompañadas con buenos caldos. Un fin glorioso para Francia que puede servir de modelo para las que fueron potencias y ya no lo son. Ahora bien lo que vendrá y como acabará la nueva política nadie es consciente. Pero mientras estemos aquí no tenemos porque comer comida que viene en sacos con los que se alimentan nuestras mascotas a no ser que queramos ser mascotas de nuestras mascotas. Recuperar los placeres culturales que nos han robado las máquinas no es baladi aunque nos tengamos que volver a disciplinar en el trabajo duro y productivo. Habrá que recuperar lo que hay debajo de los adoquines para que las próximas generaciones no tengan que esperar los sacos de comida y bebidas del otro lado del planeta. Francia y Europa deben recuperar el buen vivir y dejarse del progreso destructor e inútil para los hombres inútiles y construir hombres excelentes para el buen vivir.
JP Quiñonero says
José.
Bueno… Francia y Europa tienen muchas cosas malas y en crisis, pero, pero… siguen siendo una nación y una civilización francamente potables para hombres y mujeres de otros continentes que sueñan con la calidad de vida en Francia y en Europa… del bocata a la seguridad social… franceses y europeos tienen muchas cosas envidiables para muchos americanos de los EE. UU., México o el Cono sur… sin hablar de asiáticos, africanos y rusos, que ya quisieran…
Q.-