Faubourg Saint-Antoine, 21 septiembre 2024. Foto JPQ.
1 pack de agua:
Francia metropolitana, 2 euros.
Francia ultramar, 8 euros.
[ .. ]
Confetis de un imperio difunto, los departamentos y regiones de ultramar francesas, son víctimas de su lejanía y el olvido.
De la Guadalupe a Nueva Caledonia, de la Martinica a la Polinesia Francesa, los DROM-COM (Départements et régions d’outre-mer et collectivités d’outre-mer), con sus 120.369 kilómetros cuadrados y unos 3 millones de franceses de muy diversa etnia, cultura y religión, sufren las mismas crisis que sus compatriotas de la metrópoli; pero peor.
Las tentaciones «independentistas», la negociación de un nuevo «estatuto» y el incremento de la pobreza han precipitado un nuevo estallido de violencia incendiaria en Nueva Caledonia, uno de los doce territorios y colectividades francesas de ultramar, antigua colonias… Disturbios en el territorio francés de Nueva Caledonia antes del debate de una reforma constitucional.
Ante la gran crisis política que no se ha resuelto con la formación de un primer gobierno de cohabitación, entre Michel Barnier y Emmanuel Macron, los franceses de ultramar que viven en la metrópoli también participan en las manifestaciones de protesta callejera, con reivindicaciones propias.
Le Monde, 19 septiembre: Nouvelle-Calédonie : deux hommes tués par balle au cours d’une opération des forces de l’ordre.
Francesas de ultramar indignadas contra la metrópoli.
Jóvenes franceses de ultramar, felices en París.
Boda de franceses de ultramar.
Franceses de ultramar, en Trocadero, una tarde de sábado.
Horror de los horrores. Los ejércitos de occidente entran en crisis abandonan sus bases dejan de ser los policías del mundo y en las metrópolis se adelantan los carnavales las fiestas a Dionisio el dios del vino de la hybris. No hay gobernanza mundial las instituciones globales lo que queda estan en manos de filántropos multimillonarios. El sistema productivo distributivo en manos de grandes corporaciones. El Tanatos global en manos del complejo industrial militar que no para de producir para destruir veinte treinta planetas nadie podrá contar la capacidad destructiva.
acumulada. Mientras tanto las fiestas llenan de confetis las plazas las calles de las ciudades. Los trabajadores como antes los militares renuncian a sus puestos y en el carnaval global se reparten las medallas y los uniformes y la fiesta les hace olvidar las miserias humanas de la nueva última situación. Las jerarquías por decreto no escrito desaparecen . La fiesta del gran carnaval cerrará el espíritu de toda una época la gran época con una cierta lógica para entrar o salir de no se sabe qué.
José,
A ver… mientras no haya muertos…
Q.-
¡Por todos los dioses!
¡Cómo está el patio!
En fin…lo que sea sonará…
Palanteeeeeee….!!!!!! Mientras se pueda…
Fina,
Efectivamente… lo que sea sonará, está sonando…
Viva la dieta mediterránea…
Palanteee
Q.-
Quiño,
Amén. Que viva!!! 😀
Palanteeeee………….!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Buenas noches.
Fina,
Qué bien…
Q.-