Boulevard Henri IV, a la altura del metro Bastille, 20 octubre 2024. Foto JPQ.
«Míreme…».
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«No me joda».
Señora parisina SDF, sin techo, pintándose las cejas, en el Faubourg-Saint-Antoine.
Señora parisina SDF, sin techo, en el Faubourg-Saint-Antoine.
Unos 3.500 hombres y mujeres sin techo viven a la intemperie de las calles de París, según las estadísticas oficiales.
Entre el 2022 y el 2023, el número de SDF parisinos ha crecido en un 16 %.
Varias organizaciones humanitarias afirman que el gobierno de Emmanuel Macron está “limpiando” y “trasladando” a otros lugares “menos visibles” a un número impreciso de sin techo que “pudieran dar mala imagen” de París durante la celebración de los Juegos Olímpicos (JO), a finales de julio y primeros de agosto.
SDF.
Quiño,
Me pregunto por qué existen tantos seres desafortunados…
¿También me pregunto quién decide en qué familia y en qué país nacemos…?
¡Quién sabe! Puede que sean caprichos de la diosa fortuna, en griego la diosa TÝXH (se pronuncia Tíji),
No lo sé…¡ignoro tantas cosas!
¡Qué contraste con la bella y risueña brasileña con el perro, encantada de vivir en París!
Fina,
Qué quieres… cosas de la vida.
Por su parte, esta señora lleva su situación con mucha elegancia,
Q.-
Quiño,
Su respuesta no me parece muy elegante…
En fin, quizás en su situación yo lo llevaría peor; habría que conocer su trayectoria vital para poder opinar…
Fina,
Claro, claro…
Q.-
Las mujeres de París ya no son como las de antes que se sentaban cerca de la bastilla para pedir la cabeza del rey y de la reina gritando como si con ello fuese su nueva vida. Las mujeres parisinas se sientan para resolver problemas cuánticos o algún problema de ajedrez ya no sueñan que cortando cabezas van a conseguir algo Se convierten en la nueva sabiduría actual. Diógenes no les llega ni a la suela del zapato por renunciar han renunciado a su perro a su compañero solo están preocupadas por problemas metafísicos y cosmológicos. No hay nombres ni apellidos las calles son antiguas sendas que iban a alguna parte ahora solo son montones de basura que en invierno con un poco de suerte dan calor y verano alguna rata se acerca que sirve de proteínas no hay no quedan máquinas de matar no se necesitan. Todo funciona como un reloj y ellas lo saben por eso las hojas de la guillotina están herrumbrosas. Es más importante acabar el crucigrama antes que desaparezca la calle
José,
Las calles en muchas grandes ciudades están muy sucidas, efectivamente.
Dicho eso… también hay muchas calles limpias. La prueba, esta señora, lleva meses instalada en una parada de autobús, que funciona… y la calle está bastante limpia… ella cuida de su rincón, que respetan los hombres y mujeres que toman el autobús en esa esquina…
Q.-
Josep,
Pareces escuchar las trompetas del Apocalipsis…
¿Cómo levantar cabeza con este panorama?