Unicef. Día mundial de la infancia, 2023.
Con motivo de las tardías revelaciones sobre el silencio de Juan Goytisolo y Jorge Semprún, durante muchos años, durante y después la violación de una niña de 12 / 14 años, que ambos conocían muy bien por razones familiares, se están repitiendo patéticos lugares comunes de ignorancia profunda…
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… que me parecen graves, por razones de la más estricta justicia, moral, cívica y cultural.
Comentarios y apreciaciones de este tipo:
«Grandes escritores españoles del siglo XX».
«Miembros de la élite cultural».
«Si hay un escritor parisino español, ese es él».
«… el Proust del compromiso y la revolución…».
Juan Goytisolo (1931 – 2017) :
Ocupa un puesto significativo pero muy relativo entre los grandes maestros de su generación:
Juan Marsé (1933 – 2020), Juan García Hortelano (1928 – 1992), Rafael Sánchez Ferlosio (1927 – 2019), Juan Benet (1927 – 1993), Luis Martín Santos (1924 – 1964), Ramiro Pinilla (1923 – 2014)…
«Últimas tardes con Teresa», «El Jarama», «Volverás a Región», «Tiempo de Silencio», «Tormenta de verano», «Verdes valles, colinas rojas»… son jalones importantes e imprescindibles en la historia de la novela de su tiempo. Las novelas de Goytisolo pueden tener muchas virtudes, pero no tienen esas dimensiones canónicas, ni mucho menos.
Goytisolo tiene otro defecto moral grave para un escritor, un intelectual: ejerció de censor, rechazando la traducción al francés de la obra de algunos compañeros de generación, comenzando por Juan Marsé.
Esa tarea de censura y rechazo, en beneficio propio y de sus amistades, estaba compartida por su esposa, Monique Lange, que ejerció la promoción literaria recurriendo a argumentos prostibularios bien conocidos y documentados, que Jaime Salinas, uno de los grandes editores españoles de su tiempo, ha descrito de este modo:
«Se habrá acostado con todo hombre y se la habrá chupado a quien sea para ganarse votos» [ .. ]
«Llevaba trabajando desde hacía meses por los pasillos, por los retretes y en las camas de los demás para que el premio Formentor se lo dieran a Semprún» [ .. ] en perjuicio de Vargas Llosa que había presentado una novela mucho mejor en todos los sentidos…». («Cuando editar era una fiesta», 2020, edición de Enric Bou).
Jaime Salinas describe de ese modo la victoriosa campaña de Monique Lange para conseguir el premio Fomentor para Jorge Semprún en 1963. La misma Monique había entregado su hija a las bajas pasiones pedófilas de Jean Genet, esposa de Goytisolo, abuela de la niña violada por el amante marroquí del mismo Goytisolo, que escribía, con cierta desenvoltura, años más tarde, el 2012: «… el premio Formentor me parece especialmente simpático por lo que significó en el pasado, por todos los escritores y editores que participaron, a muchos de los cuales llevó Monique Lange». Glosa entre hipócrita y cínica del comportamiento de la abuela de la niña que su novio oficial, un marroquí corpulento y bigotudo, violaba en su propio domicilio. Violación de un pederasta que Goytisolo calló pidiendo silencio a la niña.
Jorge Semprún también conoció el comportamiento sexual de Monique Lange con numerosos señores, mayoritariamente homosexuales, desde su peluquero a Jean Genet, que también violaron a otras niñas, no solo en París. Semprún también calló, cuando la niña violada por el novio de Goytisolo le contó su violación reiterada, recomendándole «silencio».
El mismo Semprún consagró buena parte de su obra a maquillar de manera muy escurridiza su trabajo como kapo en un campo de concentración nazi, Buchenwald.
El mismo Semprún criticó y censuró a Carmen Laforet con los argumentos estalinistas de un dirigente del PCF con mucho poder e influencia.
Bichos con el pico envenenado y moral muy aleatoria hacia la pedofilia y la violencia sexual de algunos amigos, como Jean Genet.
Juan Goytisolo, su esposa, su nieta, su novio y la pedofilia.
Jorge Semprún, política y cultura, nazis y comunistas en Buchenwald.
jose says
Eros da paso a Tanatos. Freud en Londres después de la gran guerra mundial cayó en la cuenta que la psique humana estaba más cerca de los clásicos paganos que de los textos hipócritas de las grandes religiones. El poder la fama el sexo la manipulación…están en todas partes y más en un ambiente que el uno por ciento se les denomina psicópatas perversos y de los que casi nadie quiere hablar al contrario son admirados y se les da más poder y más silencio a sus capacidades destructivas. Menos mal que los textos clásicos hacen unos buenos análisis de los perversos y de los que luchan contra la perversidad suya y de los demás. Nos dicen algunos neurólogos que tenemos un cerebro diseñado casi en un alto porcentaje para disfrutar de las alegrías de la vida. Pero desde que vivimos en grandes pequeñas medianas aglomeraciones nuestro cerebro se dedica a las relaciones sociales como los gorilas pero ellos tienen instintos y no se destruyen en cambio nosotros hemos creado como sustituto culturas muchas de las cuales son patológicas. Por eso algunos etólogos fueron conscientes de nuestra capacidad destructiva intraespecifica que durante los últimos miles de años no hemos conseguido controlar con rituales diversos. No es solo un problema es una patología que puede ir a más. Cuando fallan los mecanismos de control individual y colectivo todo es posible. Después de las aberraciones de las guerras mundiales hasta Job ha abdicado.
JP Quiñonero says
José,
Yo traduciría esta historia de manera un poquito más coloquial … la pederastia y la complicidad con los pederastas… me parece algo infame… cuando, además, todo eso se encubre con silencios, mentiras y «literatura», la cosa me parece infame de la peor calaña,
Q.-
Pablo Eugenio Fernández says
Tremendo y vomitivo, Quiño, pero sobre todo inaceptable, no, no se pueden permitir estos silencios, no hay justificaciones posibles, y muchas veces es por supuesto tremendamente injusto para todos, por supuesto para la víctima, porque con frecuencia se produce en entornos conocidos, familiares, donde nuevamente es agredida la víctima, elevada a un altar de sospecha, para salvaguardar al conocido, al amigo, al primo, al tío…al padre.
JP Quiñonero says
Pablo,
Sí, sí … votimitivo… y patético el silencio cómplice que acompaña y «subre» esa miseria miserable, ay,
Q.-
Fina says
Cuanto daño pueden hacer estos psicópatas perversos y los de su entorno, que al silenciarlo, permiten destrozar la vida de muchos niños víctimas inocentes.
Debe ser terrible tener monstruos así en la familia. Dudo que merezcan perdón, en mi opinión, deberían estar encarcelados, completamente aislados y vigilados para que no puedan cometer más atrocidades.
Es inadmisible, como bien dices Pablo, no deberían vivir en sociedad.
Los adultos que hagan lo que quieran pero que dejen a los niños tranquilos y no les hagan daño.
JP Quiñonero says
Te comprendo, Fina, claro, es algo muy trágico.
Q.-