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Rue de la Cité, 30 noviembre 2024. Foto JPQ.
El Papa Francisco no vendrá a París a la reapertura solemne, prefiere ir a Córcega, días más tarde.
El SDF / Sin techo, por su parte, ya estaba ahí hace cuatro años…
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Notre-Dame en tiempos del coronavirus … SDF esperando el segundo toque de queda.
Las primeras imágenes de la catedral de Notre-Dame, restaurada, tras el trágico incendio del 15 / 16 de abril de 2019, ofrecen un espectáculo excepcional, que Emmanuel Macron, presidente de la República, resumió con una manifestación de esperanza, más allá de las estrictas fronteras nacionales: «El choque de la reapertura, el próximo 7 de diciembre, será tan fuerte como el choque del incendio, que tuvo dimensiones internacionales. Mañana, la reapertura será un choque de esperanza».
Instalado en el centro de la nave central del monumento histórico, dirigiéndose a un millar de personas, invitados, artesanos, ingenieros, arquitectos, decoradores, eclesiásticos, militares y civiles, Macron deseó insistir en el mensaje de esperanza, cuando Francia está caída de hinojos en una grave crisis nacional: «El incendio de Notre-Dame fue una herida nacional, y vosotros, todos, juntos, a través de vuestro trabajo y compromiso, habéis realizado lo que parecía imposible. Alquimistas del carbón, habéis transformado el carbón en arte. Vosotros habéis demostrado que nada se resiste a la audacia. Sois un orgullo para toda la Nación. Deseo que perdure el espíritu de la fraternidad de esta obra de reconstrucción…».
Ese trabajo colosal ha sido financiado con 843 millones de euros, conseguidos, en bastante medida, a través de donaciones de particulares, norteamericanos, en buena parte. Unos 700 millones han sido invertidos en los trabajos realizados, hasta hoy. Otros 140 millones serán utilizados para terminar la restauración de las fachadas y distintas dependencias de la catedral, a lo largo de los próximos años.
La reconstrucción de Notre-Dame, durante cinco años largos, ha sido el fruto de una concertación y diálogo entre la jefatura del Estado, el arzobispado y varios equipos de arquitectos especializados, intentando realizar un trabajo sin precedentes, que oscila entre la fidelidad a la tradición y la «modernización» relativa en varios puntos sensibles.
Las vidrieras y la «rosaleda» del interior de la catedral, por ejemplo, fueron un tema de discusión, debate y polémica. Parecía muy problemático sustituir las vidrieras originales de Eugène Viollet-le-Duc… Macron y el arzobispo de París terminaron prefiriendo conservar las vidrieras originales que no habían sido dañadas, aportando notas «modernas». El resultado fotográfico parece muy bello.
El altar mayor de la catedral, muy dañado por el incendio, ha sido reconstruido por Guillaume Bardet, diseñador famoso, que ha realizado un trabajo de corte tradicional, respetando el carácter sacro de ese espacio catedralicio, aportando una visión muy actual.
La piedra de la columnas de la gran nave central de Notre-Dame se ha beneficiado de un trabajo de limpieza histórica. El grisáceo oscuro que tenía antes del incendio, consecuencia de décadas y décadas sin limpieza profunda, ha cobrado un tono amarillo / rosáceo que sorprende por la modernidad intachable de tan venerables piedras.
La carpintería de la catedral fue objeto de un estudio y decisiones muy particulares. El arzobispado y la jefatura desearon al unísono que se utilizase madera y materiales nacionales. Es uno de los grandes triunfos para la gloria patria
La Corona de espinas del interior del relicario de Notre-Dame necesitaba de una reconstrucción completa. Sylvain Dubuisson, artista francés, ha realizado un trabajo muy fuera de lo común: su modernidad sin fisuras es un homenaje fiel a la tradición más profunda.
El mobiliario planteaba otra reflexión de fondo. ¿Debían construirse sillas y sillones «copiando» los originales destruidos? El Elíseo y la jerarquía religiosa optaron por el confort moderno, haciendo concesiones a la tradición, en el terreno de la silueta y los colores. Una decisión semejante se tomó para la renovación del tabernáculo y el mobiliario litúrgico. El diseñador Guillaume Bardet ha realizado obras de un minimalismo muy puro, sin concesiones para afirmar la función religiosa de los objetos que participan en el culto.
La flecha de la catedral, uno de los símbolos más legendarios de Notre Dame, fue objeto de atención, debates y cuidados muy particulares. Las autoridades optaron por una reconstrucción «idéntica», pero «actualizada» con nuevos materiales, que reflejasen la fidelidad y la continuidad. Por razones técnicas, la flecha había sido instalada hace semanas. Con la presentación de los penúltimos trabajos, esa «pieza» esencial y muy visible, para los visitantes, cobra su dimensión artística y simbólica definitiva.
Para «rematar» la reconstrucción se decidió concebir una instalación luminosa definitivamente moderna, actual. El «juego» de luces concebido por los arquitectos tiene un efecto «mágico» excepcional. Las más venerables piedras, las «viejas» reliquias renovadas, las vidrieras «modernizadas», el flamante mobiliario, se convierten, en las primeras fotografías, en un fabuloso espectáculo de luz y color.
Anticipándose en diez días a la reapertura solemne, con misa cantada, los días 7 y 8 de diciembre, Macron ha deseado presentar el espectáculo majestuoso de la «unidad» y la «reconciliación» nacional, con vocación ecuménica, internacional.
La crisis política e institucional, en curso, ofrece un rostro menos amable y «optimista». La ausencia del Papa Francisco subraya otra dimensión difícil de analizar en profundidad.
Emmanuel Macron había deseado que su santidad el Papa fuese el primero en entrar en la nueva Notre-Dame restaurada, en la capital de la antigua «hija predilecta» de la Iglesia. Sin embargo, tras muchas semanas de diálogo, sin frutos ni entendimiento final, Francisco no estará presente en la gran reapertura solemne. El Papa ha preferido hacer una visita a la isla de Córcega una semana más tarde.
Sin duda, el Vaticano tiene razones propias para negarse a participar en las ceremonias de la reapertura triunfal de Notre-Dame. Sin embargo, en el Elíseo, preferir Córcega a París no deja de resentirse como una decepción inconfesable. Nobody’s perfect dice una legendaria cita de Billy Wilder. ABC, Notre Dame ya está restaurada: un espectáculo excepcional + PDF.
Quiño,
Qué contraste ver a Notre-Dame en la lejanía tan esplendorosa y en un primer plano al SDF en la intemperie…
Gracias a tus explicaciones me da la impresión de haber visitado el interior de la restaurada catedral en compañía de un guía excepcional.
Que la reapertura del templo logre transmitir un mensaje de esperanza, ánimo y fraternidad a la humanidad.
Mil gracias y palanteeeeee………!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Fina,
Abrumado y encantado me dejas, que bien, con tu amistosa generosidad, siempre.
Me pareció razonable recordar la cara menos gloriosa del glamour catedralicio.
Graciassss
Q
Las catedrales europeas ajadas por el tiempo y a veces maltratadas por los elementos se ponen lo mejor aunque lo paguen aquellos que viven a sus alrededores. Si las élites de los ochentas nos llevaron al diecinueve el siglo de Marx y Darwin las élites actuales nos llevan a las guerras de religión europeas del diecisiete católicos protestantes ortodoxos incluso podemos añadir sunitas chiitas judíos…se acabó el estado del bienestar y del periodo de una cierta armonía entre pueblos. Los ciudadanos dan vueltas alrededor de sus centros religiosos algunos con campanitas anunciado sus enfermedades contagiosas con cuerpos destrozados por la falta de justicia social incluso por falta de caridad. La riqueza de todos vuelve a los dioses de las catedrales y a los dioses de la guerra que son los mismos mientras tanto aquellos que lo construyeron todo residen en las calles esperando que abran las puertas de las catedrales para protegerse de los elementos y de las explosiones de la guerra. Las jerarquías se protegen dentro y no abren las puertas serán los últimos en caer pero no dejarán de ser la cúspide de la pirámide . La cadena del ser rota en mil unidades la autoridad se desvanece entre las ruinas. Adiós élites de siempre se acabaron las catedrales en esta última guerra de religiones.
José.
Buenooo… deambulado por los alrededores de Notre Dame… lo que se ve son atascos de turísticas de muy diversas religiones, cruzándose en paz, esperando algo dificil de ver entre tanto lío poco religioso…
Q.-