Marcilly / Beaune la Rolande 2 julio 2005. Foto JPQ.
La crisis económica y social de la Francia pobre y agrícola ha acelerado el tráfico y consumo de drogas, que ha crecido en un 67 % en 28.000 de los 35.000 pueblos / alcaldías de Francia.
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Con 68.000 habitantes, Francia es el país con más pueblos / alcaldías de Europa. Sin embargo, el 54,1 % de esos pueblos tienen menos de 500 habitantes. El 80 % de los franceses viven en pueblos de menos de 10.000 habitantes. En esa Francia profunda, agrícola, los agricultores bien implantados en el mercado mundial, tienen economías muy saneadas y florecientes. Por el contrario, los pequeños y más modestos agricultores viven angustiados, votan extrema derecha y sus tierras se están convirtiendo en «territorio drogata».
Según estudio oficial de la Gendarmería nacional (GN), filtrado al matutino conservador Le Figaro, la distribución y el consumo de drogas ha crecido en un 67 % en los últimos cinco años, cuando comenzó a manifestarse la gran crisis política nacional. En la Francia pobre y rural han aparecido entre 800.000 y 900.000 consumidores diarios de cannabis, marihuana, hachís, «coca», «chocolate».
Rachida Laoufi-Saber, vicepresidente de la Asociación de alcaldes rurales de Francia (AARF), comenta ese proceso histórico de este modo: «Buena parte de la droga consumida en nuestros campos está comprada y vendida por jóvenes que organizan y participan en fiestas populares, donde policías y gendarmes no están muy presentes. Sin embargo, buena parte de ese drama, esa calamidad, ese drama social, es el crecimiento del consumo de drogas entre hombres y mujeres de condición muy modesta, víctimas de la pobreza y la precariedad, que están descomponiendo nuestros territorios y arruinando muchas vidas». Laoufi-Saber agrega: «Más allá del aspecto «recreativo» del consumo de drogas, entre los jóvenes, ese drama está creciendo entre los jóvenes hijos de familias precarias, mal o nada escolarizados, que han perdido todo tipo de referencias morales».
Redes sociales y nuevos recursos de comunicaciones, teléfonos, WhatsApp, TikTok, Snapchat, han contribuido a la «democratización» y expansión de la distribución y el consumo de drogas, que pueden crecer de manera importantes en lugares en otro tipo aislados e inhóspitos.
Pequeños pueblos sin alcalde, o alcalde compartido con otros municipios, granjas en mal estado, vehículos abandonados, incluso pequeños iglesias sin párrocos, se han convertido en centros de venta y distribución de drogas. Basta con un teléfono para atender a una clientela muy diversa, en la periferia de pequeños o medianos municipios.
Olivier Kim, oficial de la Gendarmería Nacional (GN), comenta la metamorfosis del tráfico de drogas, en la Francia pobre y rural, de este modo: «Los traficantes, varios millares, en toda Francia, venden sus mercancías realizando «promociones» y «operaciones de marketing» que se inspiran en la gran distribución comercial. Basta con un teléfono y una lista de amigos y clientes para aumentar las ventas con temible eficacia».
Según un informe policial filtrado a Le Figaro, millares de antiguas granjas y pequeñas explotaciones agrícolas, víctimas de la crisis, se han «reconvertido» en la producción de «coca». La gendarmería habría descubierto más de 100.000 metros cuadrados de antiguas pequeñas granjas abandonadas o vendidas para la producción más o menos «artesanal» de «chocolate».
Consciente de la gravedad de un problema creciente, en el corazón de la Francia histórica y rural, el gobierno en funciones, a primeros de año, creó un mando especial con varios millares de militares, gendarmes y policías especializados. La crisis política sin precedentes que vive Francia, desde el mes de julio pasado, añade un factor indirecto al problema del incremento de la producción y consumo rural de drogas: los cambios e incertidumbre ministeriales diluyen parcialmente la lucha contra esa plaga nefanda y sin precedentes. ABC, La Francia pobre y rural se «reconvierte» en la producción y consumo de drogas.
Agricultores franceses, una especie amenazada.
Francia, crisis, sequía, suicidio de agricultores.
La reforma del campo de Macron no reducirá el número de suicidios de los agricultores franceses.
Agriculturas / agricultores … personajes y crisis del modelo francés.
Antonio Castillo Algarra says
Es, en buena medida, el campo español desde hace décadas…
Jose says
El mundo moderno empezó con las guerras del opio. Está guerra siempre ha estado presente pero no como ahora. Se intenta neutralizar las propias poblaciones conflictivas. Las adicciones son los mejores comportamientos de los consumidores del mercado incluso si están en el mercado ilegal. Sin vicios privados no hay virtudes públicas. Las adicciones serán la última etapa del mercado global. Empezó creando adictos y acabará con adicciones de todo tipo incluso con la adicción a las cuentas corrientes con muchos dígitos . Nadie se salva ni los piratas. Siempre el mismo problema los excedentes está vez agricultores antes policías médicos arquitectos trabajadores de todo tipo…se salvan por poco los ingenieros. Mejor olvidarse con las drogas que son excedentes.