Le Figaro, 16 / 17 diciembre 2024.
Advertencia grave y solemne:
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Cuando François Bayrou, primer ministro, no sabe cuándo podrá formar gobierno ni presentar unos presupuestos del Estado ante la Asamblea Nacional, François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia (BdF), ha lanzado una advertencia muy severa: «Si no se toman medidas con rapidez, Francia corre el riesgo de un hundimiento económico progresivo».
A juicio de la primera autoridad bancaria nacional «el gobierno debe afrontar con rapidez la imperiosa necesidad de poner coto a la deriva incontrolable de las cuentas públicas, en un estado amenazante».
En dos entrevistas concedidas al matutino conservador Le Figaro y la cadena de información permanente BFMTV, Villeroy de Galhau recuerda los datos esenciales que anuncian el riesgo de un «hundimiento progresivo»: El gasto público asciende al 57 % del PIB, cuando la media de la zona euro es del 47,7 %. El déficit y la deuda son superiores a la media europea y serán los más altos de Europa el año que viene. Francia continua endeudándose, en el mercado internacional de capitales, a un precio superior al de España, Portugal y Grecia. Retroceso histórico.
«Si Francia no pone coto a esa peligrosa deriva nacional, París terminará convirtiéndose en un problema económico para el resto de la zona euro y la Unión Europe (UE)», declara el gobernador del BdE, agregando: «Si el gobierno todavía desconocido no consigue controlar la deriva en curso, los déficits podrán alcanzar el 6 % del PIB y entraríamos de una zona de riesgo europeo, con posible penalización de los inversores internacionales».
La advertencia severa del gobernador del Banco de Francia es la segunda en menos de tres días. A las seis horas cortas de anunciarse el nombramiento de François Bayrou, la semana pasada, la agencia de notación financiera Moody’s hizo pública otra advertencia solemne: «Las perspectivas financieras de Francia son negativas y la fragmentación política tendrá un costo económico grave».
El gobernador del BdF comenta esa «coincidencia» con cierta amargura: «Se trata de un dato muy desafortunado. La inestabilidad provocada por la censura del 4 de diciembre pasado confirmaba la inestabilidad temida. Diez días más tarde, la clase política sigue enzarzada en sus disputas, la formación del gobierno todavía no está clara. Y será necesario esperar a primeros de año para conocer los presupuestos del Estado. Con lo cual, los riesgos de degradación se confirman y son de temer».
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