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MV, 2018, «Ocurra lo que ocurra me quedaré en Barcelona».
2021. Manuel Valls regresa a París y no sale del hoyo. El ex primer ministro, envuelto en polémicas, es despreciado por sus antiguos compañeros e ignorado por Macron.
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2024… Según la prensa y la clase política francesa, el nombramiento de Manuel Valls como ministro de Ultramar, en el gobierno de François Bayrou, es un «arcaísmo» que no aporta ninguna estabilidad y puede facilitar la censura.
El vespertino Le Monde califica a Valls de «revenant», que puede traducirse por «aparecido», «espectro», «fantasma». El diccionario Larousse, de acreditada solvencia, define «revenant» de este modo: «Forma de un muerto que se aparece a los vivos».
El matutino Le Figaro, retoma en un titular varios de los calificativos con los que ha sido calificado Valls entre la clase política: «Encarnación del perdedor», «asco profundo», «hazmerreír de Francia».
Liberation ha publicado una portada con este titular: «Gouvernement de revenants»… «Gobierno de aparecidos, espectros, fantasmas». Valls ocupa un lugar privilegiado bajo ese titular.
Les Echos, matutino de referencia económica, publica un retrato con calificativos de este tipo: «Ciega testarudez», «ruta de meandros», «oportunismo presumido», «sujeto víctima de mofa recurrente».
En Burdeos, Ouest-France resume de este modo el regreso de Valls a la política francesa: «Huida del PS, fracaso en Barcelona, tras haber anunciado que renunciaba a la política francesa».
France Inter (primera cadena radio pública) ha emitido un «retrato» presentado de este modo: «Decenio agitado de Valls, un rosario de fracasos».
Creyendo presentarlo favorablemente, François Bayrou, primer ministro, estima que Valls «es una personalidad kamikaze, que no teme el riesgo: es lo que necesitamos».
Desde esa perspectiva, Le Monde recuerda las muy malas relaciones políticas y personales entre Valls y Laurent Wauquiez, líder de «Los Republicanos» (LR) el partido de la derecha tradicional. El semanario Le Journal du Dimanche recuerda esta sentencia de Wauquiez sobre Valls: «Ha fracasado en todas sus ambiciones». Xavier Bertrand, ex ministro conservador, comentó la entrada en el gobierno de Valls de este modo: «Marine Le Pen puso el veto a mi entrada, pero ha aceptado a Valls».
La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), anunció hace días que presentará una nueva moción de censura, a mediados de enero, cuando comience la nueva sesión parlamentaria. Olivier Faure, líder del PS, estima que el nombramiento de Valls forma parte de las «traiciones» de Bayrou. Pierre Jouvet, otro líder del PS, ha declarado: «Valls hace reír a toda Francia. Un signo de inmovilismo. La misma política será censurada».
En nombre de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), Jordan Bardella, el número dos del partido de Marine Le Pen, ha declarado: «Afortunadamente, el ridículo no mata. Valls es la guinda de una coalición de perdedores. Afortunadamente, nuestro partido está aquí para proteger y defender a nuestros compatriotas».
A las cuarenta y ocho horas del nombramiento de Valls como ministro de Ultramar, la cadena radiofónica France-Inter (sector público) ofreció a Valls un programa de una hora de duración. A los pocos minutos de comenzar, un auditor provocó una «tormenta», con esta declaración: «El señor Valls participó con el señor Hollande en la destrucción de la izquierda, traicionó al PS y a su candidato a la elección presidencial, intentó hacer carrera política en España y fracaso, intentó apuntarse al carro de Macron pero no fue elegido. Quiero decirle al señor Valls que debiera avergonzarse, es una basura, un mojón». ABC, «Fantasma», «perdedor», «oportunismo presumido»… Manuel Valls es recibido con duras críticas en su regreso a la política francesa.
Su padre fue una muy otra cosa, importante: Xavier Valls vuelve a París.
Los desastres políticos de Valls, hijo, comenzaron comenzaron en una alcaldía de la periferia parisina:
Valls en Évry: más policía, más impuestos, más deudas, líos amorosos.
Manuel Valls defenderá en Barcelona las ideas que no se atrevió a defender en París.
Manuel Valls y el socialismo… bye, bye.
Mujeres en la campaña de Manuel Valls 2.
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Manuel Valls cava su tumba entre los despojos del socialismo francés.
Valls y las ruinas del socialismo francés 2.
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Hamon / Valls… duelo a garrotazos, a cara de perro.
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Crónica del hundimiento de la casa Hollande.
Hollande se va… deja tras si un campo de ruinas cainitas.
Le Monde anuncia el suicidio de izquierdas y socialismos franceses.
La izquierda Titanic.
Valls “hijo predilecto de Franco”, cabeza de turco de Hollande.
Manuel Valls, en jefe de guerra; retrato improvisado.
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Valls: “La izquierda puede morir”.
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Valls, Hidalgo, Dati, Vallaud-Belkacem… la nueva Francia mestiza.
Las historias políticas de Netflix pueden que pasen de moda dentro de muy poco. Puede que todo acabe con la aparición de iluminados as que intenten resucitar a los moribundo sonámbulos idiotas de la acepción griega aquellos que no les interesa la política y sobre todo aquellos espectadores que abandonaron las series políticas. Estos actores políticos se encuentran con un futuro negro si no los contratan para nuevas series ven su futuro peligrar pasando a ser meros protagonistas de la prensa rosa o de sucesos. Políticos moribundos intentan por todos los medios posibles rascar lo poco que queda de lo público para sus bolsillos al mismo tiempo que viven historias gore con sus cámaras de guerra de todo tipo sin conseguir el miedo de sus votantes que ya no votan.
José,
Pues vaya usted a saber.
En el caso de Valls es una historia pasablemente negra, con un rosario de mujeres, víctimas, las más de las veces, tratadas con una ligereza machista que nadie desea abordar con claridad,
Q.-