Conseils des notaires, 14 enero 2025. Foto JPQ.
François Bayrou, primer ministro, espera evitar una censura rápida de su gobierno haciendo concesiones a la extrema derecha y al PS, confiado en que Francia podrá «salir» de su crisis más grave, desde la fundación del régimen, entre 1958 y 1962, trabajando menos que el resto de los miembros de la zona euro.
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Las concesiones de Bayrou evitarán la censura a corto plazo, pero fueron rechazadas por la gran mayoría de las fuerzas políticas parlamentarias.
Nombrado jefe de gobierno, el 13 de diciembre pasado, tras el efímero mandato de Michel Barnier, que solo pudo ejercer el cargo durante noventa y nueve días, Bayrou presentó su programa gubernamental la tarde del martes, con un discurso de hora y media de duración, ante la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional, anunciando dos medidas que, a su modo de ver, pudieran evitar una censura rápida.
Bayrou anunció una medida que pudiera incrementar de manera muy importante el poder parlamentario de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, que ya es el primer partido de Francia, con 124 de los 577 diputados de la Asamblea Nacional.
Históricamente, el modelo electoral de Francia, mayoritario, a dos vueltas, penaliza gravemente a los partidos minoritarios en beneficio de los partidos mayoritarios. Con ese modelo, Le Pen ya es el primer partidario parlamentario, pero no tiene mayoría para poder gobernar en solitario. Con otro modelo electoral, «proporcional», Le Pen podría conseguir la mayoritaria parlamentaria necesaria para poder gobernar en solitario, por vez primera, en la historia política de Francia.
En nombre del partido de Le Pen, sin embargo, Jean-Philippe Tanguy, declaró su «decepción», lanzando un rosario de nuevas exigencias.
Le Pen, el PS, el PCF, la extrema izquierda censuraron al gobierno de Michel Barnier, reclamando la retirada de la «gran reforma» del sistema nacional de pensiones, que «impuso», tras varios años de crisis y conflictos sociales, la jubilación a los 62 y los 64 años. Para dividir a las izquierdas y evitar una censura rápida, Bayrou ha hecho al PS esta concesión: la aplicación práctica de esa jubilación queda «aplazada»… y se propone a los sindicatos y la patronal que negocian una «reforma alternativa».
El PS puede «vanagloriarse» de «imponer» el «aplazamiento» de la jubilación, cuando extrema derecha, extrema izquierda, comunistas, ecologistas y sindicatos siguen reclamando la jubilación a los 60 años. En el resto de la zona euro, en Alemania, Holanda e Italia, la edad de jubilación son los 67 años; en Austria, Bélgica, España, Polonia, es de 65 años.
En nombre del PS. Boris Vallaud subrayó que su partido no se «contentará» con el «aplazamiento» de la reforma de la jubilación: sigue defendiendo la jubilación a los 60 años…
En nombre de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el partido mayoritario a la izquierda, Mathilde Panot, declaró: «Bayrou y su gobierno no tienen ni aliados ni futuro». Recordando que su partido propondrá la censura «en su momento».
En nombre de las familias centristas, próximas a Bayrou, Gabriel Attal, ex primer ministro, no ocultó su «decepción» ante las concesiones, pidiendo a su sucesor que se «aleje» de las izquierdas. En nombre de la derecha tradicional, Laurent Wauquiez tampoco ocultó sus «reservas» anunciando que su grupo «estudiará por lo menudo cada nuevo proyecto de ley».
Cuando el Banco de Francia ha advertido que la nación vive una crisis presupuestaria sin precedentes, con graves riesgos para el euro, Bayrou anunció muy pocas medidas de freno, control o recortes que permitan reducir los déficits y la Deuda pública, limitándose a enumerar un larguísimo rosario de promesas para «desburocratizar» Francia (creando nuevos ministros), aspirando a «mejorar» su agricultura, su sanidad, su educación, sin olvidar el desafío continental de la inmigración. ABC, Bayrou cede en la reforma de las pensiones, pero no evita otra moción de censura + PDF.
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