Cosas de Die Zeit y mías:
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Die Zeit, 15 / 16 febrero 2025. «Adiós, América. Ya no hay mucho que mantenga unidos a Europa y a los Estados Unidos, y mucho menos valores compartidos. Estos días marcan el fin de Occidente tal como lo conocemos…«.
Die Zeit es el semanario más influyente entre las elites intelectuales alemanas; y uno de los más influyentes de Europa.
Su punto de vista me parece sintomático.
En mi caso, intento describir ese proceso en curso…
Emmanuel Macron reunirá la tarde de este lunes, en el Elíseo, una cumbre informal con los jefes de gobierno de los principales miembros de la Unión Europea (UE), el secretario general de la OTAN, la presidenta de la Comisión y el presidente del Consejo europeo, para comenzar a elaborar una respuesta ideológica, comercial, diplomática y militar a la pareja Trump / Putin, desestabilizando el orden mundial y la seguridad de Europa.
Tras cuarenta y ocho horas de negociaciones, en la reunión de trabajo del Elíseo debieran participar los jefes de gobierno de Alemania, (Olaf Scholz), el Reino Unido (Keir Starmer), Italia (Giorgia Meloni), Polonia, (Donald Tusk), España (Pedro Sanchez), Holanda (Dick Schoof) y Dinamarca (Mette Frederiksen), acompañados del presidente del Consejo europeo, Antonio Costa, la presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Aspirando a «orientar» los trabajos de la cumbre informal y liderar, en alguna medida, esos trabajos multilaterales, Emmanuel Macron declaró la tarde / noche del domingo: «Los europeos debemos hacer más por nuestra propia seguridad colectiva. La aceleración de la crisis ucraniana, como consecuencia de las decisiones y declaraciones americanas, nos obliga a los europeos a responder de manera coherente para reformar nuestra defensa común».
Se trata de una primera cumbre oficiosa, «técnica», que deberá establecer los fundamentos de futuras cumbres oficiales, para abordar los inmensos desafíos que se plantean para la seguridad, soberanía y futuro político de Europa y la Alianza Atlántica.
Se trata de problemas históricos de proporciones colosales, que afectan a todos los fundamentos de la construcción política de Europa, llamada a descubrir y explorar nuevos rumbos.
En el terreno ideológico, los aliados europeos deben articular un discurso colectivo para responder a las intromisiones de Trump y sus hombres descalificando el modelo político de las democracias europeas y su expresión institucional, la Unión Europea (UE). Desafío sin precedentes desde el fin de la Segunda guerra mundial.
En el terreno económico – comercial, la guerra de los aranceles desencadenada por Trump («la más estúpida de la historia», según el Wall Street Journal), la Comisión europea ha comenzado a preparar la respuesta concreta, más allá del primer choque inmediato. Queda por ver el funcionamiento práctico y consecuencias para los exportadores europeos.
En materia de seguridad y defensa, los aliados europeos deben afrontar varios problemas capitales íntimamente asociados: la «negociación» Putin – Trump sobre Ucrania; el «alejamiento» y posible retirada de los EE. UU. de la defensa de Europa; y la construcción de una organización militar propia…
Ante el diálogo ucraniano de Trump – Putin, es relativamente «fácil» articular en frente común, en estrecha colaboración con Kiev.
Ante la retirada o alejamiento de los EE. UU. de la defensa europea, los aliados deben encontrar «soluciones» (¿?) a corto y medio plazo, muy complejas e inciertas. Ante la construcción de un sistema de defensa común, Europa vuelve a plantearse un proyecto histórico que ha fracasado muchas veces y tropieza con un obstáculo inquietante: los europeos gastan e invierten poco o muy poco (España) en seguridad y defensa. Buscar, encontrar, e invertir los centenares de miles de millones de euros necesarios para construir un hipotético ejército europeo es una ambición que pudiera llevar meses y años de chalaneos y nuevos impuestos…
El nuevo orden mundial que están fraguando Trump y Putin sitúa a Europa en una encrucijada. La reunión de esta tarde, en el Elíseo, solo puede ser la matriz de un proceso muy largo y complejo, que también corre el riesgo de abrir nuevas «grietas» y divisiones entre los miembros de la UE.
En la cumbre oficiosa del Elíseo estará presente Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, que ha sostenido, hasta hoy, relaciones muy cordiales con Trump y Elon Musk. Por el contrario, estará ausente Viktor Orbán, el hombre fuerte de Hungría, que defiende tesis próximas a Putin en Ucrania. Geert Wilders, el líder de la extrema derecha holandesa, también es un sólido apoyo de Trump.
Conscientes de ese cúmulo de problemas y desafíos pendientes, Macron y los participantes de la cumbre oficiosa, en Elíseo, esta tarde, han optado por un lenguaje técnico, limitándose a confirmar el inicio de un proceso de concertación sobre todos los inmensos problemas donde está hipotecado el futuro de Europa. ABC, Macron aprovecha la brecha con EE.UU. para intentar asumir el liderazgo europeo sobre la guerra en Ucrania.
Proceso que tiene raíces muy profundas:
España, última en la cola de la seguridad y defensa de Europa.
Europa se encuentra en una encrucijada histórica; España, sonámbula.
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