Decíamos ayer…
Javier me envía desde Madrid el número de febrero de Quimera, donde Fernando Valls cita mi Retrato del artista en el destierro (Ed. Cort) entre los libros más potables del 2004. En su análisis de fin de año, en El Cultural, Santos Sanz Villanueva decía de esa obra que es “un escrito importante y consolador”, comentado por extenso por él mismo en Revista de Libros.
¿Debo decir que comentarios tan distintos —-unidos, quizá, por una cierta generosidad—- como los de José María Pozuelo Yvancos (ABC), Baltasar Porcel y Sergio Vila Sanjuán (La Vanguardia), Antoni Serra (Última Hora) Rafael Conte (El País), Ramón Jiménez Madrid (Quimera) o Ramón Piñá (El Cultural – El Mundo) me dieron otras tantas y tan distintas alegrías?
El mismo cartero que me trae Quimera me entrega un paquete con los primeros ejemplares de mi nueva novela, El caballero, la muñeca y el tesoro (Ed. Áltera), que comencé a escribir en nuestra casa de Ault el verano de 1990 y di por concluida en París el verano del 2003.
Originalmente, ese libro, directamente inspirado por el Caballero inexistente de Calvino, se llamaba Juan, I, 14, en recuerdo del poema de Borges del mismo título. Pero mi editor, Javier Ruiz Portella, me invitó a buscar un título menos esotérico. Cuando Javier me pidió un resumen sobre las aventuras de mi caballero, le envié estas líneas:
Rodrigo es un caballero de la estirpe de Arturo. Su rey lo traicionó. Los infantes de Carrión deshonraron a sus hijas. Doña Urraca le propuso un infame pacto carnal. Condenado al destierro, durante siglos, decide volver a su patria para salvarla de una tiranía atroz. Los antiguos hombres han sido convertidos en esclavos de un campo de concentración universal. Los pueblos se han transformado en parques de explotación y comercialización de seres humanos, numerados como cosas propiedad de marcas publicitarias…Rodrigo se despierta tras una larga pesadilla: ha perdido su carne mortal; su armadura está vacía… pero tales inconvenientes no le impedirán iniciar una fabulosa revuelta contra un orden injusto y cruel, acompañado de una muñeca de ojos de cristal y labios de rubí, y de un niño que construye figurillas de barro a las que intenta transmitir un soplo de vida, dándoles la palabra. Porque solo ese oscuro misterio podrá salvar a los proscritos que emprenden la campaña definitiva donde deberá decidirse la suerte de los últimos hombres libres.
Javier says
¡Qué la primavera llene muchas estanterías con tus libros!
Wallenstein77 says
Hola a todos:
Suerte con la distribucion y venta de los libros. Por lo que he leido en el resumen tiene que ser muy interesante el libro.
Saludos a todos.