Imprescindibles para sobrevivir
Tarea la más urgente y más noble, para mí: rescatar la obra de grandes maestros proscritos, olvidados, cuyo trabajo es sencillamente imprescindible para saber quienes somos, de donde venimos, hacia donde caminamos, sonámbulos.
● Memorias de la emigración (Santo Domingo, 1939-1945) y Estudios y ensayos sobre el exilio republicano de 1939, con prólogos de Manuel Aznar Soler, reeditados en la indispensable Biblioteca del Exilio, de la Editorial Renacimiento, son dos textos mayores de Vicente Llorens (1906-1979), que fue uno de nuestros más grandes críticos del siglo XX.
Historiando los exilios culturales españoles, desde el Mío Cid a la última guerra civil, Llorens abrió una brecha capital para el entendimiento cabal de nuestra identidad. Nadie como él ha trabajo estos temas esenciales: el desterrado y su lengua, el retorno del desterrado, los desterrados españoles, entre las Américas y las Españas.
Sus trabajos sobre el exilio cultural del 39 son textos canónicos. Su revisión del exilio romántico abrió incontables caminos por explorar. Su rescate de Blanco White fue un acontecimiento mayor. De joven, Llorens estudió y enseñó en Marburg, en Colonia, en Génova. Su regreso a España, tras el destierro en Santo Domingo, en Puerto Rico, en Francia, en Baltimore, en Princeton, etc., no lo salvó de un penoso ostracismo ¡siendo su obra tan indispensable para entender España y sus culturas…!
Releyendo, al azar de estas reediciones, algunos de los ensayos reunidos en Literatura, historia y política, advierto que, en verdad, Llorens fue el primero en subrayar que la historia de nuestras literaturas y culturas comienza con la guerra civil (entre caballeros castellanos) y el destierro (del más noble de entre ellos) que es el tema central del primero de nuestros grandes poemas, el que cuenta la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, desterrado en su patria, cuyos amigos más íntimos y más nobles eran hombres de otra lengua y religión.
● Proust at the Majestic: The Last Days of the Autor Whose Book Changad Paris (Bloomsbury), de Richard Davenport-Hines. Libro de encantadora chismografía: cuenta la legendaria cena de 1922, en el parisino Hôtel Majestic, que reunió a Marcel Proust, James Joyce y Pablo Picasso (¡que hizo un discurso en catalán!). El encuentro Proust-Joyce (recordado por el segundo) fue un silencioso fracaso.
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elisenda says
Hola!
No sé que tiene de raro que Picasso hiciera un discurso en catalàn! Me ha parecido curioso el signo de exclamación! Parecería sorprendente que Proust hubiera hecho un discurso en francés?
Muchas felicidades por el blog!
JP Quiñonero says
Elisenda,
Estoy curado de espanto, oye,
Q.-
PS. Picasso era malagueño. Lo divertido es que Proust hubiese hecho un discurso en occitano.