Cuando leo que el gobierno concederá a las autonomías parte del control de la gestión de los ríos, me pregunto que derecho tendrán los pueblos con ríos sin agua, víctimas de la desertización…
… cuyo ejemplo más íntimo, para mí, es el del primero de los ríos de mi infancia, el Guadalentín o Sangonera, a quien incluso Wikipedia le concede un caudal que nunca vieron mis ojos y no sé si existió nunca: los árabes musulmanes que le dieron nombre ya hablaban de algo más parecido al lodo que a un cauce de agua.
San Vicente Ferrer, que era valenciano y predicaba en castellano y catalán (valenciano), temía que el lobo (el río Segura) terminase comiéndose a la oveja (Murcia). En verdad, la desertización, las tormentas, las riadas más desastrosas y la urbanización destruyeron y aceleran la metamorfosis final de una tierra castigada de manera tan atroz.
Cuando me ataca la nostalgia infantil, recuerdo el legendario pasaje de la Recherche proustiana, página capital, cuando Swan persigue a la casquivana Odette en una gran fiesta y baile de beneficiencia real, Paris-Murcie, «… puisque l’Espagne est à la mode!«, consagrada a colectar limosnas para los huertanos víctimas de una catastrófica riada, una de tantas.
● Desertización y compra venta de almas muertas.
● California / Murcia. Desertización geográfica y espiritual [ 1 ], [ 2 ], [ 3 ] y [ 4 ]
Marcel Proust, À la recherche du temps perdu, Du côté de chez Swann, II. Edición de Jean-Yves Tadié, Bibliothéque de la Pléiade, I, págs. 364 y 489:
Et tout d’un coup il se mit à trembler à la pensée que le jour de cette fête de Paris-Murcie où il avait reçu d’elle la lettre qu’il avait si précieusement gardée, elle déjeunait peut-être avec Forcheville à la Maison d’Or [ .. ] Cela vous plaira, puisque l’Espagne est à la mode, ollé, ollé.
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