Alberto Durero, Melancolía I, 1514, grabado, 31 x 26 cm.
Europa es algo muy anterior y quizá posterior a la actual UE, que no deja de ser el reflejo provisional del empantanado proyecto histórico de la construcción política de Europa, justamente.
La Europa culta que hablaba latín iba de Santiago de Compostela a San Petesburgo, de los Balcanes a Edimburgo. La Europa carolingia ya se parecía muy mucho a lo que fue el difunto “eje” franco-alemán, entre 1963 y 1995. La Europa del emperador Carlos tenía algunas cosas en común con la Europa de los Estados del general de Gaulle, como la Europa de Luis XIV, cuyos equilibrios nacionales fueron víctimas de la Europa de Napoleón, antes de ser recompuestos en la Europa del Congreso de Viena.
Las fronteras y equilibrios negociados en el Congreso de Viena duraron, en verdad, hasta el estallido de las dos grandes guerras civiles entre los pueblos europeos de 1914-19 y 1939-45. Nuestra Europa, la Europa de la actual UE, es la inconclusa respuesta a los cataclismos precipitados por aquellos dos conflictos continentales, mundiales, cuyas consecuencias últimas todavía no han sido “digeridas” definitivamente: la UE todavía no tiene una política militar propia, para responder a los desafíos que se multiplican en su periferia; y los tropismos atlánticos de toda Europa del Este bien a las claras hablan de los debates de fondo sobre las atormentadas identidades de los pueblos europeos.
Desde tal perspectiva, la bizantina crisis institucional de la UE tiene algo de irrisorio, ante la confirmación de Europa como una gran zona de paz y prosperidad mundial. Sin embargo, el envejecimiento demográfico, el declive de antiguos valores, dos o tres décadas de crecimiento económico “fofo”, las demagogias nacionalistas, los patriotismos económicos, el sonambulismo energético y militar, la emergencia de nuevos actores internacionales, añaden agua al molino de los historiadores de la cultura, convencidos que Europa, en verdad, vive un eclipse u ocaso histórico, cuya figura artística más emblemática es la Melancolía.
● Melancolía, eclipse de Europa, destierro del artista y comunión de los hombres libres.
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