La política exterior de Rodríguez Zapatero ha hecho retroceder de manera tangible el peso institucional de España en Europa.
El retorno español a los negocios públicos europeos, tras la muerte de Franco, comenzó con la gira de Adolfo Suárez de 1977 y culminó con la aprobación y entrada en vigor del Tratado de Niza (2000-2003), que marca el punto álgido de la influencia institucional de España en la UE, tras una negociación e integración rápida y feliz, consumada por los gobiernos de Suárez, Calvo Sotelo, González y Aznar.
El Tratado de Niza instaló a España en el grupo de las grandes potencias europeas, con un estatuto reconocido como tal, a través de la importancia y calidad de su voto en las instituciones.
El mes de febrero del 2005, el gobierno propuso la aprobación por referéndum de un proyecto de Tratado europeo que recortaba significativamente el peso institucional de España en la UE. Tres meses más tarde, Francia rechazó el mismo proyecto, ahondando una crisis que venía de muy lejos.
Ante las distintas alternativas e iniciativas que se sucedieron para intentar salvar esa crisis, España adoptó una posición “maximalista”: el mes de enero pasado, los gobiernos de España y Luxemburgo reunieron en Madrid a un grupo de 18 Estados que ya habían aprobado la difunta Constitución.
Una visita a Madrid de Nicolas Sarkozy ha sido suficiente para que el gobierno español retroceda de manera espectacular: el proyecto francés de “tratado mínimo” marca un nuevo recorte de la influencia institucional española. Como Giscard, Mitterrand y Chirac, Sarkozy ha puesto sobre la mesa la importancia a geometría variable de la cooperación antiterrorista. Y Rodríguez Zapatero, acosado, sin rumbo conocido, ha enterrado los últimos flecos de independencia de criterio que ponían fuera de si a Chirac, crítico severísimo del descubrimiento de América, partidario de Marruecos durante el conflicto de la isla Perejil.
Protestooo…
«marca el punto álgido de la influencia institucional de España en la UE»
Ya sé que la Academia recientemente aceptó, debido al uso generalizado entre los periodistas mediáticos españoles -tan incultos y poco leídos- de una nueva acepción de álgido, pero sigue siendo incorrecta, inapropiada… por mucho que esté sancionado por los académicos, mayormente de letras. Es una muestra palmaria del desprecio de muchos que presumen de cultos a la Ciencia/Tecnología. Hoy en día no se puede entender la Cultura sin tener presente al mundo científico y sus aportaciones.
DRAE álgido, da.
(Del lat. algĭdus).
1. adj. Muy frío.
2. adj. Med. Acompañado de frío glacial. Fiebre álgida. Período álgido del cólera morbo.
3. adj. Se dice del momento o período crítico o culminante de algunos procesos orgánicos, físicos, políticos, sociales, etc.
He dicho, ea.
Maty,
Vuelve a leer la tercera acepción del DRAE.
De nada..
Q.-
Precisamente es de lo que me quejo (he puesto en negrita el nº 3). Creo que esa acepción nueva tiene menos de dos años, uno incluso. Me parece que es la segunda vez que me quejo de lo mismo en esta bitácora.
Lo que está mal, mal está. Se nota que en la Academia hay pocos integrantes con formación científica/técnica, y su voto no cuenta mucho. ¿Me equivoco?
Que inventen otros…