Veo con simpatía que ha terminado traduciéndose El Estado cultural (ensayo sobre una religión moderna) de Marc Fumaroli (Acantilado).
Solo hace dieciséis largos años que presenté ese libro, en castellano:
● De la oligarquía demagógica a la conversión de la cultura en mercancía publicitaria.
● De cómo el Estado destruye la cultura a través de la Comunicación Estatal de Masas.
Algo más reciente es este otro debate Fumaroli – Todorov: Las literaturas, amenazadas por la escuela, la industria y el Estado.
Buenas, Juan pedro. ¿Hace Fumaroli algun comentario sobre la exportación de la cultura a nivel de estados? Estaba reflexionando sobre, digamos, esas mercancías prefabricadas y envasadas al vacío (¿Vacío al vacío?), destinadas antes de nacer al mercado internacional. ¿No llegan podridas y malolientes la mayoría de ellas? ¿Existen los conservantes para evitar que ciertos frutos culturales del estado huelan mal? ¿Hay camiones refrigerados para llevar y traer cuadros, instalaciones, espectáculos,a lo largo de las carreteras europeas? Si Fumaroli habla de estas cosas en su libro, algo haré para agenciármelo. Buen sábado.
Ramón,
Bueno… Fumaroli hace una denuncia implacable de las burocracias ideológicoculturales…
Q.-