¿Un Estado? ¿Cuántas banderas..?
“Flandes acelera la evaporación de Bélgica”
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Creo que se entiende todo: La Flandre accélère l’évaporation de la Belgique, Belgian crisis deepens after collapse of coalition talks, La Flandre et la Wallonie ont choisi leurs drapeaux.
Este Infierno viene siguiendo el proceso de descomposición de un Estado, dentro de la UE, desde el 17 de mayo del 2006. La evolución de la crisis no me desmiente completamente:
● Así se “descompone” un Estado miembro de la UE
● La UE no garantiza la integridad del Estado
● La descomposición de Bélgica, según el Economist
● Newsweek y la “fragmentación” de Bélgica y España
● Bizancio y nosotros
Remi says
Alguien escribio que Belgica, estado artificial donde los haya, era solo un estado tampon que los ingleses habian puesto ahi para tener tiempo a preparar la defensa en caso de ataque aleman. Desaparecida la necesidad del estado tampon, el invento se tambalea al menor golpe. Solo a los dogmaticos creyentes en las esotericas virtudes de la unidad por si misma, sin saber para que, puede entristecerles que el estado creado por Leopoldo I, rey de infausta memoria, desaparezca.
En cuanto a si la UE garantiza la unidad de sus miembros, pues ante todo nadie en la UE se va a partir la cara por otro miembro. No habra mas «Cien Mil Hijos de San Luis». De eso hay pruebas sobradas, pues hasta es dudoso que fueran a partirsela para defender sus propios intereses. Por otra parte esta en el espiritu, que no en la letra, de la UE la liquidacion, a largo plazo, eso si, de los estados-nacion, que recordemos que fueron un invento de las burguesias del siglo XIX para monopolizar mercados nacionales-estatales alejando «manu militari» a la competencia extranjera. Pero si hoy para vender en Francia ya no hace falta ser frances ni para vender en España hace falta ser español, para que sirve ser frances o español … o de cualquier otra pertenencia administrativa? Vienen de nuevo las fidelidades naturales, las culturales, pues para tener sanidad y jubilacion no se necesita un estado, basta con una empresa de seguros. Eso si, siempre quedaran los misticos de la nacion que pudo haber sido y no fue, de las glorias pasadas, …
maty says
Heterodoxias «La única patria de un hombre es su infancia» (Rainer Maria Rilke) -> videoclip de Jaume Sisa
En mi caso, algunas calles de Tarragona, hasta ahí llega mi sentimiento de pertenencia más allá de mi familia (que es lo que realmente me importa y en la que puedo confiar).
JP Quiñonero says
Uauuuuuuuuuuuuuuuuuuu… Maty,
Esa cita de Rilke y el maestro Jaume Sisa cantando Qualsevol nit pot sortir el sol son cosas Muuuuuy mayores,
Q.-
Ps. Repito tu enlace, para que no se lo salte nadie: Jaume Sisa, Qualsevol nit pot sortir el sol. ¡Cómo recuerdo a Snoopy y la chica rubia y pelirroja..!
Ramón Machón says
Bastaría el título del poema. Además, creo haberlo copiado ya alguna vez en este infierno. Pero como soy un pesado, y siempre habrá lectores nuevos que pasen por aquí, lo traigo de nuevo:
ELOGIO A MI NACIÓN DE CARNE Y DE FONEMAS
Los que sin fervor comen del gran pan del idioma
y lo usan como adorno o coraza o chantaje
sienten por mí un rechazo donde la rabia asoma:
yo no he llamado patria más que a ti y al lenguaje
Los que destinan himnos y medallas y amor
al cuervo de la guerra, y nunca a la paloma
de la lujuria, miran mi cama con rencor:
yo no he llamado patria más que a ti y al idioma
De la fraternidad, de la honra civil
sé que nadie la siente ni nadie la derrama
si convierte al lenguaje en una jerga vil
y en su cuerpo sofoca la milagrosa llama
Celebrar como a un dios el fuego de la mano,
sentir por las palabras un respeto profundo:
sólo así el transeúnte puede ser nuestro hermano
y nuestros camaradas la materia y el mundo
La carne me ha enseñado el más hondo saber
y el lenguaje me enseña su lección venerable:
que el Tiempo es un abrazo del hombre y la mujer,
que el Universo es una palabra formidable.
Félix Grande
Las rubáiyátas de Horacio Martín
JP Quiñonero says
Ramón,
El maestro Félix Grande gana leído y vuelto a leer, una y otra vez, años y años después,
Q.-
Joaquin says
El poema de Félix Grande es hermoso (gracias, Ramón Machón), pero seguramente este poeta no conoce el Síndrome de Ulises. La patria es una realidad muy carnal, lo saben bien los expatriados, los refugiados, los emigrantes…
JP Quiñonero says
Joaquín,
En verdad, me digo, el síndrome de Ulises quizá también pueda sufrirse sin salir de una habitación, cuando te ataca el insomnio y te sabes desterrado en tu tierra patria…
Q.-
PS. Ejemplo canónico… el Gregorg Samsa de La Metamorfosis kafkiana.
Ramón Machón says
Joaquín,
Félix Grande habla de hermandad, de lujuria (entendida como exaltación positiva de los sentidos y comunicación apasionada con lo que se ama), de amor al lenguaje y al cuerpo de la amada como una sola cosa. Por eso aquellos que «comen del gran pan del idioma» y lo ensucian y malversan (¿?) están al mismo nivel que aquellos que «sofocan la milagrosa llama» del amor: se convierten en mercaderes que vocean su vacío por las calles de una ciudad desierta. Esto, a mi entender, poco tiene que ver con el sufrimiento psicológico del emigrante, que es evidente y claro, y que seguro que Félix Grande bien conoce. Va un poco más allá, o más acá, pues sentirse desterrado puede ser también mantenerse apartado, interiormente, de la corrupción del idioma, ser espectador de la lenta pero segura conversión del lenguaje propio, y por tanto del cuerpo amado, es decir, la tierra, en «adorno, coraza o chantaje».
Ramón Machón says
Lo siento, Juan Pedro… Ahora me doy cuenta que estamos en un post sobre la «evaporación de Bélgica», y me he ido por los cerros de Úbeda (por desgracia sólo figuradamente)… No era mi intención. Pero si de desapariciones hablamos, o de Metamorfósis, o de despertares y tránsitos, estados o procesos muy cercanos, se me ocurre que deberías escribir algo sobre nuestro Segismundo calderoniano y el Gregorio Samsa de Kafka. Los dos juntitos, en una misma disertación. Te lo digo porque sé que tú puedes…
Saludos
JP Quiñonero says
Ramón,
Tu confianza me abruma. NO está Nada mal visto ese paralelismo. Recuerdo un montaje del no menos maestro José Luis Gómez en el que el despertar de Segismundo algo tenía de la pesadilla kafkiana. Toco madera. Lo pensaremos,
Q.-
maty says
Nihil Obstat -> LE FIGARO.fr Belgique et balkanisation
Luis Rivera says
Contra el Síndrome de Ulises, que tan oportunamente trae aquí Joaquín, el fenomeno terrible de la asimilación, de la que tanto sabe Hanna Arendt. El drama del exilado es la negación a ser lo que es y la obligación a proyectarse en lo que no es para ser. Curiosamente este fenómeno, que no es político, no se estudia con seriedad, porque su estudio si es político.
Las naciones, en sentido político, es decir: estados, pueden disolverse en el espacio y en el tiempo en el sentido en que, no siendo lógicas más allá de la oportunidad, no tienen futuro y casi ni presente. A una tan simple constatación se enfrentan múltiples argumentos, que surgen de las tensiuones del origen. Aceptar cualquier status quo no quiere decir afirmar rotundamente la razón de la historia, sino los motivos presentes hoy, para mantenerlo.
Luis Rivera says
Por cierto, y a tenor de una afirmación de Maty, que comparte en bastante medida, las patrias son a menudo añoranzas.
JP Quiñonero says
Luis, Joaquín, Ramón, Maty,
En esos terrenos, me resulta fácil y difícil hablar: yo mismo soy un exilado (no del todo voluntario), un desterrado (desde la más temprana adolescencia) y un “estudioso” (¿?) de tales cuestiones… Dicho esto: he vivido en París mucho más tiempo que en mi pueblo, donde ya no conozco a nadie… Sin embargo, todavía soy amigo de mi mejor amigo de cuando tenía 13 a 15 años. Y todavía hablo de “mi” pueblo, ya desconocido, a estas alturas. Mientras que sigo siendo un extranjero en París, siendo francesa mi mujer y conociendo y amando París mucho mejor que tantísimos parisinos… Al mismo tiempo, la mera ausencia de París ya me hace sufrir, hasta físicamente, mientras que sospecho mi mala adaptación a mi tierra genuina…
Q.-
Luis Rivera says
Q, mi París es el bosque en San Rafael. Es exactamente mi situación. Lo que nos hace exilados (tal vez de lujo) es que no hemos necesitado «asimilarnos» para ser, sino que mantenemos el status del exilio, que en mi opinión se podría describir con dos integrantes:
– acomodo en libertad como extranjero en un nuevo lugar hasta gozarlo
– añoranza sentimental del lugar de origen, suficiente para no olvidarlo
JP Quiñonero says
Luis,
Está bastante claro. De ahí que, siempre, una vez más, tu Bosque me recuerde la Emboscadura de Jünger… que está en un bosque, pero también puede interpretarse como la tierra donde algunos hombres se recluyen en soledad… los traductores franceses «trampearon» un poco con ese título, y lo titularon Tratado del Rebelde… la Emboscadura de Andrés Sánchez Pascual es más exacta, aunque lo del rebelde tiene su encanto romántico, claro.
Q.-