Imprescindibles para sobrevivir
Una obra maestra absoluta, a consumir sin moderación, una y otra vez, de los 15 a los 105 años, por todos los interesados/as en las cosas del amor, la pasión, el sexo, la locura y devoción por los cuerpos en flor o en la agonía.
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L’Infirmerie Marie-Thérèse. Asile pour les vieux prêtres et les dames nobles, fundado por Chateaubriand, hacia 1826, en el 92, Av. Denfert-Rochereau. JF y PJ nacieron a unos pasos. Carmen y yo estudiamos inglés a la espalda de ese edificio…
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Dicho sea con franqueza: me reconozco entre quienes piensan que Chateabriand es, con Mme. de Sévigné y Marcel Proust, una de las más altas cumbres de la prosa francesa de todos los tiempos.
Su Amor y vejez (Acantilado) es un texto breve, salvado de las llamas por un secretario poco escrupuloso y ávido de dinero, prólogo a un libro jamás escrito, rescatado por azar, reeditado tardíamente con las Memoires.
Encantador de genio, mujeriego empedernido, amante sutil, memorialista único, Chateaubriand vuelve a la más alta de las pasiones, titubeante entre el Eros griego y el Ágape cristiano, y abandona insatisfecho, atormentado, algunas de las páginas más felices, graves, angustiosas y afortunadas que se han escrito sobre el tormento en carne viva del amor, el deseo, su incandescencia, su fugacidad, su perennidad atormentada, dolorida, infeliz, insatisfecha, devorante, fuente inagotable de gozo y tormentos sin fin.
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Especialista emérito en Chateaubriand, Marc Fumaroli escribe un postfacio magistral. José Ramón Monreal, a quien ya admiraba tras conocer su traducción de las Memorias de ultratumba (Acantilado), ha realizado una versión espléndida, para una edición mucho más pulcra y feliz que la última francesa (2007, Rivales poche / Petite Bibliothèque).
● Imprescindibles para sobrevivir en este Infierno.
Joaquín says
La novela de Don Quijote está llena de historias de amor. Una de las que más me gusta es la de Doña Clara y Don Luís, o la historia del mozo de mulas (Primera parte, capítulos 43-44).
Saludos lectores (esta tarde he venido con un saco de libros, para el verano…).
J.
JP Quiñonero says
Joaquín,
Palabras Muy Mayores, claro.
En este caso, el matiz y modernidad de ese texto de Chateaubriand es la pasión de un hombre físicamente viejo, atormentado por la pasión amorosa con un ardor dramático. Anhela y teme el amor de las mujeres jóvenes a quienes desea…
Q.-
PS. En ese terreno, siempre vuelvo a los versos más sencillos y dramáticos, para mi:
Amor, no me dejes
que me moriré…
Marie says
Que reste-t-il de nos amours
Que reste-t-il de ces beaux jours
Une photo, vieille photo
De ma jeunesse
Que reste-t-il des billets doux
Des mois d’ avril, des rendez-vous
Un souvenir qui me poursuit
Sans cesse
Bonheur fané, cheveux au vent
Baisers volés, rêves mouvants
Que reste-t-il de tout cela
Dites-le-moi
Un petit village, un vieux clocher
Un paysage si bien caché
Et dans un nuage le cher visage
De mon passé
Les mots les mots tendres qu’on murmure
Les caresses les plus pures
Les serments au fond des bois
Les fleurs qu’on retrouve dans un livre
Dont le parfum vous enivre
Se sont envolés pourquoi?
M. Ch.Trenet
JP Quiñonero says
Marie,
¡Qué canción tan bella, esa de Charles Trenet..!
Gracias por recordarla,
Q.-
Cristóbal says
Q.-
Ay. Como se va haciendo de larga la lista de títulos que se han de leer. Y como se amontanan los libros sin leer en cualquier rincón de la casa…
Como me comentó una vez un amigo melómano: tantos discos para escuchar y tan poco tiempo…
Saludos,
C.-
JP Quiñonero says
Cristobal,
En este caso, NO hay pretexto que valga: es un librito cortísimo. Apenas unas páginas. De una belleza absoluta,
Q.-
PS. Las Memorias son Mucho Más IMprescindibles para Sobrevivir (mal que bien), pero, en efecto, reclaman varias semanas de lectura intensa. Consejo práctico: prescindir de media docena de novedades y pasar a Chateaubriand, sin más.
Antonio López de Vicuña says
AV.- Déjense llevar en compañía de Chateaubriand . Aprender y disfrutar. . . y . . . vivir . . . intensamente, pero apreciando y disfrutando todos los momentos. ¡Ay los detalles, los detalles! que a VECES SE NOS ESCAPAN, NO LOS VEMOS .
Fina says
Quiño,
Cuando termine con Proust, ya veo que tendré que empezar con Chateaubriand…
Cuántos tesoros voy encontrando en este Infierno…
¡Gracias!
JP Quiñonero says
Fina,
Chateaubriand, ah…
Proust quizá sea una síntesis entre Madame de Sévigné y Chateaubriand, claro. Los chismes e intimidades vienen de Madame de Sévigné, por momentos. El «sentido de la historia» de Chateaubriand. Sin contar, advierto, que Proust era muy suyo: y se inventó un estilo propio para construir su propia catedral, claro.
Buenas lecturassssss…
Q.-
Fina says
Quiño,
Muchas gracias por tus didácticos y amenos comentarios.
Se aprende mucho en este INFIERNO. Es un verdadero placer para mí poder estar entre vosotros.
Bona nit!
JP Quiñonero says
Fina,
Anda, anda… tus palabras nos acompañan y alegran, claro. Qué bien…
Q.-