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NewYorker, 20 octubre 08.

Imprescindibles para sobrevivir

La(s) crisis(s)… moral(es), financiera(s), cultural(es), etc. Crisis de los individuos y los pueblos. Crisis de los Estados y la representación democrática. Crisis indisociables de la angustia, el miedo, el terror, la manipulación y la locura de masas, tan actuales.

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Quienes no conociesen la edición original del monumento perfectamente indispensable de Hermann Broch, Massenwahntheorie: Beiträge zu einer Psychologie der Politik (1979), deben precipitarse a descubrir su traducción francesa, Théorie de la folie des masses (2008).

Broch no fue solo el autor de una de las más grandes novelas del siglo XX, La muerte de Virgilio. Su Teoría de la locura de masas (un libro en el que trabajó treinta años, sin llegar a terminarlo: un fabuloso laboratorio y laberinto de ideas) es un inconcluso ensayo descomunal, por su ambición. Su teoría de las enfermedades psicológicas de los individuos y los pueblos influyeron en mi concepto de enfermedad del espíritu, de la que comenzó a ser víctima España con la Picaresca. Concepto que yo tomaba de la Viena de Wittgenstein, la poesía barroca castellana y la crisis de las nociones del amor que habían florecido en al-Andalus y la Provenza de los trovadores.

Crisis crepuscular del Estado democrático. Crisis agonal de una civilización. Industrias de la incomunicación y la manipulación de masas. Destrucción industrial de las antiguas raíces de la identidad humana. Orquestación audiovisual de la nadería desalmada, convertida en pan nuestro de cada día, pudriendo las almas de los vivos y los muertos.  Notas para una teoría general de la locura de masas…

¿Hay temas más actuales?

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• Europa, las hipotecas, Szmborska y nosotros.
• Hölderlin, la crisis y el trabajo del poeta.
• La crisis vista por Mantegna y Eliot.