Las memorias de Stéphane Hessel [Stéphane Hessel, la libertad y la emergente ciudadanía mundial] aportan nuevos testimonios sobre el trabajo de Jorge Semprún, en Buchenwlad, como kapo.
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Escribe Hessel:
[ .. ] A partir de 1937, los comunistas asumieron la “gestión” del campo [Buchenwald] [ .. ] podíamos preguntarles qué podían hacer por nosotros, puesto que estábamos condenados. Nos respondieron que lo lamentaban, no podían hacer nada, reservaban su protección para sus militantes, como era el caso de Jorge Semprún, comunista español [ .. ] ¡Los comunistas eran formidablemente solidarios entre ellos..! [ .. ] [Citoyen sans frontiéres, Conversations de Stéphane Hessel avec Jean-Michel Helvig, París, 2008, pág. 77].
Hessel resume con piedad no exenta de muy amarga ironía un debate moral de insondable calado que Robert Antelme había tratado con mucho rigor moral en su autocrítica, dirigida a la dirección del PCF, reivindicando con orgullo su condición de comunista.
En ese texto, imprescindible y capital para comprender el trabajo realizado por Semprún y los comunistas en Buchewald, Antelme avanza estas reservas morales de fondo:
1. Jorge Semprún (el camarada Sp, en su texto) denunció a la dirección del Partido a casi todos los miembros de la célula de la rue Saint Benoit, entre los que se encontraba Marguerite Duras, que trataba a JS de “chivato”.
2. Los comunistas aceptaron de los nazis la gestión administrativa del campo de concentración de Buchenwald.
3. Entre otros trabajos de colaboración administrativa, eran los comunistas quienes debían entregar a los nazis los reclusos condenados a trabajos de los que no se volvía nunca. Los comunistas hacían una selección política, entregando a los compañeros que no compartían sus ideas.
4. Antelme confiesa haber compartido la fe mesiánica de quienes consideraban oportuno enviar a la muerte cierta a los compañeros de campo; ya que los comunistas debían salvarse para construir un mundo mejor.
5. Antelme confiesa a Semprún sus dudas morales sobre tal comportamiento comunista, en Buchenwald. Semprún, afirma Antelme, lo denunció a la dirección del PCF. Antelme fue expulsado del PCF.
[ .. ]
Para mi sensibilidad, esa historia tiene una dimensión trágica y luciferina. Antelme la cuenta con aparente sinceridad y gran pureza moral. Semprún ha escrito muchos libros sobre Buchenwald, pero nunca ha respondido a las reservas morales del más antiguo de sus amigos íntimos. En Caína, ese pavoroso descenso al Infierno nunca ha suscitado reservas morales de ningún tipo: ni siquiera tratándose de un ministro de cultura y autor de renombre, glosado sin reservas por la crítica: Las reservas morales de Robert Antelme sobre Jorge Semprún y los comunistas, en Buchenwald.
MMarie says
Què siniestras historias, Mr Q.
claudio says
Die Tageszeitung 06.12.2008
Resumen en inglés
It was in Buchenwald that he learnt the meaning of freedom, writer and Holocaust survivor Jorge Semprum explains on his 85th birthday. «In comparison to normal life, you eat and sleep less and die quicker. But the main difference is that you have a freedom of choice. In normal life people rarely need to make decisions. Society, family etc. take care of such things. But under the extreme conditions of the concentration camp, where everything is speeded up, and is sharper and stronger than anywhere else, decisions are of the essence. The decision to resist. The decision to offer solidarity. The decision not to surrender to an SS man for an extra ration of bread.» Or indeed the «freedom to do evil. That was a fundamental experience for me, which determined and structured my personality.»
Enlace:
http://www.taz.de/1/archiv/print-archiv/printressorts/digi-artikel/?ressort=sw&dig=2008/12/06/a0138&cHash=bf8dd2f0fb
JP Quiñonero says
Mme Marie, Claudio,
… Mme Marie,
Tan siniestra como el manto de silencio con la que se cubre y manipula, desde hace tanto, tanto, tanto tiempo, oiga.
… Claudio,
A mí me gustaría saber que sentía un kapo un Buchenwald, refugiado en el servicio de Arbeitstatistik -donde podía leer al Faulkner de Absalon, Absalon-, cuando algunos compañeros de campo le pedían socorro y los comunistas que oficiaban de “gestores de la mano de obra” (sic) les respondían (como recuerda Hessel) que la solidaridad se ejercía de entrada entre comunistas, ya que eran ellos -los comunistas, protegiéndose los unos a los otros, entre ellos- los que debían salvarse para construir un mundo mejor (es lo que cuenta Antelme: que tenía profundas reservas morales al respecto… ya que los mismos kapos también estaban obligados a entregar a los SS las listas de compañeros que eran elegidos -por los kapos- para realizar faenas de las que no se volvía nunca con vida)…
A título todavía más personal: me resulta moralmente difícil de soportar el silencio ante tales dilemas morales, maquillados con una retórica de apariencia moralizante, para mejor ocultar, callar si no manipular tales comportamientos de los comunistas, en Buchenwald, precisamente,
Q.-
angel duarte says
Q.-
Mañana de contrastes la que nos ha regalado. Brutales y clarificadores. Entre Buchenwald y la rue Foch, entre una y otra elegante, entre el pasado y el presente.
Voy a tomarme una copa de vino, solo, en Gerona… y a su salud.
Abrazo
À.-
JP Quiñonero says
Àngel,
Clarificadores, vaya usted a saber. Brutales, sin duda. Del servicio de Arbeitstatistik en Buchenwald al consejo de adminsitracción de grupos audiovisuales, concedidos a dedo político, sermón político incluido, hay un largo trecho.
¡Te hacía bebiendo fino en las marismas onubenses..!!!
Avanti..!!
Q.-
Julia Escobar says
Me alegra ver que se ha levantado la veda. La operación Laforet es típica del comunismo… ¿de la época? De siempre.
Un abrazo
Julia
JP Quiñonero says
Querida Julia,
Un poco optimista te veo en materia de veda. Pero bueno… Avanti..!!!…
Q.-
Benjamin says
No puedo creer lo que estoy leyendo… Lo insoportable, si eso es verdad, es que nadie lo diga en Francia (yo estoy en Francia), donde Semprun es bastante famoso. Es dificil juzgar una actitud décadas despues (sobretodo en mi caso personel, solo tengo 33 años y estos acontecimientos me parecen muy lejanos), pero por lo menos Semprun hubiera podido callarse y no publicar sobre este tema… o escribir la verdad, como una confesion.
JP Quiñonero says
Benjamin,
Bueno… en mi anotación se cita el libro y la página del libro de SH; y doy el link donde está en pdf la confesión completa de Antelme, que es un documento de Muy Primera Importancia…
Q.-
Benjamin says
Acabo de leerlo, es asombroso. Seria preciso que cada uno lo leyera para entender el funcionamento del sistema stalinista, es una maravilla de lección de historia. Gracias señor Q.
JP Quiñonero says
Benjamin,
Pienso igual que tú.
Pero ese texto sigue sin encontrar editor en España. Ni editor ni analista, cuando habla de lo que habla…
Q.-
PS. Por el contrario, podemos suprimer el usted, si te parece, digo yo.
maty says
Con ánimo provocador: el silencio de J. Moreno en este hilo de comentarios es clamoroso.
A propósito: PÚBLICO ¡Viva Marx, viva el ‘El capital’! 03.11.2008
En el panfleto anterior seguro que hubiesen titulado de otra forma si el libro fuese el «Mein Kampf» de Adolf Hitler (prohibido en Alemania).
Lo dicho, algunos detestamos TODAS las ideologías totalitarias, sean de un extremo ideológico o del otro, por los millones de muertos que causaron en el siglo XX.
Jordi says
Siguiendo con el animo provocador y colandome de rondon: Maty, serias tan amable de realizar una critica de «El Capital» y «Mein Kampf» que ejemplifique en que se parecen, en que puntos ambos sientan las bases para los asesinatos cometidos en su nombre? Lo pregunto desde la total y completa ignorancia, lo juro. No he tenido ni el placer ni la desgracia de leerlos.
Por cierto, pregunta que dejo perderse en el aire: se deberia suprimir el estudio de Marx en la filosofia del Bachillerato (si aun se estudia dicha asignatura, claro)?
Y, con esto y un bizcocho, vuelvo a mi silencio ignorante y me quedo a la espera de quien quiera sumarse al hilo.
maty says
Jordi, yo no propongo la prohibición del libro, ni mucho menos, pues ante todo está la libertad personal del individuo.
A los 13/14 años me sentó fatal cuando acudí a la Casa de la Cultura (actualmente Biblioteca de Tarragona) y no pude conseguir «Mein Kampf» para leero (te recuerdo que por entonces ya me había leído una enciclopedia de historia de seis tomos bien gordos, que conservo con cariño -comprada por mi empeño).
Me gusta siempre ir a las fuentes, saltándome los intermediarios.
El libro «Das Kapital» es una de mis lecturas pendientes, como «El Corán». Con todo sé de qué va y, sobre todo, las consecuencias tan perniciosas para la humanidad el haber tratado de construir el «paraíso comunista». Ya sé que marxismo no es comunismo, y mucho menos comunismo leninista ni estalinista.
Ahora bien, el titular de PÚBLICO es vergonzoso, pues olvida la memoria histórica, algo que tanto gusta de defender cuando se refiere a la España de la guerra civil del s. XX.
Ojo, años atrás compre y leí la «biblia de los antiglobalización»: Imperio, de Michael Hardt y Antonio Negri (ideólogo de la banda terrorista Brigadas Rojas, por lo que cumplió pena de cárcel, años más tarde, tras su refugio en París con el consentimiento del gobierno del PS de Miterrrand, que también permitió el hospedaje a terroristas de Baader Meinhoff y de ETA, entre otros grupos).
Se ha de educar para que el alumno/ciudadano sea capaz de autoeducarse en el futuro, yendo directamente a las fuentes (por ejemplo, leer la Ilíada, la Odisea, la Biblia), leyendo los libros básicos para comprender la civilización occidental.
Antiguo Nauscopio (Re)Lecturas para este verano 10.07.2005
Pensar que la población alemana leyó masivamente -seis millones de ejemplares vendidos- «Mein Kampf» (que incluso regalaban a los recién casados) y no se alzó masivamente contra el Partido Nazi la convierte en cómplice de lo sucedido, pues en el libro -pésimamente escrito- estaba claro lo que se avecinaba.
Gatopardo says
En nuestro sistema jurídico no se puede juzgar y condenar a una persona por sus deseos ni por sus pensamientos, sino por sus actos delictivos. Pensar en robar un banco, desear hacerse con la caja no es delito si no se atraca al cajero y se roba la recaudación.
Ni leer un libro como Mi lucha de Hitler nos hace cómplices de los crímenes del nazismo ni leer el Kempis nos hace responsables de los tormentos y los asesinatos de la Santa Inquisición, ni leer El Capital (que es un libro de economía y sociología bastante árido y bastante poco leído) nos hace partícipes en las docenas de millones de asesinatos del stalinismo.
Sería bueno que diéramos una oportunidad a nuestro sistema jurídico y dejáramos de anatemizar las ideas para ceñirnos a juzgar sólo los actos que sean punibles según nuestro código penal.
Saludos
maty says
Discrepo, si lees un libro escrito por alguien que termina siendo el canciller de Alemania y dice que se ha de perseguir a los ciudadanos judíos, entre otras «lindezas», no posicionarte en contra te convierte en cómplice, pasivo, pero cómplice.
Te podría explicar muchas cosas sobre aquellos años en Alemania. Baste un ejemplo:
En las películas de Hollywood siempre aparece una implacable policía política (la Gestapo), y que se vivía en un régimen policial. Pues resulta que era falso, no existía tal régimen policial, la cosa era mucho peor.
La Gestapo contaba con pocos efectivos y se vieron desbordados porque… muchísimos ciudadanos alemanes no dudaron en utilizar la denuncia (anónima o no) para señalar a judíos, comunistas, socialistas, gitanos y otros elementos «sospechosos», incluso de la derecha democrática que se oponía al régimen que poco a poco fue dando paso a una dictadura. Eso está documentado respecto a Frankfurt (en otras ciudades desapareció la documentación).
Por eso la denuncia anónima es/suele ser una práctica totalitaria. Que la Generalitat de Catalunya haya animado a ello para denunciar a las empresas que no rotulen en catalán o no atiendan también en catalán, es denunciable. Ojo, el uso de una práctica totalitaria no implica que se viva en un régimen totalitario, uno escribe lo que escribe.
Gatopardo says
Querido Maty: el espíritu cainita se ha dado en Alemania, en Francia, en España y en la Conchinchina, y las venganzas más atroces, también, sin que hasta la fecha se haya podido documentar que el desencadenante fuera un libro incitando al odio.
Respecto a los malos instintos que saca a flote el provincianismo catalán, manchego, asturiano, y el de tous ces cons qui sont nés quelque part doy fe.
Con buenos o malos sentimientos suele hacerse mala literatura, y eso es estéticamente un crimen; pero no va contra nuestro ordenamiento jurídico, por mucho que nos pese a ratos.
maty says
La complicidad a la que me refería no era penal, sino complicidad social.
Te equivocas, el volumen de la denuncia anónima en esa ciudad fue muy grande, tanto que desbordó a la policía y a los tribunales (que funcionaban perfectamente, aplicando las nuevas leyes sin rechistar, como pasó durante la postguerra española).
Por esta casa se pasean unos cuantos historiadores con título (yo preferí dejar la historia como aficción, porque mi espíritu es más práctico). Que sean ellos quienes confirmen o desmientan lo que yo denuncio. Creo que ese era el nombre de la ciudad o comenzaba por F al menos.
Jorge Ardiaca says
Amigos,
Perdon por llegar tarde: No sé si el amigo Angel Duarte menciona la «Avenue» Foch (no, «rue»), por que en los números 82, 84 y 86 estaba la oficina de contraespionaje de la Gestapo, conocido como el Sicherheitsdienst, o SD. El Número 84 fue usado, también, para el encarcelamiento y la interrogación de agentes extranjeros capturados en Francia.
Respecto a los dos años pasados por Jorge Semprún en Buchenwald, creo sinceramente que criticar a alguien por lo que pudo hacer (personalmente conociendo la integridad moral y humana de Jorge Semprún, no lo creo), en un campo de concentración y exterminio como Buchenwald, es de cobarde y de mala leche, sobre todo al hacerlo desde la distancia de los años y desde una Europa unida, en paz, democrática y sin hambre.
Un abrazo grande a todos.
Jorge Ardiaca
JP Quiñonero says
Jorge Ardiaca…
Jorge Semprún tuvo muchos amigos a lo largo de sus distintas vidas. Y son muchos quienes lo que han apaortados testimonios íntimos de muy otra naturaleza:
-Su hermano Carlos contó en numerosas ocasiones como Jorge Semprún trabajó como Kapo en Buchenwald.
-Marguerite Duras lo trató de chivato, delator de sus amigos íntimos (Duras, Antelme, Mascolo, la célebre célula de la rue St.Benoit) a los comisarios políticos del PCF.
-Monique Antelme -esposa de Robert Antelme– escribió un testimonio director titulado «Semprún miente», desmenuzando las acusaciones de chivato y delator.
–Robert Antelme, escribió una legendaria Memoria dirigida al Comité Central del PCF, que decía cosas de este tipo…
1.- Jorge Semprún (el camarada Sp, en el texto de Antelme) denunció a la dirección del Partido a casi todos los miembros de la célula de la rue Saint Benoit, entre los que se encontraba Marguerite Duras, que trataba a JS de “chivato”.
2.- Los comunistas aceptaron de los nazis la gestión administrativa del campo de concentración de Buchenwald.
3.- Entre otros trabajos de colaboración administrativa, eran los comunistas quienes debían entregar a los nazis los reclusos condenados a trabajos de los que no se volvía nunca. Los comunistas hacían una selección política, entregando a los compañeros que no compartían sus ideas.
4.- Antelme confiesa haber compartido la fe mesiánica de quienes consideraban oportuno enviar a la muerte cierta a los compañeros de campo; ya que los comunistas debían salvarse para construir un mundo mejor.
5.- Antelme confiesa a Semprún sus dudas morales sobre tal comportamiento comunista, en Buchenwald. Semprún, afirma Antelme, lo denunció a la dirección del PCF. Antelme fue expulsado del PCF. [ .. ] [Las reservas morales de Robert Antelme sobre Jorge Semprún y los comunistas, en Buchenwald].
-Como crítico literario, Jorge Semprún tampoco se hizo muchos amigos. Sus críticas / denuncias contra Carmen Laforet son páginas canónicas en materia de stalinismo policial, Jorge Semprún, entre Buchenwald, Nada, la censura, la persecución ideológica, el ministerio y los consejos de administración audiovisuales.
-Por su parte, Stéphane Hessel, moralmente intachable, escribe del Semprún calificado de Kapo por su propio hermano Carlos:
[ .. ] A partir de 1937, los comunistas asumieron la “gestión” del campo [Buchenwald] [ .. ] podíamos preguntarles qué podían hacer por nosotros, puesto que estábamos condenados. Nos respondieron que lo lamentaban, no podían hacer nada, reservaban su protección para sus militantes, como era el caso de Jorge Semprún, comunista español [ .. ] ¡Los comunistas eran formidablemente solidarios entre ellos..! [ .. ] [Citoyen sans frontiéres, Conversations de Stéphane Hessel avec Jean-Michel Helvig, París, 2008, pág. 77].
…
Q.-
PS. Su «Ardiaca» ¿es un apellido familiar o un pseudónimo? Tratándose de cuestiones morales se me antoja sensato tener la gallardía de dar la cara. NO es el caso de Jorge Semprún: lleva más de medio siglo escribiendo sobre Buchenwaldt y ocultando lo esencial.
Jorge Ardiaca says
Amigo Quiñonero:
Sí, «mi» Ardiaca es mi apellido familiar paterno, como supongo que «su» Quiñonero, es el suyo. Mi apellido es aragonés, por lo que sé, desde hace varias generaciones.
Quisiera aclararle, sucintamente, que mi intención no fue asumir la defensa de Jorge Semprún, ya que no la necesita, ni él mismo la pretende.
De todos modos sigo pensando que todos los que pasaron por Buchenwald o por cualquiera de los otros campos de exterminio, por las dictaduras latinoamericanas, por los gulags, o por el Lazareto de Gando, todos, son victimas, tanto los kapos, los quebrados o los «dignos».
¿Que habríamos hecho nosotros en semejantes circunstancias?
¿Qué seríamos capaces de hacer?.
El que tenga la respuesta o el que esté libre de culpa…
En cuanto a su tan nombrada Marguerite Duras, le aclaro que Philippe Decharte, que fuera miembro de la Resistencia, ha fundamentado que todo lo que ha escrito Marguerite Duras sobre la resistencia es completamente falso.
Un cordial saludo.
Jorge Ardiaca
JP Quiñonero says
Amigo Ardiaca,
Sus palabras merecen Mucho respeto, porque plantean con claridad y honradez un dilema moral de fondo: “¿Qué habríamos hecho nosotros en semejantes circunstancias…?”
Subrayado mi Profundo respeto por tal dilema, no dejaré de recordar otras cuestiones morales de fondo:
1. El problema del comportamiento de Jorge Semprún en Buchenwald NO es un problema personal. Si no una cuestión esencial para la historia política de nuestra civilización: EL COMPORTAMIENTO DE LOS COMUNISTAS EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN NAZI.
2. Antelme planteó sus reservas morales, en un documento sencillamente capital, desde el punto de vista histórico: Las reservas morales de Robert Antelme sobre Jorge Semprún y los comunistas en Buchenwald.
3. Mi reproche íntimo, personal, a Jorge Semprún -por quién tengo una simpatía cierta, muy a pesar de las apariencias- es haber CALLADO y SEGUIR CALLANDO sobre lo moralmente esencial ocurrido en Buchenwald (EL PAPEL DE LOS COMUNISTAS EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN NAZI, como “gestores de la mano de obra”).
4. Todas las víctimas merecen respeto y honras fúnebres: EL SILENCIO DE LOS COMUNISTAS SOBRE SU PROPIO COMPORTAMIENTO, EN BUCHENWALD, SE ME ANTOJA UNA HIPOCRESÍA CÍNICA PARA MI SENSIBILIDAD. Perdón por la brutalidad.
5. JORGE SEMPRÚN HA HABLADO EN INCONTABLES OCASIONES SOBRE LA MORAL DE LOS COMUNISTAS… PERO NO LE RECUERDO NI UNA SOLA PALABRA DE RECUERDO PARA LAS VÍCTIMAS DE LA MORAL SELECTIVA DE LOS COMUNISTAS EN BUCHENWALD. Ese silencio suyo me hiere, personalmente.
6. Last but not least… nazismo y comunismo tienen el puesto que tienen en la historia de nuestra civilización. El silencio sobre el comportamiento comunista en Buchenwald me parece moralmente desalmado.
Q.-
PS. No tengo ninguna duda sobre la insignificancia de la “resistencia” de Marguerite Duras y François Mitterrand.