S.W.,años30.Pensadora,agitadora, revolucionaria, idealista, maestra, anarquista, mística, judía, católica.
Me recojo, solitario, unos instantes, ante el antiguo domicilio de Simone Weil, para recordar el centenario de una figura que me parece esencial en la historia del pensamiento, si no del alma humana del hombre de nuestra civilización.
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Cioran, Breton, Camus, también pensaban que Simone Weil era quizá la única gran personalidad entre los hombres de su generación. Para mi sensibilidad, ella es, con Hannah Arendt, la otra gran figura que dialogó a cierta distancia con el Heidegger y el Jünger más esenciales.
L’enracinement (1949) plantea, por sí solo, varios de los problemas esenciales para el futuro de la vida del alma y el espíritu del hombre de nuestra civilización. Ella recuerda como el desarraigo obrero, el desarraigo campesino, el desarraigo mismo del hombre en su antigua nación (convertido en carne de cañón de un Estado desalmado, condenado a la desertización moral y espiritual), están en el corazón más íntimo de todos los abismales problemas donde está hipotecada la vida del hombre europeo.
Y, a partir de esa tierra baldía (Eliot, Jünger, Heidegger, claro está), Simone Weil explora los caminos que pudieran permitirnos volver a echar raíces en algún lugar, que comienza por ser un lugar del espíritu, la tierra de todos y de nadie donde ella se interroga por las nociones de amor, verdad, justicia, propiedad, honor, jerarquía, riesgo, seguridad, libertad, etc.
¿Debo recordar que, durante la Guerra de España, Simone Weil decidió enrolarse como miliciana en el bando de la CNT / FAI, detalle, este último, que muchos de sus biógrafos borran incluso de las fotografías donde ella luce con orgullo tales insignias…?
- Le Figaro, 29 enero 09. La pasionaria de l’impossible.
- France 3, 2 febrero 09. Simone Weil l’intransigeante.
- An Interview with Simone Weil.
- An Interview with Simone Weil: trailer.
- Pensamiento, en este Infierno.
S.V.,miliciana, en Barcelona, ¿1936? ¿1937?
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S.V.,miliciana y joven apasionada, años 30.
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París,rueAuguste Comte. 10 febrero 09. Foto JPQ.
José Julio Perlado says
Con tu recogimiento solitario ante el domicilio de Simone Weil me das envidia de esos paseos parisinos, uniendo como siempre la ciudad y la cultura.
Abrazos madileños.
JP Quiñonero says
José Julio,
Sombras que corremos tras otras sombras… de ahí que tu Elogio de la sombra, precisamente, subraye lo esencial, que tu nos nos recuerdas con tanta finura.
Saludos, abrazos,
Q.-
Merc è says
Hace días que no me paseo por el Infierno y… Sí, debemos recordarla, también en su etapa barcelonesa… Un dia de estos voy a volver a Le bleu du ciel / El azul del cielo, de GBataille, que allí recoge a SW en estas tierras nuestras… Cuántos por qué insondables y siempre ahí, delante nuestro, y ella que se atreve a mirarlos de frente… Thanks, Q…
J. Moreno says
Debo de vivir en la única ciudad española, donde un consistorio le ha dedicado el nombre de un gran Centro Asistencial sanitario a Federica Montseny; la primera mujer ministro de Europa.
Gracias por traer al presente a Simone Weil.
JP Quiñonero says
Mercè, J. Moreno,
… Mercé,
Bataille, Le Bleu du ciel, Barna, SW, uauuuuuuuuuuuuuuuu… qué de maravillas y promesas, realy, M.
… J:Moreno,
El gusto es mío, oye: encantado, además,
Q.-
Emilio Quintana says
J. Moreno
Dime que no estás equiparando a la asesina Federica Montseny con Simone Weil. Dime que no es verdad tanta estupidez o tanta inmoralidad. Dime que no he sabido leer tu comentario.
MMarie says
A su manera, Federico Montseny fue una Santa Laica, como Simone Weil, en efecto.
ana wapner says
Hace unos años después de un acontecimiento bélico–vivo en Israel–deseché toda posibilidad de amar. Este año falleció mi madre, y en su biblioteca encontré un libro entrañable, un libro de Simone Weil. Inicié una lectura pausada y muy conflictiva. Su discurso es para mí perturbador, cada frase me golpea profundamente. Cuando cierro el libro porque algo diferente me ocupa, ya estoy pensando en el momento de abrirlo. Es como si se tratase de comida.
JP Quiñonero says
Ana,
Me emociona tu testimonio.
Algunos capítulos de L’enracinement, si, hablan de las necesidades del alma… necesidades incluso físicas, como el pan y el agua, para la vida del hombre / mujer dignos de ese nombre,
Q.-