Indispensables para sobrevivir
Se cumplen cincuenta años de la publicación de un libro legendario…
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Edición original de la novela mítica de William S. Burroughs, que Jim Carroll tiene a la venta (1.000 euros) en su San Francisco Book Co. 17 junio 2009. Foto JPQ.
The Naked Lunch se publicó en París en la misma Olimpia Press que había publicado Lolita cuatro años antes, en las mismas condiciones de escandalosa semi clandestinidad.
En un Madrid desaparecido, tiempo ha, los únicos y apasionados lectores del Almuerzo desnudo de Burroughs éramos Fernando Corugedo, Mariano Antolín y yo, que lo descubrí en su primera edición castellana (197¿?), cuyo ejemplar he perdido si no está en la biblioteca pública de Lorca, donde se encuentran muchos de mis libros de aquella época.
El Almuerzo… es uno de los tres libros fundadores de la Beat generation, junto a Howl (1956) de Allen Ginsberg y On the Road (1957) de Jack Kerouac. Esa generación es indisociable de una California de leyenda, no menos difunta; pero parte de su historia también se escribió en París, en un barrio y las inmediaciones de un hotelucho donde se compraban y vendían sustancias tóxicas (digámoslo así) de la más diversa naturaleza. Ese hotel tiene hoy cuatro estrellas, vive de la leyenda y rinde un homenaje que me parece mortuorio a Burroughs, Ginsberg, Brion Gysin, Peter Orlovsky y Harold Norse, entre otros. La obra de referencia sobre aquella historia sigue siendo The Beat Hotel. Ginsberg, Burroughs and Corso in Paris, 1957 – 1963 (2000).
En ese hotel escribió Ginsberg algunos de los poemas de Kaddish (1961), un libro en el que se cruzan, entre otros, Beaudelaire, Apollinaire, Whitzman, Lorca, Artaud, Dada y la poesía oral de una California dorada.
… the cities
are spectres of cranks
of war the cities are
work & brick & iron &
smoke of the furnace…
Han pasado los años. Pero Ginsberg se me antoja tan memorable como entonces, cuando entonaba un Kaddish por su madre judía y yo soñaba con abandonarlo todo y huir a California.
Perdido en aquel mundo difunto escribí mi primer libro, Proust y la revolución (1972), que presentaba, pomposamente, como la segunda parte de una trilogía por escribir, cuyo primer volumen, decía, “estudiará la estética renacentista a través de la figura de Piero Della Francesca”. El tercero, afirmaba, “estará consagrado a Marcel Duchamp, Celine y William Burroughs”. De ahí, pues, este recuerdo del Almuerzo… que es una forma como otra de hablar del adolescente que fui y hoy recuerdo con nostalgia y piedad.
- David Lynch y mi nostalgia de California.
- VN, Lolita, Ana Karenina y el artista adolescente.
- Personal e Imprescindibles para sobrevivir en este Infierno.
Burroughs y Brion Gysin en una foto ¿de época? en su antiguo hotel de la rue Gît-le-Coeur, 17 junio 2009. Foto JPQ.
Del mejor Mr Q.
Cuánto vamos a disfrutar hoy en casa de este post! Ya sabes que nos debes un ejemplar de Proust y la revolución, digas lo que digas, más bien dicho, maldigas lo que maldigas de él…
Mme Marie, Mercè,
… Mme Marie,
Gratitudes mil.
… Mercè,
En verdad, no digo mal de aquella locura mía… quizá fuese sensato verla en su conjunto (junto a Ruinas,Baroja,etc..) en un solo volumen, que pudiera llamarse, con un toque una brizna pretencioso, Escritos subversivos y otras locuras… con un prólogo o epílogo que explicase todo aquello. Hélas, no hay editores para ese tipo de locuras, justamente,
Q.-
Todo cambia y se transforma, incluso las pesadillas, amigo Q. La idea que te ronda me parece buena, oye, y el título.
En realidad nunca fuistes tú. Te invaden y suplantan…. «los otros».
J.Moreno, Mercè,
… J.Moreno,
Algo así decía Rimbaud: «Yo, es otro«. Yo, también, dicho sea con la imprescindible modestia.
… Mercè,
Bueno… Entre locos anda el juego, camino del precipicio. Cuidate,
Q.-