“Que veinte años no es nada…” dice el legendario tango de Gardel y La Pera.
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Con menos años de retraso, los archivos del Foreing Office confirman oficialmente los Recuerdos de Helmut Kohl, Erinnerungen 1982-1990 (Droemer / Knaur Verlag, 2005), subrayando, por vez primera, que François Mitterrand y Margaret Thatcher coincidían plenamente en su inquieta hostilidad hacia la reunificación de Alemania.
La complicidad de la pareja Mitterrand / Thatcher venía de muy lejos: de la guerra de las Malvinas (1982), cuando el presidente socialista francés apoyó con mucho brío el comportamiento marcial de la Dama de hierro, cuya victoria militar aceleró el hundimiento de la junta que gobernaba Argentina y en algo contribuyó a la reelección (1983) de una primera ministra en el momento álgido de su revolución conservadora.
La primera versión de Helmut Kohl, el canciller de la reunificación alemana, había dejado bien sentadas todas las pistas esenciales: el comportamiento equívoco y hostil de la extraña pareja franco-británica, apoyando a la cadavérica RDA, esperando de Gorbachov un “gesto” que evitase el hundimiento de la Alemania ocupada militarmente por un Partido comunista de intransigencia prusiana.
Los archivos del Foreing Office abren nuevos campos por explorar a los historiadores de las relaciones diplomáticas; ya que, en verdad, el dúo nada dinámico Thatcher / Mitterrand era víctima de una concepción muy siglo XIX del futuro de Europa, en la gran estela del Congreso de Viena: la de unos dirigentes que creían poco o nada en la libertad de los pueblos y aceptaban como un hecho irreversible el Imperio comunista, cuyo hundimiento y sus consecuencias ideológicas, culturales y políticas, sigue iluminando con su luz fáustica la ceguera de personalidades y fuerzas todavía poderosas, en Rusia, Alemania, Francia, España y las Américas.
- Europas, Diplomacia, Francia, Inglaterra / Reino Unido, Comunismo en este Infierno.
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