PaisajedeSaidí,mayo2007.Foto MI.
La terra retirada / La tierra retirada… metáfora de la destrucción del paisaje y la construcción de un casa íntima, un hogar cuyas raíces han sido condenadas al desarraigo y busca su identidad en una ciudad en obras, donde encuentran provisional refugio los genios del lugar, amenazados por los pesticidas y otras fuerzas desalmadas.
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Vuelvo a leer este libro -en catalán y castellano, por segunda o tercera vez- que aborda un tema esencial: la desposesión de la tierra natal, condenando al destierro y desarraigo urbano a los antiguos genios de lugar. Tema que viene de muy lejos en la historia de las literaturas españolas [De la lucha de la administración contra fabulistas y vagabundos, JPQ, Cuadernos Hispanoamericanos, nº 361 / 362, correspondiente a los meses de julio y agosto de 1980] y tiene un carácter esencial en la historia de la literatura catalana, ya que buena parte de la novela escrita en catalán durante la segunda mitad del siglo XX cuenta la historia de tal proceso de desertización espiritual, Sobre España, el concepto de nación y la destrucción de Cataluña.
En ese marco, este libro de Mercè Ibarz -publicado originalmente en 1993-, como La palmera de blat (1995), aporta materiales únicos, matizados con los relatos urbanos de su autora, A la ciutad en obres (2002) y Febre de carrer (2005). La terra… y La palmera… siguen pareciéndome agonías: la narradora cuenta el fin de una historia, la destrucción de un paisaje profanado.
PIEDAD Y FRATERNIDAD
Tradicionalmente, tal constatación culmina en una tragedia: el narrador contempla inerme la destrucción de su tierra natal.
Mercè Ibarz no se venda los ojos: también ella contempla o se aleja de un paisaje que sufre desalmadas metamorfosis. Pero, a diferencia de buena parte de sus contemporáneos, la narradora de La terra… huida ella misma a una ciudad en obras (una Barcelona donde se suceden misterios y prodigios), preserva en la morada íntima de su ser una confianza olímpica en la palabra de los desposeídos, a quienes convoca con fraternidad y piedad. La historia sigue su curso: pero la palabra preserva los muros de la última morada íntima.
En el caso de Mercè Ibarz, los genios del lugar y su tierra natal viajan con ella, en su maleta, para intentar vivir en una Barcelona donde los prodigios, en el Paseo de Sant Joan, el Parque Güell o la Boquería, nos hablan de una voz visionaria que se expresa por boca de la narradora: la historia está destruyendo los genios del lugar en muchos pueblos y tierras de Cataluña; pero la lengua los rescata y salva, desterrados, como la escritora, intentando construir un nuevo hogar, en una ciudad en obras.
MMarie says
Cuantas sugestiones y qué bella foto, Mr Q. Congratulations.
JP Quiñonero says
Mme Marie,
Si es una foto bella. En el libro hay otras, que también están muy bien, siempre en blanco y negro. No se trata de «ilustraciones»… se trata de una crónica paralela, una historia que tiene vida propia y «dialoga» a su manera con el texto. Congratulations a la autora, oiga. Yo me limito a intentar entender, escuchar, mirar, leer,
Q.-
Gatopardo says
Espero, maestro Q., que perdone el atrevimiento al responder con una pregunta a su recomendación: leo habitualmente textos en catalán, gracias al desparpajo con el que invento lo que no entiendo. Pero hay un blog apenas visitado, en catalán con títulos en japonés, que me parece escrito en un bellísimo idioma que no suelo encontrar habitualmente:
http://otearai.blogspot.com/
¿Es una apreciación mía?
JP Quiñonero says
Gatopardo,
Oye, no está nada mal el tal arquitecto catalán. Ejemplo palmario de las virtudes del ciberespacio: son visibles cosas que sería dificil descubrir con los medios más tradicionales.
¡Avanti…!!!
Q.-
MMarie says
Ante lo evanescente del ciber que subrara Carmen, la tierra y las palabras impresas recuerdan otras raices, Mr Q.
JP Quiñonero says
Mme Marie,
Ouaissssssssssssssssssssssss,
Q.-
PS. Si. El libro va en esa línea. Muy potable.