Deambulando con I*, tras una cena muy agradable, nos asaltan los fantasmas de algunos personajes vivos y muertos.
[ .. ]
“Lo que me irrita un poco de A* -comenta I*- no es su extraña historia con C*, a la edad de ambos, ni el malestar palpable de sus hijos. Lo que me sorprende, sin saber qué pensar, es que él ya fue amante del hombre de quien ella llega a decir que fue el amor de su vida, lamentando no haber tenido un hijo suyo…”
Sonrío, recordando a J* -el gran amor tan tardío de A*-, y le digo a I* que, en verdad, el último Woody Allen habla de todo eso con una palpable genialidad desenfadada: Woody Allen y las metamorfosis del amor.
- De las adolescentes a las quincuagenarias en flor.
- Cine y Erotismo en este Infierno.
Nina says
Pues sí, Q, en efecto, eso es Whatever works. Vaya por las cosas que ha pasado Mr. Allen para llegar a semejante clarividencia y ligereza, pero para eso está el arte, supongo, para que podamos aprender, digo…
JP Quiñonero says
Nina,
El arte, el arte… si, hay que ser grande para ser tan hondo siendo tan «ligero»,
Q.-
Nina says
Levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicidad y consistencia: las seis propuestas de Italo Calvino para las obras narrativas de este milenio están en esta formidable comedia de Mr. Allen, ¿no crees?
JP Quiñonero says
Nina,
No recordaba a Calvino, pero, efectivamente, llevas toda la razón. Es cosa que el uno y el otro ponen en práctica con una Gracia inmensa. Gracia de estar tocados por la Gracia, claro, que no solo consiste en ser gracioso, cosa que en nada desmerece, si no todo lo contrario, como le ocurría, qué se yo… a Fernando Quiñones, que en gloria está, claro,
Q.-