Cabourg, 20 marzo 2008. Foto JPQ.
“… libro impagable y gozoso…” uauuuuuuuuuuuuuuuu…
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EL ALBA DE LA CREACIÓN
Sigo la obra de Juan Pedro Quiñonero desde hace años, no sólo la que tiene que ver con sus reportajes periodísticos y sus columnas sino la de sus narraciones y sus libros de ensayo, y, también, cómo no, su blog, Una temporada en el infierno, de significativo título, donde da rienda suelta a sus preocupaciones sociales y estéticas más acuciantes. Con ello quiero decir que no me pilla de sorpresa su peculiar y justa nomenclatura para fijar, en otro plano, lo que supone el desarraigo, algo peor que el exilio, en nuestra sociedad y la visión de cierta particularidad de la historia de nuestro país que resume en el imaginario de Caína, territorio de ficción que abarca más que la realidad de España y que pretende ser un concepto no sólo más amplio sino más verdadero que el país real al que alude en un orden estético y moral. Ahora, Juan Pedro Quiñonero ha publicado El taller de la gracia (Renacimiento) un libro de ensayos de variada índole en apariencia y cuyo valor estriba en constituirse en una inmersión en el imaginario cainita de nuestra cultura y en rendir homenaje a una serie de figuras de la misma que abogaron siempre por una renovación radical de ese frustrante imaginario. El autor aporta sentidos únicos y luminosos a buena parte de nuestra tradición literaria. Así, la desvalorización de nuestra picaresca, donde Quiñonero sitúa en un plano simbólico gran parte de lo peor de nuestros vicios, vicios que tienen en ciertos ensayos de Quevedo y en el sustrato que dio lugar a nuestra novela picaresca su genial y perversa confirmación más acabada y cabal. Contrapone el autor a esa tradición maldita un lado luminoso donde sitúa a figuras como Garcilaso, Juan Ramón Jiménez, Ramón, Plá, Mercé Rodoreda, Ortega, Rosa Chacel…la lista es amplia, en una suerte de constitución de una Atlántida espiritual que significó siempre en nuestra tradición cultural “el otro lado” desde donde se podía contemplar una regeneración de esa especie de hado. El libro, de esta manera, va constituyéndose poco a poco en un fresco de ciertas figuras que el autor homenajea con rigor, deuda y pasión, lo que se resuelve en un libro de ensayos sobre el diagnóstico de nuestra cultura que, a la vez, adopta la forma de estudios literarios. En este sentido el libro es impagable y gozoso pues aúna rigor crítico con un despliegue de pasión por el fenómeno literario y, lo que es más importante, trabado de tal manera que figuras que, en apariencia, tienen poco que ver van adquiriendo una trabazón consecuente e un hilo narrativo que, al final, se constituye en tesis. Creo que esa unión de destinos, el de estas figuras, con la evolución del autor que escribe el libro, es lo más sugerente del mismo en un abanico fascinante de otras sugerencias. Es lo que le otorga una suerte de destino personal que, en definitiva, es el hado luminoso del artista que, por fin, “sabe”. Ni que decir tiene que todos los autores tratados mantienen su lado fascinante, pero yo me quedaría con los que tratan de Juan Ramón Jiménez, de Ramón, el más completo, apasionado y llamado a ser un referente por la trascendencia que da a su figura, de Josep Pla, de Rosa Chacel y Mercé Rodoreda. Las llamadas al joven Lezama Lima, por su parte, al igual que las citas pertinentes de Jorge Luís Borges, de la Yourcenar, de Heidegger, incluso, hacen que el libro cruce las fronteras de esa Caína particular para inmiscuirse en un análisis más trascendente. En el fondo del libro subyace una idea platónica, que se remonta a mucho antes, la de la sacralidad del Logos y la armonía subyacente a su influjo, es decir, la preservación del modo de conocimiento del arte frente a la disgregación, a la explotación, al desarraigo, al vano sufrimiento otorgado a los demás. En este libro se contempla esta toma de posición, corresponde a la primera parte y trata del desarraigo, del destierro que nos afecta ya a todos porque no tiene que ver con el espacio físico. Aquí el autor se remonta a Heidegger, a Simone Weil, pero, con todo, apunta en realidad a un diagnóstico de la crisis agonal del arte. Un libro importante. [ABCD, 7 noviembre 2009. Juan Ángel Juristo, El alba de la creación].
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- Mi Siglo, José Julio Perlado, El taller de la gracia.
- Personal en este Infierno.
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PS. EL RUBOR NO ME IMPEDIRÁ DEJAR CONSTANCIA DE MI GRATITUD HACIA JUAN ÁNGEL JURISTO Y JOSÉ JULIO PERLADO.
Joan Moreno says
La manyana de ayer la dedique a intentar comprar «El taller de la Gracia» por Viladecans. No la encontre en ninguna libreria. Queria leerla estos dias de descanso por la isla.
Estos dias intentare buscarla por Ciudadella o Maho.
Te prometo comprarla en cuanto llegue a Viladecans pues tengo mucho interes en ello.
Recuerdo que este teclado no tiene tildes.
Adeu…….
JP Quiñonero says
Joan,
Si sé que está en Barcelona, en Laie y La Central…
Avanti..!!
Q.-
maty says
Te equivocas, Quiño: está en la Biblioteca Pública de Tarragona, esperándome (suelo pasarme cada seis semanas -renuevo por teléfono los cuatro libros que siempre me llevo). De ahí que no lo haya leído todavía (si me gusta mucho, lo compraré y reseñaré).
JP Quiñonero says
Maty,
Anda, anda…
Q.-
PS. No me equivoco: tu citas una biblioteca pública, y yo recuerdo dos librerías…
Carmen says
Yo tengo el ejemplar desde el fin de semana. Mi pequeña librería habitual se encuentra a 130 kms pero le soy de una fidelidad militante, aunque el librero nunca me consigue tus obras, Q.-,salvo Una Primavera atroz. Parece que la culpa la tienen los distribuidores que maltratan a las pequeñas librerías… El caso es que cuando fui a encargarle el ejemplar, me dijo: «Tengo yo aquí uno. Ya sé que tú eres de las de Quiñonero». Viniendo de una persona que, a veces, no quiere venderme ciertos libros que considera horribles (y con razón, todo sea dicho), pues… Otra cosa es cuándo podré leerlo con la tranquilidad que se merece.
Carmen
JP Quiñonero says
Carmen,
Ayayay… emoción doble: por tu amistosa complicidad y ¡por tú librerooooooooo..!!!… a quién me agradaría hacerle llegar algo parecido a un amistoso abrazo, como el que me tomo la libertad de darte…
Q.-
Carmen says
Pues yo, Q.-, le transmitiré el abrazo cuando pueda porque encontrar a una persona que no quiere que te lleves de su librería ciertas obras, es como encontrar una perla en un desierto. O, al menos, alguien que valora tu gusto o tu inteligencia y no te deja caer en tentaciones «lectoricidas», que a veces, ay, nos asaltan.
Carmen
JP Quiñonero says
Carmen,
Si… esos personajes están / estáis ahí: ellos preservan cosas esenciales,
Q.-
Cristóbal says
Buenas noches,
Me alegró mucho leer el sábado la reseña de Juristo. Esta tarde en Laie se han quedado sin un ejemplar de El taller de la gracia. Al final, tendré que mudarme para mantener la integridad de mi modesto depósito cultural personal…
Saludos y felicitaciones,
C.-
JP Quiñonero says
Cristóbal,
Avantiii!!
Q.-
PS. Y mi gratitud por tu interés.
maty says
ABCD El alba de la creación Juan Ángel Juristo
Google ES el taller de la gracia quiñonero
maty says
taller tener
Ñam nam ñam nom
Fdo. monstruo de las galletas
JP Quiñonero says
Maty,
… está totalmente claro: «Asturias, patria queridaaaaa…» ,
Q.-
MMarie says
Tentador,tentador,si… Mr.Q.
Carmen says
Q.-, no me digas que no hay en este delicioso infierno diálogos chistosos… O será que la melancolía me ha desarrollado particularmente el sentido del humor y me río cuando no debo…
Carmen
JP Quiñonero says
Mme Marie, Carmen…
Mme Marie,
Hay tentaciones y tentaciones, oiga.
Carmen,
… creo que somos víctimas de síndromes muy semejantes: la ironía y la gracia (de las muy diversas gracias) siempre hablan de lo más esencial e íntimo. Y, ya en el terreno infernal, ocurre que, con frecuencia, lo chistoso se precipita por razones voluntarias e involuntarias. Vaya usted a saber. En fin,
Q.-
Carmen says
Pues sí, Q.-, la precipitación del inconsciente y el apresuramiento del consciente («Vaya usted a saber») hacen que aquí, al menos yo, me ría de vez en cuando, con muchas ganas. Y con toda inocencia, y agradecimiento al ingenio de los huéspedes y del anfitrión.
Carmen
JP Quiñonero says
Carmen,
… algunas situaciones o réplicas más o menos chistosas tienen un origen que me hace una cierta ilusión: la relación entre sensibilidades en principio muy opuestas que van -si no me equivoco- de la extrema izda. poscomunista al conservadurismo tradicional, pasando por variadas formas de libertarismos, radicalismos, liberalismos, centrismos y conservadurismos… que todo ese galimatías no termine siempre en Rosario de negras auroras me inspira una contenida alegría, a la que tu aportas tu sabidurías más o menos inocente, anda, meine liebe Freundin,
Q.-
Carmen says
Pues sí, Q.-, puedes estar orgulloso, entre otras cosas, de lo que acabas de explicar, con tu humor habitual… La convivencia de tantas sensibilidades diversas y hasta opuestas depende, principalmente, del anfitrión, moderador de posibles desencuentros o desmanes, y que impone el tono general de la convivencia. Lo demás, son etiquetas que de poco sirven. Cuando en una emisión de Kiosque te presentaron como colaborador «du journal conservateur espagnol ABC», tuve un sobresalto y pensé, pues no conocen a Q.- y su crítica política y cultural, porque si no, se ahorrarían el adjetivo o añadirían «journaliste radical du journal conservateur, etc». Así es la vida de compleja.
Carmen
JP Quiñonero says
Carmen,
Me abrumassssssssssssssssssss
Si. Todo es una miqueta complejo. Hasta en términos astrológicos. los Libra (es mi caso) sentimos horror por los topetazos, la violencia, etc.; lo que nos va es la culturera, los chascarrillos, el vagabundeo libresco, and so on,
Q.-