Hace siglos, cuando escribía artículos de “opinión”, llegué a decir que España era el único e indispensable modelo para Jerusalén, Israel, Palestina.
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Hoy, lo tengo menos claro.
Mal me cuesta imaginar a un catalán de Girona y un castellano de Zamora, por ejemplo, trabajando durante ocho años para realizar una película que cuente en su origen último (cultural) los problemas catalán y vasco.
Es lo que han hecho Scandar Copti (ciudadano de Israel, árabe cristiano) y Yaron Shani (ciudadano de Israel, judío), escribiendo el guión y realizando una película indispensable para quienes se interesen por estas cuestiones, Ajami.
Ajami es un barrio de Jaffa y Tel Aviv. Y la pareja que forman Copti y Shani lo han utilizado como escenario y parábola de la tragedia que viven y sufren Israel y el pueblo palestino. Apenas se habla de política. Se habla de cultura, de sexo, de amor, de religión, de dinero, de miseria, de angustia, de desesperación, de crímenes, de sangre derramada…
Copti y Shani han trabajado a la manera del primer Godard y la Nouvelle Vague durante más de una década. Y llegaron a grabar más de ochenta horas de película, finalmente reducida a unas dos horas, tras no sé cuantos meses de montaje. El resultado es una obra muy bella, terrible, trágica. De una luminosa juventud: un árabe cristiano y un judío, unidos, ciudadanos de Israel, ambos, fotografiando y contando la historia de una tragedia común, en sus raíces últimas, que son culturales.
No era otra mi intención a la hora de escribir mi De la inexistencia de España. De esa diversidad hablan mis Mujeres palestinas.
¿Para cuando una película sobre los problemas vasco y catalán, escrita y dirigida por un catalán y un castellano?
Querido Q. ¡ Si tenemos aquí al lado a nuestros vecinos portugueses, y aún tienen pendiente con Espanya la anexión de la zona de Olivenza, la cual Espanya se anexionó en 1800, y aún esperan su devolución.
Hoy sería posible con un poco de generosidad, una península Confederal llamada IBERIA.
Pero la SOBERBIA de los hidalgos de la meseta, no lo permitirá nunca.
Perdura aquello de «Seguirás siendo mia…… o de nadie».
J.Moreno,
Bueno… la verdad, la verdad… es que yo veo la cosa muuucho más matizada. Hay una soberbia bilbaina, catalana y hasta cartagenera que no veas…
Q.-
Ay, J. Moreno,
a ver si escuchas al Maestro Q.-, ya que a los demás nos ignoras, y quizás haces bien. A ver cuándo nos proporcionas una lista de los hidalgos de la meseta, y otra de los de Cataluña, claro, que no son mejores. Con lo bien que hablas del tiempo es una lástima que te empeñes en identificar a supuestos enemigos. Ya no existen hidalgos, y hasta diría que ya no hay meseta siquiera.
Aventajado alumno de Maldonado, un blog sobre el tiempo, como el de nuestro añorado meteorólogo, que sabía hablar lentamente, sin olvidar a Montes de Oca, tan elegante él, te lo agradeceríamos mucho. En Canadá hay una cadena de TV que informa únicamente sobre el tiempo y es de las más interesantes. No ofende nunca.
Carmen
Si..pero los vencidos…son los perdedores con 400 años a sus espaldas de humillaciones y…..
Precisamente hace una semana que pasó el 72 aniversario de la ejecución de Carrasco y Formiguera; y el más absoluto silencio ha rodeado su recuerdo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Carrasco_Formiguera
Es propio de los nacionalistas y totalitarios asumir la representatividad de todo un pueblo. Te recuerdo que la mayoría de los catalanes estamos en contra de la independencia y a favor de la Constitución Española y del orden legal democrático de ella derivada.
Mientras tanto, los auténticos opresores son los nacionalistas excluyentes catalanes.
lavozdebarcelona.com Un informe demuestra la marginación del castellano en las webs públicas de Cataluña
Algún día los libros de Historia señalarán a tales excluyentes como sucede hoy en día con los racistas estadounidenses de antaño.
Tal es el «problema catalán»: las afinidades con ideologías totalitarias del pasado entre una parte de la población y, sobre todo, entre la partitocracia catalana gobernante.
Por suerte, dichos excluyentes han alcanzado su punto máximo y ahora sólo les quedará ir perdiendo peso, en la medida que los medios de (in)comunicación catalanes cómplices tengan cada día menor peso para conformar la opinión gracias a la diversidad que permite Internet.
Estimado J. Moreno,
los perdedores, con más de 400 años de humillaciones a sus espaldas, con muchos más siglos, son los pobres, sean de donde sean. No es una cuestión de nación, sino de clase social y, a veces, de ideología. En León se están abriendo muchas fosas de la guerra civil, y nadie celebra el aniversario de esas víctimas. Pero no oigo que se eche nunca la culpa de aquellas muertes, y de otras más célebres, como la del Rector Alas, en Oviedo, hijo de Clarín, a Cataluña, a la franja mediterránea o a sus castas industriales o agrícolas o al país vasco.
Maty tiene razón. Un referéndum demostraría la inutilidad de esa idea de independencia. Pero, ojo, sin las trampas del Quebec, sin repetición hasta el cansancio de los votantes.
Carmen
¿Perdedores con cuatrocientos años a sus espaldas?
¡Gran prodigio! En mi familia solemos ser longevos, y apenas llegamos a los noventa años.
¿Hay algún mérito en tener más o menos ancestros muertos en una región que en otra?
¿Repercute en la calidad de las ideas o del semen? ¿Deja el cutis más terso y las convicciones más presentables?
¿Cómo quedamos, pues, los que no contamos en la familia con un sólo mártir de sus ideas en las siete últimas generaciones?
Admirada Gatopardo,
haces bien en tomártelo a risa. Yo lo hago a veces, pero no siempre porque la calidad de las ideas, y posiblemente la del semen (según dicen los especialistas), están muy pero que muy deterioradas hasta el extremo de quitarte la sonrisa.
Un saludo de una hidalga (o no) de la meseta, sin mártires conocidos tampoco (vaya usted a saber), pero con mucho humillado, y sin longevidad ninguna, gracias a Dios, que acaba uno aburriéndose mucho con tantos años.
Benevolente Carmen:
No sé si es de recibo reivindicarse por las golpizas que nos haya dado la vida o las huestes enemigas, y pretender que una vida de humillaciones nos da el marchamo de «justos entre los justos» y egregios ideólogos.
Donde se ponga una buena puntería…
Gatopardo generosa,
me temo que no hablamos de lo mismo, pero poco importa. Ni siquiera «me» reivindico, y mucho menos por justicia innata o ideología. No tengo tales pretensiones ni tales saberes. Me defiendo como puedo cuando me asimilan a enemigos desconocidos y además inexistentes.